VIDAS DE MISCELÁNEA LITURGIA XVI y XVII
01.- El que no está contra nosotros está a
favor nuestro. (23
may 2018).
Todo aquel que ama a Dios es miembro vivo de la Iglesia, esté donde esté, bajo el cielo que esté y en el tiempo que viva... La Iglesia no es solo la que vemos nosotros. No es solo la construcción visible con su historia, su autenticidad, su jerarquía, sus virtudes y prodigios deslumbrantes. La Iglesia también está en la penumbra, en las sombras escondidas, en aquello que nadie recuerda ni tiene figura memorable; está en las santidades perdidas a los ojos humanos, pero patentes a los ojos de los ángeles.
Por todas partes donde esté presente el amor de Dios se encuentra Jesucristo. Allí donde está Jesús está la Iglesia. Y si bien es verdad que todo cristiano tiene que estar unido a la Iglesia desde el momento que sabe de su existencia, es también cierto que la ignorancia invencible no le obliga a ello, ya que Jesucristo mismo lo gobernará sin intermediarios, él que es la Cabeza y el único Maestro de los cristianos. La Iglesia se extiende, pues, hasta límites que ninguna mirada humana puede abarcar y los que nos reprochan la estrechez de la Iglesia, según su mirada, no tiene idea de la doble naturaleza que se da en ella y que atrae las almas hacia sí desde la salida del sol hasta su ocaso.