VIDA SOBRE ORÍGENES

01.09.2021

1.- Para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. (1 jul 2013)

Dice el prólogo de san Lucas: Muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han verificado entre nosotros. En otro tiempo, entre los judíos, muchos pretendían tener el don de profecía, pero algunos eran falsos profetas. Igualmente ha ocurrido en tiempos del Nuevo Testamento, en que muchos "han intentado" escribir unos evangelios, pero no todos han sido aceptados. Estas palabras-"han intentado"- contienen una escondida acusación contra los que, sin poseer la gracia del Espíritu Santo, se han lanzado a la redacción de evangelios. Mateo, Marcos, Lucas y Juan no "han intentado" escribir, sino que son ellos los que, llenos del Espíritu Santo, han escrito los verdaderos evangelios.

La Iglesia posee, pues, cuatro evangelios; los herejes tienen gran cantidad de ellos. "Muchos han intentado escribir", pero solamente cuatro evangelios han sido aprobados; y de éstos debemos sacar, para ponerlo a la luz, lo que hay que creer de la persona de nuestro Señor y Salvador. Sé que existe un evangelio que llaman "según Tomás", otro "según Matías", y todavía leemos algunos otros para no dar la impresión de ser ignorantes, frente a los que se imaginan que saben alguna cosa cuando conocen estos textos. Pero en todo ello no aprobamos más que lo que aprueba la Iglesia: sólo se deben admitir cuatro evangelios.

2.- Mirad a mi siervo (20 Jul 2013).

Estaban cenando y Jesús se levantó de la mesa, se quitó las vestiduras como si fuera un esclavo y, tomando una toalla, se la ciño, para no quedar completamente desnudo y para secar los pies de sus discípulos con su propia toalla. Mirad hasta qué punto se rebaja la grandeza y la gloria del Verbo hecho carne para lavar los pies de sus discípulos: él mismo echó agua en una jofaina.

Cuando los tres hombres visitaron a Abrahán, no toma él mismo agua ni dice que él mismo vaya a lavar los pies de los extranjeros, sino que dice: Haré que traigan agua para que os lavéis los pies. Tampoco José llevó el agua para lavar los pies de sus once hermanos, sino que fue su intendente quien les trajo agua para que se lavaran los pies, Pero el que había declarado: No he venido para que me sirvan, sino para servir y que con pleno derecho había dicho: Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, él mismo echó agua en la jofaina. Sabía que nadie, excepto él, podía lavar los pies de sus discípulos para que esta purificación les permitiera tener parte en él.

3.- Ve y haz tú lo mismo (07 oct 2013).

Está escrito: Amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios; y poco después se dice: Dios es amor. Aquí se nos enseña que, al mismo tiempo que Dios mismo es amor, el que es de Dios es amor. Esta verdad exige que en nosotros haya algo que nos haga semejantes a él, de manera que por este amor y caridad que está en Cristo Jesús, estemos unidos a él por una especie de parentesco.

Este amor de caridad nos hace valorar el hecho de que todo hombre es nuestro prójimo. Por esta razón el Salvador compuso la parábola del buen samaritano. En ella, Jesús censura al sacerdote y al levita que, viendo a un hombre medio muerto, pasaron de largo, pero ensalza al samaritano que practicó la misericordia con el herido. A través de la respuesta que dio el mismo que hizo la pregunta, confirma que el samaritano fue el prójimo, y le dice: Ve y haz tú lo mismo. En efecto, por naturaleza, todos somos prójimos los unos de los otros, pero, por las obras de caridad, el que puede hacer el bien se hace prójimo del que no puede. Por eso, nuestro Salvador se hace nuestro prójimo y no pasa de largo delante de nosotros cuando yacemos medio muertos como consecuencia de las heridas infligidas por los bandidos.

4.- Los dones de Dios y la libertad del hombre. (20 nov 2013).

Ahora, Israel, ¿qué es lo que reexige el señor, tu Dios? Que temas al Señor, tu Dios, que sigas sus caminos y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma, que guardes los preceptos del Señor, tu Dios, y los mandatos que yo te mando hoy. ¡Al escuchar estas palabras deben enrojecer los que niegan que la salvación del hombre depende de su libertad! ¿Acaso Dios podría pedir alguna cosa al hombre si éste no fuera capaz de responder a su petición? Porque el don de Dios existe, pero también debe existir la contribución del hombre. Por ejemplo, estaba en poder del hombre que una moneda de oro produjera otras diez o que produjera otras cinco: pero pertenece a Dios el que el hombre posea esta moneda de oro con la cual ha podido ganar otras diez. Cuando el hombre ha presentado a Dios, las otras diez monedas de oro ganadas por él, ése ha recibido un don: el poder y la realeza sobre diez ciudades.

Igualmente, Dios pidió a Abrahán que le ofreciera a su hijo Isaac. Abrahán, sin dudar, ofreció a su hijo único: lo colocó sobre el altar y empuñó el cuchillo para degollarlo; pero inmediatamente lo retuvo una voz y se le dio un carnero para inmolarlo en lugar de su hijo. Ya lo ves: lo que ofrecemos a Dios queda para nosotros; pero se nos pide la ofrenda a fin de que, presentándola, demos testimonio de nuestro amor y de nuestra fe en él.

5.- El cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasaran (29 nov 2013)

Bebe el agua de tu cisterna, la que brota de tu pozo, que sean para ti solo. Procura tener un pozo y una cisterna que sen tuyos de manera que, cuando cojas el libre de las escrituras, llegues a descubrir algo de ti mismo. Con lo que has a prendido en la Iglesia, procura beber de la fuente que mana de tu espíritu. En el interior de ti mismo mana el agua viva;llevarás en ti los canales inagotables y los ríos henchidos del sentido espiritual de la Escritura si no están obstruidos por la tierra y los escombros. En este caso, lo que hay que hacer es cavar y limpiar, es decir, quitar la pereza del espíritu y sacudir el adormecimiento del corazón.

Purifica, pues, tu espíritu para que un día bebas de tus fuentes y saques el agua viva de tus pozos. Porque se has recibido en ti la palabra de Dios, si has recibido de Jesús el agua viva y si la has recibido con fe, en ti llegará a ser un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.

6.- Expulsa a los demonios. (27 ene 2014).

Reconoce que en ti ha surgido un nuevo rey, un rey de Egipto. Es él quien te requiere para sus trabajos, te obliga a fabricar ladrillos y mortero. Es él quien te impone capataces y vigilantes, el que te empuja a través del látigo y de la vara a trabajos forzosos. Este rey de Egipto sabe que la guerra es inminente. Presiente la venida de aquel que puede despojar sus principados y potestades, triunfar sobre ellas con audacia y clavarlas en el madero de la cruz. Por eso declara: ¡El pueblo de Israel es más fuerte que nosotros! Venceré sobre él si no acojo los malos pensamientos y los deseos perversos que él me inspira, si rechazo sus flechas incendiarias con la armadura de la fe, si cada vez que hace alguna insinuación, a mi alma, acordándome de Cristo, mi Señor, le digo: Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo servirás".

7.- Irse en paz (02 feb 2014).

Una mujer se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto. Si esta mujer, tocando el borde de su vestido, sacó de ahí tantos bienes, ¿qué pensar de Simeón, que recibió al niño en sus brazos? Teniéndole en brazos, se dejó llevar del gozo al darse de cuenta de que llevaba al niño venido para liberar a los cautivos, y que él mismo iba a ser liberado de las ataduras del cuerpo. Sabía muy bien que nadie era capaz de hacer salir a alguien de la prisión del cuerpo dándole la esperanza de la vida futura sino aquel que llevaba en sus brazos. Y se dirige a él al exclamar: "Ahora, Señor, deja a tu siervo irse en paz. Porque a lo largo de todo el tiempo que no he tenido a Cristo, que no lo he estrechado entre mis brazos, he estado prisionero y no podía salir de mis ataduras".

Estas palabras no solamente se deben aplicar a Simeón, sino a todo el género humano. Si alguien deja el mundo, si alguien es liberado de la prisión y de la morada de los cautivos para alcanzar la realeza, que tome a Jesús en sus brazos, que lo coja entero y lo apriete contra su corazón, y entonces, saltando de gozo, podrá ir a donde desee.

8.- Se ha estrechado el camino que conduce a la vida. (27 jun 2014).

Quizá piensas que el camino que Dios muestra a Moisés es un camino llano y fácil, sin ninguna dificultad ni esfuerzo: no, es una subida, y una subida tortuosa. No es un camino descendente el que conduce a las virtudes, se trata de una ascensión, una angosta y difícil ascensión. Escucha al Señor cuando dice: El camino que conduce a la vida es estrecho y angosto. El camino por el que marchan es, por tanto, una subida tortuosa. Ello muestra que tanto en las obras como en la fe haymucha dificultad y mucho esfuerzo.

En efecto, a los que quieren obrar según Dios se les oponen muchas tentaciones, muchos estorbos. Para el faraón, el que sigue a Dios se equivoca, porque el camino de la sabiduría es tortuoso. De este modo confesar que hay un solo Dios, y en la misma confesión afirmamos que el Padre, el Hijo y el Espíritu son un solo Dios, ¡cuán tortuosos e inextricable parece esto! Aún más, cuando decimos que el Señor de la majestad fue crucificado y que el Hijo del hombre ha bajado del cielo, ¡cuán tortuosas y difíciles parecen estas cosas! El que las escucha, si no lo hace con fe, dice que quien lo afirma se equivoca; pero tú mantente firme y no dudes de esta fe, sabiendo que Dios te muestra el camino de esta fe.

9.- La perla de gran valor. (27 jul 2014).

Al hombre que busca perlas finas se le aplican las siguientes palabras: Buscad y hallaréis y El que busca halla. ¿A qué se pueden referir estas palabras? A las perlas, y particularmente a la perla adquirida por el hombre que lo ha dado todo y lo ha perdido todo. Por esta perla Pablo dice: He aceptado perderlo todo para así ganar a Cristo. La lámpara es de gran valor para los que están en las tinieblas y tienen necesidad de ella hasta que amanezca. Es de gran valor también la gloria que resplandecía en el rostro de Moisés. Nos gusta verla porque nos ayuda a progresar hasta que podamos contemplar la gloria de Cristo, de la cual el Padre da testimonio cuando dice: Este es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Tenemos necesidad, en un primer momento, de una gloria susceptible de desaparecer ante la gloria que está por encima de todo, tal como tenemos necesidad de un conocimiento parcial que desaparecerá cuando obtenga el conocimiento perfecto.

Así pues toda alma que todavía se encuentra en la infancia y camina hacia la perfección de los adultos tiene necesidad de ser enseñada, acompañada hasta que alcance la plenitud de los tiempos. Al fin llegará a su madurez y recibirá su patrimonio: la perla de gran valor, aquello que es perfecto y hace desaparecer lo que es parcial. Llegará a este bien que está por encima de todo: el conocimiento de Cristo.

10.- Precursor de Cristo en su nacimiento y en su muerte. (23 dic 2014).

Admiramos a san Juan Bautista, sobre todo, por el testimonio de Jesús: Entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan Bautista. Pero aún hay en él algo más admirable: el tetrarca Herodes gozaba de un poder real que podía, incluso, hacerle morir. Juan, sin temer a la muerte, con la libertad de los profetas, reprendió a Herodes y le recriminó su matrimonio. Encarcelado por esta audacia, no se preocupó de la muerte, ni de un juicio cuyo fin era incierto, sino que, en medio de sus cadenas, sus pensamientos iban dirigidos a Cristo, a quien había anunciado.

No pudiendo ir a su encuentro en persona, envía a sus discípulos para que se informen: ¿Eres tú el que ha de venir, o hemos de esperar a otro? Fijaos bien, cómo, aún desde la cárcel, Juan enseñaba. Incluso estando en este lugar tenía discípulos; incluso estando encarcelado Juan cumplía con su deber de maestro e instruía a sus discípulos a través de las conversaciones sobre Dios que tenía con ellos. Los discípulos regresan y narran a su maestro lo que el Salvador les había encargado anunciarle. Esta respuesta es, para Juan, un arma para afrontar el combate; muere con esta certeza y con gusto se deja decapitar, seguro, por la palabra del mismo Señor, que aquel en quién él creía era verdaderamente el Hijo de Dios.

11.- El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros. (27 dic 2014).

Pienso que los cuatro evangelios son los elementos esenciales de la fe de la Iglesia, y que las primicias de los evangelios se encuentran en el evangelio de Juan. Lucas también reserva para el que reposó en el pecho de Jesús los discursos más grandes y más perfectos sobre Jesús. Ninguno de ellos mostró su divinidad de manera tan absoluta como Juan, que le hace decir: Yo soy la luz del mundo, Yo soy el camino, la verdad y la vida, Yo soy la resurrección, Yo soy la puerta, Yo soy el buen Pastor y, en el Apocalipsis, Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin, el primero y el último.

Hay que atreverse a decir que, de todas las Escrituras, los evangelios son las primicias y que, entre los evangelios, las primicias son las de Juan, y nadie lo puede entender si no estuvo recostado en el pecho de Jesús y si no recibió de Jesús a María como Madre. Cuando Jesús le dice a su madre: He aquí a tu hijo, y no. "He aquí que este hombre es también tu hijo", es como si le dijera: "He aquí a tu hijo, a quien diste a luz". En efecto, quien llega a la perfección no vive en él, sino que es Cristo quien vive en él. ¿Qué inteligencia nos hace falta tener para interpretar dignamente la palabra depositada en las vasijas de arcilla de un lenguaje ordinario? Para interpretar con exactitud el evangelio de Juan, hay que poder decir en toda verdad: Nosotros tenemos el pensamiento del Cristo para conocer las gracias que Dios nos ha concedido.

12.- Se ha cumplido el tiempo: El reino de Dios está cerca. (22 feb 2015).

La vida de los mortales está plagada de lazos de ofensas y de redes de engaños. Y como quiera que estas redes la había tendido el enemigo por todas partes y en ellas había envuelto a casi todos, era necesario que viniese una que fuera más fuerte y mayor que ellas, para que las triturase y así dejase expedito el camino para cuando le sigan. Por esta razón, también el Salvador, antes de unirse con la Iglesia, fue tentado por el diablo para vencer las redes y poder mirar por ellas y, a través de ellas, llamar hacia sí a la Iglesia, con el fin de mostrarle que no se debe venir a Cristo por el ocio y los placeres, sino a través de muchas tribulaciones y pruebas.

Vino, pues, Cristo a estas redes, pero únicamente él no se vio envuelto por ellas, antes bien, las rompió y las trituró, y dio así a su Iglesia confianza para atreverse a romper las cuerdas, a atravesar las redes y a decir animosa: Nuestra alma se escapó como el pájaro d la cuerda del cazador: la cuerda se rompió y nosotros quedamos libres. Pero ¿quién rompió las cuerdas sino el único al que ellas no pudieron atrapar? Efectivamente, aunque él también estuvo sujeto a la muerte, voluntariamente, que no forzado por el pecado, como nosotros, fue el único libre entre los muertos. Y porque fue libre entre los muertos, resucitó de entre los muertos, y con él resucitó a los que estaban cautivos de la muerte y los hizo sentar en los cielos. Por eso, subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad.

13.- Al tercer día resucitaré. (08 mar 2015).

El Señor me dijo: "Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?" Respondí: "Señor, tú lo Sabes". Me dijo: "Profetiza sobre estos huesos. Les dirás: Huesos secos, escuchad la palabra del Señor". Estos huesos a los que se les dice: Escuchad la palabra del Señor son el cuerpo de Cristo, sobre el que el Señor decía: Todos mis huesos están dislocados. Y así como se efectuó la resurrección del cuerpo verdadero y perfecto de Cristo, un día los miembros de Cristo serán reunidos, hueso a hueso, juntura a juntura. Entonces todos los miembros del cuerpo, aunque muchos, formarán un solo cuerpo.

Digo esto a propósito del templo sobre el que el Señor dijo: El celo por tu casa me devora, y después: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Porque primero debe ser expulsado de este templo, que es el cuerpo de Cristo, todo lo que niega la razón y lo que depende del comercio, para que ya no sea una casa de mercaderes. Y después de ser destruido por los que niegan la palabra de Dios, este templo debe ser levantado al tercer día. Gracias a la purificación de Jesús, sus discípulos serán destruidos para ser levantados por Jesús en tres días. Porque hacen falta tres días para que esta reconstrucción se complete. Por eso, podemos decir que la resurrección ya se cumplió pero a la vez está aún por llegar: verdaderamente hemos sido sepultados con Cristo y con él nos levantaremos.

14.- La casa se llenó del olor del perfume. (30 mar 2015).

Parece como si la esposa dijera: Mi nardo, con el que ungí a mi esposo, al retornar hacia mí, me trajo el olor del esposo, y como si su propio olor natural quedase superado por la fragancia del esposo, me trajo esta misma fragancia. Veamos aquí a la esposa-Iglesia en la persona de María, de la que oportunamente se dice que trae consigo una libra de perfumes de nardo puro muy caro, unge los pies de Jesús y los enjuga con sus propios cabellos; así, gracias a su cabellera, recibe y recupera para sí el perfume, impregnado ahora de la virtud del cuerpo de Jesús.

Y toda la casa, añade, se llenó del olor del perfume. Esto indica ciertamente que el olor de la doctrina que procede de Cristo y la fragancia del Espíritu Santo llenaron toda la casa de este mundo y la casa de toda la Iglesia. O al menos llenaron toda la casa del alma que tuvo parte en el olor de Cristo ofreciendo primero el don de su fe, como perfume de nardo, y luego recibiendo la gracia del Espíritu Santo y la fragancia de la doctrina espiritual; por eso mismo puede decir: Somos buen olor de Cristo para Dios. Y como este perfume estaba lleno de fe y de preciosos sentimientos, Jesús atestiguó a su favor diciendo: Ha hecho una buena obra conmigo.

15.- Entonces veremos al Hijo del hombre venir con gran poder.

(15 nov 2015).

Cuando vino para sembrar su palabra sobre la tierra, el Señor se adueñó de toda la tierra: hizo huir a las fuerzas adversas y a los ángeles rebeldes que dominaban los espíritus de las naciones, y al mismo tiempo sembró su palabra y difundió sus iglesias. Tal fue su primera posesión de toda la tierra. En cuanto a la segunda conquista de la tierra, se le dice a Josué / Jesús que queda todavía mucha tierra por conquistar, escucha las palabras de Pablo: Hace falta que reine hasta que haga de todos sus enemigos estrado de sus pies.

En cuanto a nuestro tiempo, vemos muchas cosas que quedan por someterse a los pies de Jesús; no podrá llegar el fin del mundo hasta que todo se le haya sometido. Resulta de ahí que, en su segundo advenimiento, Jesús dominará esta tierra de la que queda mucho por conquistar.¡Pero bienaventurados aquellos que hayan sido conquistados desde el primer advenimiento! Serán verdaderamente colmados de favores, a pesar de la resistencia de tantos enemigos y de los ataques de tantos adversarios; recibirán su parte de la tierra prometida. Pero cuando la conquista tenga que hacerse por la fuerza, y sea destruido el último enemigo, es decir, la muerte, no habrá misericordia con los que se nieguen a someterse.

16.- A los tres días encontraron a Jesús en el templo. (27 dic 2015).

A la edad de doce años, Jesús se queda en Jerusalén. Sus padres lo buscan con inquietud y no lo encuentran. Mi Jesús no quiere ser encontrado entre la muchedumbre: lo encontraron en el Templo, en medio de los doctores a los que escuchaba y hacía preguntas. Vosotros también buscad, pues, a Jesús en el templo de Dios, buscadlo en la Iglesia, buscadlo cerca de los maestros que están en el templo y que no salen a él. Si buscáis de ese modo, lo encontraréis. Lo encontraron sentado en medio de los doctores, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Ahora Jesús está aquí; nos interroga y nos escucha.

Todos estaban admirados, dice Lucas. ¿Qué admiraban? No sus preguntas, sino sus respuestas. Moisés hablaba, dice la Escritura, y Dios le respondía. Así es como el Señor enseñaba a Moisés lo que ignoraba. Unas veces Jesús interroga, y otras responde, y por muy admirables que sean sus preguntas, sus respuestas todavía son más admirables. Para que nosotros también podamos oírlo y que nos plantee preguntas que él mismo resolverá, hagamos un esfuerzo intenso y doloroso por buscarle, y podremos entonces encontrar lo que buscamos. Hace falta que el que busca a Jesús no lo haga con negligencia, de forma intermitente. Nosotros digamos: Te buscábamos angustiados.

17.- Vi al Espíritu descender del cielo como una paloma y posarse sobre él. (03 ene 2016).

Jesús es el que brotó del tronco de Jesé según la carne, nacido de la descendencia de David según la carne, y también constituido Hijo de Dios en poder según el Espíritu de santidad. Sobre él se posará el espíritu del Señor, Espíritu de sabiduría y de inteligencia. El Espíritu de sabiduría no se posó sobre Moisés, el Espíritu de sabiduría no se posó sobre Josué, ni se posó sobre ningunote los profetas: ni en Isaías, ni en Jeremías. Vino sobre Moisés, pero después de su visita, Moisés flaqueó en su fe: Escuchad, rebeldes, ¿creéis que podemos sacaros agua de esta roca?

Vino sobre Isaías, ¿pero a quien apunta este último? Yo, hombre de labios impuros, que habito en medio de gente de labios impuros. El Espíritu puede venir bien sobre cualquier hombre, pero no puede encontrar allí su descanso, porque todo hombre peca y no hay justo sobre la tierra que haga el bien sin caer jamás. ¿Quién sacará lo puro de lo impuro?¡Nadie! Si el Espíritu vino sobre muchos, no permaneció sobre ninguno. Antes bien, en la Escritura encontramos estas palabras: Mi espíritu no durará por siempre en el hombre.

18.- Preparad un camino en nuestro corazón. (23 ago 2016).

Nosotros leemos en el profeta Isaías esta palabra: Voz que clama en el desierto: ¡preparad el camino al Señor! Allanad toadas sus sendas. El Señor quiere encontrar un camino donde él pueda entrar en nuestros corazones y allí caminar. Qué camino vamos a preparar al Señor? ¿Es un camino material) ¿Puede la Palabra de Dios valerse de un camino así? ¿No hará falta, más bien, preparar al Señor un camino interior y trazar en nuestro corazón las rutas derechas y unidas? Sí ahí está el camino por donde entra la Palabra de Dios en el corazón capaz de acogerla.

¡Qué grande es el corazón del hombre! ¡Qué ancho y qué capacidad tiene si es puro!¿Quieres conocer su grandeza y su largueza? Mira los amplios conocimientos divinos que abarca. Date cuenta de que su grandeza no viene de su dimensión, sino de la fuerza 'por la que es capaz de conocer tantas verdades. Ahora bien, si no es pequeño, si puede acoger tantas cosas, puede preparar un camino al Señor y trazar una ruta derecha por donde camine la Palabra, la Sabiduría de Dios, Prepara un camino al Señor con buena conciencia, allana la ruta para que el Verbo de Dios camine en ti sin tropiezos y te dará el conocimiento de sus misterios y de su venida.

19.- Ellos no entendían estas palabras. (24 sep 2016)

Entre las cosas sublimes y las maravillas que se pueden decir de Cristo hay una que sobresale entre todas las demás y excede absolutamente la capacidad de admiración del hombre y la fragilidad de nuestra inteligencia mortal no es capaz de comprender ni imaginar. Y es que la omnipotencia de la majestad divina, la Palabra, la misma Sabiduría de Dios por la que todas las cosas fueron creadas, se deja contener en los límites de este hombre que se manifestó en Judea.

Ésta es nuestra fe. Pero todavía hay más. Creemos que la sabiduría de Dios se ha encerrado en el seno de una mujer, que ha nacido entre los llantos y gemidos comunes a todos los recién nacidos. Y sabemos que después de todo esto, Cristo conoció la angustia de la muerte hasta el punto de exclamar: Siento una tristeza mortal. Fue arrastrado hacia una muerte ignominiosa, aunque sabemos que el tercer día resucitó. Realmente, dar a entender estas verdades a los oídos humanos, intentar expresarlas con palabras, excede la capacidad del lenguaje humano... y probablemente el de los ángeles.

20.- Ser piedras vivas. (09 nov 2016).

Todos nosotros, creyentes en Cristo Jesús somos llamados piedras vivas según la palabra de la Escritura: También vosotros, como piedras vivas, vais construyendo un templo espiritual dedicado a un sacerdocio santo, para ofrecer por medio de Jesucristo, sacrificios espirituales agradables a Dios.

Así cuando se trata de piedras materiales, sabemos qiue se procura colocar en los cimientos las piedras más sólidas y más resistentes para poder colocar luego encima todo el peso del edificio. Las piedras que siguen, de calidad un poco inferior, se colocan lo más cerca posible de los cimientos. Y así en lo sucesivo, según la resistencia de las piedras hasta el tejado. Hay que comprender que esto se aplica de la misma manera a las piedras vivas, entre las cuales las hay que están en los cimientos de nuestro edificio espiritual. Los apóstoles y los profetas, esta es la doctrina de Pablo: Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra abngular.

Tú que me escuchas, para preparar más activamente la construcción de este edificio, para ser una de las piedras más cercanas a los cimientos, tienes que saber que es Cristo mismo el cimiento de este edificio que describimos. Así lo afirma Pablo: Nadie puede poner un cimiento distinto del que ya está puesto, y este cimiento es Jesucristo. ¡Felices aquellos que han construido su edificio, agradable a Dios, sobre este noble cimiento.

21.- El arca de la Iglesia. (11 nov 2016).

En tanto que la pequeñez de mi espíritume lo permite, pienso que el diluvio, que casi acabó con el mundo, es símbolo del fin del mundo, fin que, verdaderamente, ha de llegar. El mismo Señor lo declaró cuando dijo: En los días de Noé los hombres compraban, vendían, construían, se casaban, daban sus hijos en matrimonio, y llegó el diluvio que los hizo morir a todos. Así será igualmente la venida del Hijo del hombre. En este texto parece que el Señor describe de una única y misma manera el diluvio que ya se había producido y el fin del mundo que está por venir.

Así pues, en otro tiempo se dijo al antiguo Noé que hiciera un arca y metiera en ella no tan solo sus hijos y sus parientes sino animales de toda especie. De la misma manera, en la consumación de los siglos,fue dicho por el Padre al Señor Jesucristo, nuestro nuevo Noé, el solo Justo y solo Perfecto, que se hiciera un arca de madera labrada a escuadra y le dio las medidas que están llenas de misterios divinos. Esto se indica en el salmo que dice: Pídemelo y te daré en herencia las naciones, en posesión los confines de la tierra. Construyó pues, un arca con todo lo necesario para vivir los diversos animales. Un profeta habla de sus estancias cuando escribe: Escucha pueblo mío, entra en tus aposentos, escóndete por unos instantes, hasta que la cólera haya pasado. En efecto, hay una correspondencia misteriosa entre este pueblo que se salva en la Iglesia, y todos estos seres, hombres y animales, que en el arca se salvaron del diluvio.

22.- Juan prepara el camino del Señor. (15 dic 2016).

Juan Bautista decía: Todo valle será rellenado, pero no es Juan quien llenó todo valle; es el Señor nuestro Salvador. Todo lo torcido se enderezará. Cada uno de nosotros estaba torcido y es la venida de Cristo que ha llegado hasta nuestra alma la que ha enderezado todo lo que estaba torcido. Nada había más impracticable que vosotros. Mirad bien los deseos tortuosos de otro tiempo, vuestros arrebatos y vuestras inclinaciones malas y sí, no obstante, han desaparecido. Comprenderéis que no habéa nada tan impracticable como vosotros o según una fórmula más expresiva, nada había más áspero. Áspera era vuestra conducta, vuestras palabras y vuestras obras eran ásperas.

Pero mi Señor Jesús vino y aplanó vuestras rugosidades, cambió todo ese caos en caminos unidos para hacer en vosotros un camino sin tropiezos, sino bien unido y muy limpio para que Dios Padre pueda caminar en vosotros, y Cristo Señor haga en vosotros su morada y pueda decir: Mi Padre y yo vendremos y haremos morada en él.

23.- Jesús se fue a la región de Tiro (09 feb 2017).

Jesús salió de Israel: Saliendo de allí Jesús entró en la región de Tiro, nombre que quiere decir la alianza e las naciones. Con el fin de que, entre la genta de este territorio, los que creían pudieran ser salvados cuando salieran. En efecto, presta atención a estas palabras: Una mujer, una cananea, venida de estos territorios, empezó a gritar diciendo: "Ten piedad de mí, Señor, mi hija está atormentada por un demonio". A

mi parecer, si no hubiera salido de estos territorios, no habría podido acercarse a Jesús con estos gritos que brotan de una gran fe, como él mismo lo testimonió.

"Según la proporción de nuestra fe", salimos del territorio de las naciones paganas... Ciertamente hay que creer que cada uno de nosotros, cuando peca, se encuentra en el territorio de Tiro o de Sidón, o del Faraón y de Egipto, o bien de cualquier país extranjero a la herencia de Dios. Pero cuando el pecador se aleja del mal, volviendo al bien, sale de estos territorios donde ha reinado el pecado y se apresura hacia los territorios que pertenecen a Dios...

Observa también este tipo de acercamiento de Jesús hacia la mujer de Canaán, ya que parece dirigirse hacia la región de Tiro y de Sidón... Las personas justas están destinadas al reino de los cielos y a su ensalzamiento en el reino de Dios, pero los pecadores están destinados a la bajeza de su maldad...

La cananea, dejando estos territorios, dejaba esta disposición al decaimiento, a la maldad, cuando daba gritos y decía: Ten piedad de mí, Señor, hijo de David... Todas las curaciones que Jesús hizo, como los evangelistas las contaron, se efectuaron entonces para que los que las vieran tuvieran fe. Pero estos acontecimientos son solo el símbolo de todo lo que sucede por el poder de Jesús, porque no hay época donde lo que se escribe no se realiza, exactamente del mismo modo.

24.- Abrahán vio mi día. (06 abr 2017).

Dios puso a prueba a Abrahán y le dijo: "Toma a tu hijo muy amado, al que amas, Isaac, y ofrécelo en sacrificio en la montaña que te señalaré". El apóstol Pablo, al que el Espíritu había revelado los pensamientos y los sentimientos de Abrahán, declaró: Gracias a su fe, Abrahán no vaciló cuando ofreció a su hijo único en quien reposaban las promesas, porque pensaba que Dios era lo bastante poderoso para resucitarlo de entre los muertos. He aquí pues la primera ocasión donde la fe en la resurrección se manifestó. Sí, Abrahán esperaba que Isaac resucitara, creía en la realización de lo que todavía no había ocurrido jamás Abrahán sabía que en él se cumplía la prefiguración de la realidad que tenía que venir; sabía que Cristo nacería de su descendencia.

Levantando la mirada, Abrahán vio el lugar de lejos y les dijo a sus servidores. "Quedaos aquí con el asno. Mi hijo y yo iremos hasta allá arriba para adorar al Señor, luego volveremos con vosotros". ¿Dime Abrahán, dices la verdad a tus servidores cuando afirmas que vas a adorar al Señor y luego volverás con el niño? "Digo la verdad -responde Abrahán-; ofreceré al niño en holocausto, y por eso lo llevo al bosque. Después volveré con el niño. Creo con toda mi alma que Dios es lo bastante poderoso para resucitarlo de entre los muertos".

25.- El Hijo del hombre es dueño del sábado. (21 jul 2017).

Nos vemos que las palabras del Génesis: El sábado Dios descansó de sus obras se hayan cumplido en este séptimo día de la creación, ni tampoco se cumplan hoy. Vemos a Dios trabajando siempre. No hay sábado en el que Dios deje de trabajar, ningún día en el que no salga su sol sobre buenos y malos y caiga la lluvia sobre justos e injustos, donde no crezca la hierba sobre las montañas y las plantas estén al servicio de los hombres, donde no haga nacer y morir.

Así, el Señor responde a los que lo acusaban de trabajar y de curar en sábado: Mi padre está trabajando ahora, y yo también trabajo. Mostraba así que en este mundo, no hay sábado en que Dios deje de velar por el mundo y por el destino del género humano. En su sabiduría creadora no deja de ejercer sobre sus criaturas su providencia y su benevolencia hasta el fin del mundo. Pues el verdadero sábado donde Dios descansará de todos sus trabajos será el mundo futuro, cuando dolor, tristeza y gemidos desaparecerán y Dios lo será todo en todos.

26.- Jesús los llevó a una montaña alta y se transfiguró ante ellos. (25 jul 2017).

Todos los que ven a Cristo no son iluminados del mismo modo, sino según la medida de su capacidad de recibir la luz. Nuestros ojos corporales no siempre están iluminados del mismo modo por el sol. Cuanto más alto sube uno, más puede contemplar su salida y mejor percibe su resplandor y calor. Del mismo modo, cuanto más alto se eleva nuestro espíritu y sube hasta Cristo, más descubrirá el esplendor de su claridad, más intensamente será iluminado por su luz. El Señor mismo lo declara por boca del profeta: Acercaos a mí y yo me acercaré a vosotros.

Así pues no todos llegamos a Cristo de la misma manera, sino que cada uno lo hace según sus capacidades. O bien, vamos con Las multitudes hacia él para que nos sacie con el pan de sus parábolas para no desfallecer por el camino, o bien, nos quedamos a sus pies, sin preocuparnos de nada más que de escuchar su palabra, sin dejarnos distraer por las multitudes necesidades del servicio... Los que se acercan así al Señor recibirán mucha más luz. Pero si, igual que los apóstoles, no alejándonos nunca de él, permanecemos constantemente con él en las tribulaciones, Cristo nos explica en secreto lo que había dicho a las multitudes y con más claridad todavía nos iluminará. En fin, si él encuentra a alguien capaz de subir a la montaña con él, como Pedro, Santiago y Juan, este no solo será iluminado por la luz de Cristo, sino también por la voz del Padre.

27.- Vayamos a la otra orilla. (13 ago 2017).

Jesús obligó a los discípulos a subir a la barca y a esperarlo en la otra orilla, mientras despedía a la muchedumbre. La muchedumbre no podía ir hacia la otra orilla; no eran hebreos en el sentido espiritual de la palabra, que se traduce como: la gente de la otra orilla. Esta obra fue reservada para los discípulos de Jesús: irse a la otra orilla, sobrepasar lo visible y corporal, las realidades temporales, y llegar los primeros a lo invisible y eterno. Y, sin embargo, los discípulos no pudieron preceder a Jesús en la otra orilla; posiblemente quería hacerles pasar por la experiencia de que sin él no era posible llegar allí. ¿Qué barca es a la que Jesús obliga a subir a los discípulos? ¿No sería la lucha contra las tentaciones y las circunstancias difíciles?

Luego subió a la montaña, a un lugar aparte, para orar. ¿Por quién reza? Probablemente por la muchedumbre, para que, después de haber comido los panes bendecidos, no hicieran nada contrario a esta llamada de Jesús. Por los discípulos también oraba, para que no les ocurriera nada malo en el mar a causa del oleaje y el viento fuerte. Los discípulos no sufrieron ningún daño mientras el mar, las olas y el viento se ensañaban contra ellos gracias a la oración que Jesús hace a su Padre. Si un día nosotros nos enfrentarnos a tentaciones inevitables, acordémonos de que Jesús nos obligó a embarcar; no es posible alcanzar la otra orilla sin pasar por la prueba del oleaje y del viento huracanado.

28.- Cristo el buen Samaritano (09 oct 2017).

Según un texto antiguo que interpreta la parábola del buen samaritano, el hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó representa a Adán; Jerusalén, al paraíso; Jericó, al mundo; los bandidos, a las fuerzas hostiles; el sacerdote, a la Ley; el levita, a los profetas; el samaritano, a Cristo. Por otro lado, las heridas simbolizan la desobediencia, la cabalgadura, el cuerpo del Señor... y la promesa del regreso hecha por el samaritano, según este intérprete, prefigura la segunda venida de Cristo.

Este Samaritano carga con nuestros pecados y sufre por nosotros. Carga con un moribundo y lo lleva a una posada, es decir, a la Iglesia. Esta está abierta a todos, no rechaza dar su ayuda a nadie y Jesús invita a todos: Venid a mí, todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. El Samaritano, después de haber llevado a la posada al herido, no se marcha inmediatamente, sino que permanece todo el día en la posada, cerca del moribundo. Cura sus heridas no tan solo de día, sino durante la noche, rodeándolo de toda clase de cuidados... Verdaderamente, este guardián de las almas se mostró mucho más cercano y cuidadoso de los hombres que la Ley y los profetas dando pruebas de bondad hacia aquel que cayó en mano de unos bandidos y se portó como prójimo mucho más en actos que en palabras.

29.- María se puso en camino rápidamente. (12 dic 2017).

¡Oíd, que llega mi amado, saltando sobre los montes! Al principio, Cristo se dio a conocer a la Iglesia por su voz. Comenzó dejando oír su voz por medio de los profetas; sin dejarse ver, se hizo comprender. Su voz estaba en los mensajes que lo anunciaban, y a lo largo de todo este tiempo, la Iglesia Esposa, reunida desde los orígenes del mundo, tan solo le oía. Pero llegó un día en que ella le vio con sus propios ojos y dijo ¡Que llega mi amado, saltando sobre los montes!

Cada alma, si el amor del Verbo de Dios la abraza, se siente feliz y consolada cuando percibe la presencia del Esposo, cuando se encuentra delante de las difíciles palabras de la Ley y de los profetas. A medida que él se aproxima a su pensamiento para iluminar su fe, le ve brincar por los montes y colinas, y puede muy bien decir: ¡Oíd, que llega mi amado! Ciertamente, el Esposo ha prometido a su Esposa, es decir, a sus discípulos: Yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Pero eso no le impide decir también que se va para tomar posesión de su reino. Unas veces, pues el Esposo se hace presente y enseña, otras se hace el ausente y se le desea. Si queremos ver al Verbo de Dios, al Esposo del alma, Brincando por los collados, escuchemos primeramente su voz y le podremos ver.

30.- Sintió compasión de ellos. (03 feb 2018).

Jesús, el Verbo de Dios, estaba en Judea. Después de la noticia del asesinato del profeta Juan Bautista, en una barca -símbolo de su cuerpo- Jesús se fue a una tierra desierta, al descampado. En este lugar desértico, Jesús se encontraba a salvo, es decir: su palabra estaba aislada y su enseñanza iba en contra de las costumbres y las ideas de las naciones. Entonces, las gentes, esterándose de que el que es la Palabra de Dios había venido a vivir en su desierto...vinieron detrás de él, saliendo de sus ciudades, es decir, abandonaron las costumbres supersticiosas de su patria y se adhirieron a la ley de Cristo. Jesús había salido a su encuentro porque ellos eran incapaces de ir a él; acercándose a los que estaban fuera, los llevó adentro.

Jesús salió al encuentro de esta muchedumbre numerosa que estaba fuera. Derramando sobre ella la luz de su presencia, la contempla, y, viendo qué clase de gente le rodeaba, sintió compasión de ellos. Él, como Dios, está encima de sufrimiento, pero sufre a causa de su amor por los hombres. La emoción le sobrecoge en sus entrañas. No solo está conmovido, sino que los cura de todas sus enfermedades y los libra de todo mal.

31.- Él hablaba del templo de su cuerpo. (04 mar 2018).

Destruid este templo y en tres días lo levantaré. Tanto el templo como el cuerpo de Jesús son símbolos de las Iglesia. El templo será levantado y el cuerpo resucitará al tercer día, porque al tercer día resurgirá en el cielo nuevo y en la tierra nueva cuando los huesos, es decir, toda la casa de Israel se levante en el gran día del Señor, y la muerte será vencida.

Igual que el cuerpo de Jesús, sujeto a la vulnerable condición humana, fue clavado en la cruz y sepultado, y luego resucitó, así el cuerpo total de los fieles a Cristo fue clavado en la cruz con él y ya no vive. En efecto, como Pablo, cada uno de nosotros no nos glorificaremos de nada, si no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, que hizo de Pablo un crucificado para el mundo y el mundo para él. Porque hemos sido sepultados con Cristo, dice Pablo y añade, como si hubiera recibido una prenda de la resurrección: Y con él somos resucitados. Que cada uno camine por una vida nueva. Si alguien es colocado en el sepulcro en este tiempo, vendrá el día en que resucitará.

32.- No había llegado su hora. (16 mar 2018).

Muchas veces, buscar a Jesús es un bien porque es la misma cosa que buscar la Palabra, la verdad y la sabiduría. Pero me diréis que también buscan a Jesús quienes le persiguen. Por ejemplo: Buscaron una ocasión para prender a Jesús, pero nadie le puso la mano encima porque no había llegado su hora. Jesús sabe de quién se tiene que alejar y con quién puede permanecer sin ser descubierto todavía, para que quien lo busque lo encuentre en el tiempo favorable.

Cuando el Señor dice, empujado por el amor a los hombres: Me buscaréis, da a entender las cosas del reino de Dios. Para que los que le buscan no lo hagan fuera de sí mismos diciendo: "Aquí está", el evangelio les dice: El reino de Dios está dentro de vosotros. Mientras guardemos la semilla de la verdad depositada en nuestra alma y los mandamientos, la Palabra no se alejará de nosotros. Pero si el mal se extiende en nosotros y nos corrompe, entonces Jesús nos dirá: Me voy, y me buscaréis, y moriréis por vuestro pecado.

33.- Yo soy la luz. (26 abr 2018).

Cristo es la luz del mundo que ilumina a la Iglesia con su luz. Y como la luna recibe su luz del sol para que ella ilumine la noche, así la Iglesia, recibiendo la luz de Cristo, ilumina a todos aquellos que se encuentran en la noche de la ignorancia.

Cristo es, pues, la verdadera luz del mundo que con su venida al mundo ilumina a todo hombre, mientras que la Iglesia, recibiendo su luz, se hace luz del mundo, iluminando a los que están en tinieblas, según las palabras del Señor a sus discípulos: Sois la luz del mundo. De ahí que Cristo sea la luz de los apóstoles y los apóstoles, a su vez, sean la luz del mundo.

34.- Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes. (05 may 2018).

Si, pasando de la increencia a la fe, hemos pasado de la muerte a la vida, no debemos extrañarnos de que el mundo nos odie. Porque todos aquellos que no han pasado de la muerte a la vida, sino que permanecen en la muerte, no pueden amar a aquellos que han pasado de la morada tenebrosa de la muerte a los edificios hechos de piedras vivas donde reina la luz de la vida. Para nosotros, los cristianos, ha llegado el tiempo de gloriarnos, porque se nos dice: Nosotros nos gloriamos en las tribulaciones, porque sabemos que la tribulación engendra la paciencia; la paciencia, virtud probada; la virtud probada engendra esperanza, y la esperanza no falla porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.

De la misma manera que participamos en los sufrimientos de Cristo, igualmente, por Cristo, rebosamos de consuelo. Acojamos, pues, con gran fervor los sufrimientos de Cristo; que nos sean concedidos en abundancia si es que queremos ser abundantemente consolados, porque todos los que lloran serán consolados. Los que participen de los sufrimientos participarán también de la consolación en proporción a los sufrimientos que les hacen participar de Cristo. Aprendedlo del Apóstol que dijo confiado: Sabemos que si sois compañeros en el sufrir también lo sois en la consolación.

35.- ¿Por qué tenéis miedo? (27 jun 2018).

Sus discípulos se le acercan, le despiertan y le dicen: Maestro, ¿no te importa que nos hundamos? Oh bienaventurados, oh verdaderos discípulos de Dios, tenéis con vosotros al Señor, vuestro salvador, y ¿teméis hundiros? ¿Qué responden a esto los discípulos amados?

Somos como los niños pequeños, aún débiles. No somos todavía hombres valientes... Todavía no hemos visto la cruz, la pasión del Señor, su resurrección, su ascensión a los cielos, la venida del Espíritu Paráclito no nos ha hecho todavía fuertes... El Señor tiene razón cuando nos dice: ¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe? ¿Por qué no tenéis fuerza? ¿Por qué esta falta de confianza? ¿Por qué sois tan temerosos cuando tenéis junto a vosotros a aquel que es la Confianza? Aunque la muerte se os acercara, ¿no deberíais acogerla con gran constancia? Yo os daré la fuerza necesaria en todo lo que os pase: en todo peligro, en toda prueba e incluso cuando el alma salga de su cuerpo. Si en los peligros necesitáis mi fuerza para soportar cualquier contratiempo como hombres de fe, ¡cuánto más esta os es necesaria para no sucumbir cuando se presenten las tentaciones de la vida!

36.- La noche de la fe, (07 ago 2018).

Si en alguna ocasión llegáramos a caer en el escollo de las tentaciones, acordémonos de que Jesús nos apremió a subir a la barca de la prueba, queriendo que le adelantáramos al ir a la otra orilla. Pues es imposible que quienes no soportan las tentaciones de las olas y del viento contrario lleguen a la orilla. Así pues, cuando nos viéramos cercados por un sinfín de dificultades y, haciendo un moderado esfuerzo, logremos en cierto modo esquivarlas, pensemos que nuestra barca se encuentra en mar abierto, sacudid por las olas que quisieran vernos naufragar en la fe o en otra virtud.

Cuando veamos que es el espíritu del mal el que arremete contra nosotros, entonces hemos de concluir que el viento nos es contrario. Cuando soportando el viento contrario hubieran transcurrido las largas horas de la noche, esto es, de las tinieblas que acompañan a la tentación, en nuestro afán de escapar al naufrago de la fe... estaremos seguros hacia el fin de la noche, cuando la noche está avanzada y el día se echa encima, de que el Hijo de Dios se acercará a nosotros, caminando sobre las olas, para calmar nuestro mar agitado.

37.- Todos tenían los ojos fijos en él. (03 sep 2018).

Cuando Cristo entró el sábado en la sinagoga, desenrollando el libro, encontró el pasaje del profeta Isaías: El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. No fue mera casualidad, sino providencia de Dios, el que, desenrollando el libro, diera con el capítulo del profeta que hablaba proféticamente de él. El hecho de que diera precisamente con el libro del profeta Isaías, y concretamente con este pasaje, subraya el misterio de él mismo, pues dice: Me ha enviado a anunciar la Buena Nueva a los pobres, a los que no tienen Dios, ni ley, ni profetas, ni justicia, ni ninguna otra virtud. Dios lo ha enviado como mensaje a los pobres para anunciarles la libertad a los oprimidos. Y ¿hay algún ser más oprimido que el hombre antes de ser liberado y curado por Cristo?

Terminada la lectura, toda la sinagoga tenía los ojos fijos en él. También ahora en esta asamblea podéis, si lo deseáis, fijar los ojos en él. Dirigid la mirada de vuestro corazón hacia la contemplación de la Sabiduría, de la Verdad, del Hijo único de Dios, y mantened los ojos fijos en Jesús. Que todos tengan los ojos del corazón ocupados en mirar a Jesús que nos habla. Cuando vosotros miréis, su luz y su mirada harán más luminosos vuestros rostros y podréis decir: Señor, la luz de tu rostro nos ha marcado.

38.- El signo del templo. (27 nov 2018).

Destruid este templo, y en tres días yo lo levantaré de nuevo. Tanto el templo como el cuerpo de Jesús se tienen que interpretar como figura de la Iglesia, dado que está edificada con piedras vivas que van construyendo un templo espiritual dedicado a un sacerdocio santo; está edificada sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular, el auténtico templo.

A pesar de que se ve destruida la ensambladura armoniosa de las piedras del templo, ya que vosotros formáis el cuerpo de Cristo y, como está escrito en el salmo 21, todos los huesos de Cristo están descoyuntados por la vehemencia de las pruebas y tribulaciones y por aquellos que por la persecución atentan contra la unidad de la Iglesia, sin embargo, este templo será reconstruido y el Cuerpo resucitará el tercer día después del día de la iniquidad que lo arrasó y después del día en que se cumplan las promesas. Porque este tercer día verá un cielo nuevo y una tierra nueva, cuando los huesos se pongan en pie en el gran día del Señor, cuando la muerte sea vencida, cuando la resurrección de Cristo de entre los muertos, después de su pasión y muerte, se revele como el misterio de la resurrección del Cuerpo entero de la Iglesia.

39.- Preparad el camino al Señor. (09 dic 2018).

Refiriéndose a Juan, vemos escrito: Una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos. Pero lo que sigue concierne únicamente al Señor, nuestro Salvador. Porque no es Juan quien elevó los valles, sino el Señor, nuestro Salvador. Que cada uno considere qué era antes de tener fe: constatará que era un valle profundo, que descendía y se precipitaba hacia el abismo. Pero el Señor Jesús vino y envió al Espíritu Santo en su lugar; entonces todo valle fue elevado con las buenas obras y los frutos del Espíritu Santo.

Los montes y las colinas se abajarán. En estas montañas y estas colinas abajadas podemos ver las fuerzas del enemigo que se levantaban contra los hombres. En efecto, para que los valles de los cuales estamos hablando sean elevados, las fuerzas enemigas, montañas y colinas, deberán ser abajadas. El texto prosigue: Todo lo torcido se enderezará. Cada uno de nosotros estaba torcido, y la venida de Cristo, realizada en nuestras almas, nos ha enderezado. Oremos para que cada día se cumpla su venida en nosotros y podamos decir: Vivo, pero ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí.

40.- En su mano tiene el bieldo para aventar. (16 dic 2018).

El bautizo con que Jesús bautiza es por el Espíritu y el fuego. Aquel que bautiza con Espíritu Santo y fuego tiene en su mano el bieldo para aventar su parva y recoger el trigo en su granero; pero la paja la quemará en un fuego que no se apaga. Quisiera revelar por qué el Señor tiene en su mano el bieldo de aventar y de qué soplo se trata al aventar la parva, mientras que el trigo, de más peso, se acumula en un solo lugar, porque, si no sopla el viento, no se puede separar la parva del trigo.

Creo que el viento son las tentaciones, que en el conjunto de los fieles revela lo que es parva y lo que es trigo. Porque, cuando vuestra alma ha sido dominada por la tentación, no es que la tentación haya cambiado vuestra alma de trigo en parva, sino que ya erais parva, es decir, personas livianas y sin fe. La tentación no ha hecho más que desvelar vuestra naturaleza escondida. En cambio, si afrontáis la tentación con ánimo fuerte no es ella la que os hace constantes y fieles. La tentación únicamente revela las virtudes de la constancia y del esfuerzo que estaban en vosotros, pero de forma escondida. Te ha humillado y te ha hecho sentir hambre... para que reconozcas en tu corazón que el Señor tu Dios te corrige como un padre corrige a su hijo.

41.- Esta palabra de la Escritura se ha cumplido hoy. (27 ene 2019).

Cuando leéis: Enseñaba en las sinagogas y todo el mundo hablaba bien de él, no penséis que aquella gente era especialmente afortunada porque oía a Cristo, ni que vosotros estáis privados de estas enseñanzas. Si la Escritura es la verdad, Dios no ha hablado solo en las asambleas de los judíos de entonces, sino que habla hoy todavía en nuestra asamblea. Y no solo aquí, entre nosotros, sino en otras reuniones y en el mundo entero, Jesús enseña y busca los instrumentos para transmitir su doctrina. Rogad por mí para que me encuentre dispuesto y apto para cantar sus alabanzas.

Del mismo modo que Dios encontró a los profetas, Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel en tiempos en que los hombres estaban privados de las profecías, asimismo Jesús busca instrumentos para transmitir su palabra y enseñar a los pueblos en sus sinagogas. Hoy Jesús es glorificado por muchos más que en aquel tiempo en que fue conocido solo por la gente de su provincia.

42.- El hombre vive de toda palabra que sale de la boca de Dios. (30 ene 2019).

Del maná está escrito que, si se recogía en las condiciones prescritas por Dios, alimentaba; pero si se quería recoger más de la cuenta, contrariamente a lo que había mandado Dios, no era capaz de alimentar la vida de los hombres. El Verbo de Dios es nuestro maná y la Palabra de Dios que viene a nosotros trae la salud a unos y el castigo a otros. Por eso, el Señor y Salvador, el que es la palabra viva de Dios, declaró: Yo he venido a este mundo para un juicio: para dar la vista a los ciegos y para privar de ella a los que creen ver. ¡Mejor habría sido para muchos no oír nunca la Palabra de Dios que oírla con mala disposición o con hipocresía!

El mejor oyente en el camino recto de la perfección es aquel que escucha la palabra de Dios con corazón bueno y simple, recto y bien preparado, para que la palabra fructifique y crezca como en terreno abonado. Lo que digo me sirve tanto para mi propia conversión personal como para la de mis oyentes, porque yo también soy uno de aquellos que escuchan la palabra de Dios.

43.- Precursor de Cristo en su nacimiento y en su muerte. (08 feb 2019).

Admiramos a san Juan Bautista, sobre todo, por el testimonio siguiente: Entre los nacidos de mujer no hay otro mayor que Juan Bautista. Juan se ganó tal reputación que muchos llegaron a pensar que él era Cristo. Pero aún hay en él algo más admirable; Juan sin tener miedo a Herodes, ni haciendo acepción de personas, sin preocuparse del poder real, sin temer a la muerte, con la libertad de los profetas, reprendió a Herodes y le recriminó su matrimonio. Encarcelado por esta audacia, no se preocupó de la muerte ni de un juicio, cuyo fin era incierto, sino que, en medio de sus cadenas, sus pensamientos iban dirigidos a Cristo, a quien había anunciado.

No pudiendo ir a su encuentro en persona, envía a sus discípulos para que se informen: ¿Eres tú el que ha de venir, o hemos de esperar a otro? Fijaos bien como, aún desde su cárcel, Juan enseñaba. Incluso estando en este lugar tenía discípulos; incluso estando encarcelado Juan cumplía con su deber de maestro e instruía a sus discípulos. En estas circunstancias surgió el problema sobre Jesús, y Juan le envía unos discípulos. Los discípulos regresan y narran a su maestro lo que el Salvador les había encargado anunciarle. Esta respuesta es, para Juan, un arma para afrontar el combate; muere con esta certeza y a gusto se deja decapitar, asegurado, por la palabra del mismo Señor, que aquel en quién él creía era verdaderamente el Hijo de Dios.

44.- El combate espiritual. (28 mar 2019).

Si las guerras (del Antiguo Testamento) no fueran símbolo de las guerras espirituales, pienso que nunca los libros históricos de los judíos se hubieran transmitido a los discípulos de Cristo, que ha venido para traer la paz. Nunca los hubieran transmitido los apóstoles como lectura pública en las asambleas. ¿A qué servirían tales descripciones de guerras a aquellos que oyen a Jesús que dice: La paz os dejo, mi paz os doy, a aquellos a quienes manda Pablo: No os toméis la justicia por vuestra mano y: ¿No sería preferible soportar la injusticia y permitir ser despojados?

Pablo sabe muy bien que ya no tenemos que ganar batallas materiales, sino que tenemos que luchar con gran esfuerzo en nuestra alma contra nuestros adversarios espirituales. Como un jefe de ejército, nos da este precepto a los soldados de Cristo: Revestíos de las armas que Dios os ofrece para que podáis resistir a las asechanzas del diablo. Y para poder aprovecharnos de los ejemplos de nuestros antepasados en las guerras espirituales, quiso que se leyera en la asamblea el relato de sus hazañas. Así, si somos hombres espirituales, nosotros que sabemos que la ley es espiritual, nos acercaremos en estas lecturas a las realidades espirituales en términos espirituales. Así contemplaremos, a través de estas naciones que atacaron materialmente al pueblo de Israel, el poder de las naciones espirituales enemigas interiores que levantan guerras contra la Iglesia del Señor, el nuevo Israel.

45.- Todo lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. (18 may 2019).

Cuando se va a orar, es necesario presentarse, por decirlo de alguna manera, con el alma entre las manos, el espíritu elevado con la mirada puesta en Dios; antes de levantarse, apartará el espíritu de la tierra para ofrecerlo al Señor del universo, y por fin, si deseamos que Dios se olvide del mal que hemos cometido contra él, contra el prójimo o contra la recta razón, hemos de dejar todo resentimiento causado por alguna ofensa que creamos haber recibido.

Puesto que son innumerables las actitudes corporales, hemos de preferir aquellas que consisten en extender las manos y aquellas en que elevamos los ojos al cielo, para expresar con el cuerpo actitudes que son imagen de las disposiciones del alma durante la oración, si bien, las circunstancias pueden llevarnos a veces a orar sentados o incluso acostados. La oración de rodillas es necesaria cuando alguien se acusa ante Dios de sus propios pecados, suplicándole que le cure y que le absuelva. Estar de rodillas es símbolo de este prosternarse y someterse del cual habla Pablo cuando escribe: Doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre en el cielo y en la tierra. El apóstol Pablo parece hacer alusión a ello cuando dice: Que tal nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra y en el abismo.

46.- El camino que conduce a la vida es estrecho. (25 jun 2019).

Quizá pienses que el camino que Dios muestra es un camino llano y fácil, sin ninguna dificultad ni esfuerzo: no, es una subida, y una subida tortuosa. No es un camino descendente el que conduce a las virtudes, se trata de una ascensión, una angosta y difícil ascensión. Escucha al Señor cuando dice en el evangelio: El camino que conduce a la vida es estrecho y angosto. Observa, pues, la consonancia entre el evangelio y la ley. ¿Acaso no es verdad que hasta los ciegos pueden ver claramente que la ley y el evangelio han sido escritos por uno y el mismo Espíritu?

El camino por el que marcha Moisés con el pueblo elegido es también una subida tortuosa, que muestra que tanto en las obras como en la fe hay mucha dificultad y mucho esfuerzo. En efecto, a los que quieren obrar según Dios se les oponen muchas tentaciones, muchos estorbos. Para el Faraón, el que sigu a Dios se equivoca, porque el camino de la sabiduría es tortuoso. Igualmente, cuando confiesas que hay un solo Dios, y en la misma confesión afirmas que el Padre, el Hijo y el Espíritu son un solo Dios, ¡cuán tortuoso e inextricable parece esto a los infieles! Aún más, cuando dices que el Señor de la majestad fue crucificado y que el Hijo hombre ha bajado del cielo. ¡Cuán tortuosas y difíciles parecen estas cosas! El que las oye, si nos las oye con fe, dice que los que creen se equivocan; pero tú mantente firme y no dudes de esta fe.

47.- Herodes trataba de ver a Jesús. (26 sept 2019).

Como el sol y la luna iluminan nuestros cuerpos, así Cristo y la Iglesia iluminan nuestro espíritu. Por lo menos los iluminan si nosotros no somos ciegos en el espíritu. Porque así como el sol y la luna no dejan de irradiar su claridad sobre los ciegos que no ven la luz, así Cristo envía su luz a nuestro espíritu. Pero esta iluminación solo será efectiva si nuestra ceguera no les ofrece obstáculo. Pues bien, que los ciegos sigan a Cristo gritando: ¡Ten piedad de nosotros, Hijo de David!, y cuando hayan recobrado la vista, gracias a Cristo, serán iluminados por el esplendor de su luz.

Pero no todos los que ven son iluminados de la misma manera por Cristo. Cada uno lo es según la medida en la que es capaz de recibir la luz. No vamos todos a él por el mismo camino, sino cada uno va según sus propias posibilidades.

48.- Son hijos de Dios, y herederos de la resurrección. (10 nov 2019).

En el último día la muerte será vencida. La resurrección de Cristo, después del suplicio de la cruz, contiene misteriosamente la resurrección de todo el Cuerpo de Cristo. Así como el cuerpo visible de Cristo fue crucificado, sepultado y seguidamente resucitó, así también el Cuerpo entero de los santos de Cristo está crucificado con él y no vive ya en sí mismo.

Pero cuando venga la resurrección del verdadero cuerpo de Cristo, su Cuerpo total, entonces, los miembros de Cristo, que hoy son semejantes a huesos secos, se juntarán unos con otros, encontrando cada uno su lugar, y todos juntos llegaremos al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud. Entonces la multitud de los miembros formarán un cuerpo, porque todos pertenecen al mismo cuerpo.

49.- ¿No sabéis que sois el templo de Dios? (26 nov 2019).

Nosotros hemos aprendido de Pedro que la Iglesia es el cuerpo y la casa de Dios, construida con piedras vivas, una casa espiritual para un sacerdocio santo. Así podemos ver en Salomón, el hijo de David que construyó el templo, una peregrinación de Cristo: después de la guerra, cuando reinaba una gran paz, Salomón hizo construir, en la Jerusalén terrestre, un templo a la gloria de Dios. En efecto, cuando todos los enemigos de Cristo sean colocados bajo sus pies y el último enemigo, la muerte, sea vencido, entonces la paz será perfecta; cuando Cristo sea Salomón, cuyo nombre significa "pacífico", en él se cumplirá esta profecía: Con los que odian la paz, yo era pacífico.

Entonces, cada una de las piedras vivas, según lo merecido en la vida presente, será una piedra del templo: uno, apóstol o profeta, puesto en los fundamentos, sostendrá las piedras colocadas encima; otro, viniendo detrás de los que son fundamentos, sostenido él mismo por los apóstoles, cargará con otros más débiles; otro será una piedra en el interior, allí donde se encuentra el arca con los querubines y el propiciatorio; otro, la piedra del vestíbulo, y otro, fuera del vestíbulo de los sacerdotes y los levitas, será la piedra del altar donde se hacen las ofrendas de las cosechas. Todo eso se cumplirá cuando la paz sea perfecta.

50.- Mientras tengáis luz, caminad para que no os sorprendan las tinieblas. (28 nov 2019).

Desde que vino el Salvador ha llegado el fin del mundo. Él mismo lo dijo al situarse al final de los tiempos: Arrepentíos, porque está llegando el reino de los cielos, pero retrasa el día de la consumación, no deja que se manifieste. Porque Dios Padre, viendo que la salvación de las naciones tenía que venir por Jesús, le dijo: Pídemelo y te daré en herencia las naciones, en posesión los confines de la tierra. Así, pues, hasta el cumplimiento de esta promesa del Padre, hasta que la Iglesia no se desarrolle en las distintas naciones y todos formen parte de ella, para que todo Israel se salve, el día se prolongará, el ocaso se retrasará.

El sol de justicia no se pone nunca, sino que continúa derramando la luz de la verdad en el corazón de los fieles. Pero cuando la medida de los fieles esté colmada y cuando haya llegado la época degenerada y corrompida de la última generación, cuando a causa de la magnitud de mal, la caridad de muchos hombres se enfríe, entonces, los días se acortarán. Si, el mismo Señor sabe prolongar la duración de los días cuando es el tiempo de salvación y sabe acortarlos en el momento de la tribulación y de la perdición. En cuanto a nosotros, mientras sea de día y se prolongue este tiempo de luz, portémonos con dignidad, como quien vive en pleno día, y cumplamos las obras de la luz.

51.- Estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre. (19 dic 2019).

El nacimiento de Juan está lleno de milagros. Un arcángel ha anunciado la venida de nuestro Señor y Salvador; de la misma manera un arcángel anuncia el nacimiento de Juan: Estará lleno del Espíritu Santo desde el seno de su madre. El pueblo no reconocía a nuestro Señor, que hacía signos y prodigios y curaba sus enfermedades, pero Juan ya desde el seno materno exulta de gozo. Al llegar la madre de Jesús, no pudiéndose contener, intenta ir a su encuentro. En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Estando todavía en el seno de su madre, Juan ya recibió el Espíritu Santo.

Seguidamente dice la Escritura: Convertirá a muchos israelitas al Señor, su Dios. Juan convertirá a "muchos"; el Señor, no a muchos sino a todos. En efecto, esta era su obra, llevar al mundo entero hasta Dios, Padre. Irá delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías. Como en todos los profetas, había en Elías poder y espíritu... El Espíritu y el poder que se habían posado sobre Elías vinieron sobre Juan. Fue el precursor del Señor, y murió antes que él para descender hasta el país de los muertos y anunciar allí su venida.

52.- El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. (27 dic 2019).

Mateo, escribiendo para los judíos que esperan al hijo de Abrahán y de David, dice: Genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán; y Marcos, sabiendo bien lo que escribe, pone: Principio del evangelio. El fin del evangelio lo encontramos en Juan: este es el Verbo que estaba al principio, La Palabra de Dios. Pero Lucas también reserva para el que reposó en el pecho de Jesús los discursos más grandes y más perfectos sobre el Señor. Ninguno de ellos mostró su divinidad de manera tan absoluta como Juan, que le hace decir: Yo soy la luz del mundo, Yo soy el camino, la verdad y la vida, Yo soy la resurrección, Yo soy la puerta, Yo soy el buen pastor, y, en el Apocalipsis: Yo soy el alfa y la omega, el principio y el fin, el primero y el último.

De todas las Escrituras, los evangelios son las primicias y, entre los evangelios, las primicias son las de Juan, y solo lo puede entender el que estuvo recostado en el pecho de Jesús y recibió de Jesús a María como madre. Cuando Jesús le dice a su madre: He aquí a tu hijo y no: "He aquí que este hombre es también tu hijo", es como si le dijera: "He aquí a tu hijo a quien diste a luz". En efecto, quien llega a la perfección no vive en él, sino que es Cristo quien vive en él. Para interpretar con exactitud el evangelio de Juan, hay que poder decir en toda verdad: Nosotros tenemos el pensamiento de Cristo para conocer las gracias que Dios nos ha concedido.

53.- Expulsa los demonios. (27 ene 2020).

Reconoce que en ti ha surgido un nuevo rey, un rey de Egipto. Es él quien te requiere para sus trabajos, te obliga a fabricar ladrillos y mortero. Es él quien te impone capataces y vigilantes, el que te empuja a través del látigo y de la vara a trabajos forzosos. Este rey de Egipto sabe que la guerra es inminente. Presiente la venida de aquel que puede despojar sus principados y potestades, triunfar sobre ellas con audacia y clavarlas en el madero de la cruz. Por eso declara: ¡El pueblo de Israel es más fuerte que nosotros! Venceré sobre él si no acojo los malos pensamientos y los deseos perversos que él me inspira, si rechazo sus flechas incendiarias con la armadura de la fe, si cada vez que hace alguna insinuación a mi alma, acordándome de Cristo, mi Señor, le digo: Vete, Satanás, porque está escrito: "Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo servirás".

Porque el Señor Jesús viene para someter a los principados, dominaciones y potestades, para sustraer a los hijos de Israel a las violencias de sus enemigos, para enseñarnos de nuevo a ver a Dios en espíritu, a abandonar los trabajos del faraón, a salir de la tierra de Egipto, a renunciar a las bárbaras costumbres de los egipcios, a abandonar al hombre viejo corrompido por deseo de placer y a revestirnos del hombre nuevo creado según Dios, a renovar nuestro interior día a díasegún la imagen del que nos ha creado, Jesucristo, nuestro Señor, a quien sean dadas la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén.

54.- Entonces se puso a enseñarles con calma. (08 feb 2020).

Indícame, amor de mi alma, dice la esposa del Cantar, dónde apacientas el rebaño, donde lo llevas a sestear a mediodía. En el salmo veintidós el profeta la pone bajo la guardia del mismo pastor y habla también del mismo lugar que la esposa cuando dice: El señor es mi pastor; nada me falta. Sabía que los demás pastores, por pereza o inexperiencia, llevaban a sus ovejas a pastos más áridos. Por eso dice del Señor, el perfecto pastor: En verdes praderas me hace recostar. Me conduce hacia fuentes tranquilas y repara mis fuerzas. Con ello enseña que este pastor no solo da a sus ovejas aguas abundantes, sino también sanas y puras, que apagan su sed perfectamente.

Esta primera enseñanza del pastor es la de los principios; la siguiente se refiere al progreso y a la perfección. Este buen pastor hablando del pasto de las ovejas, dice que es el pastor pero también la puerta: Quien entre por mí se salvará, y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. La esposa llama "mediodía" a esos lugares secretos del corazón donde el Verbo divino concede al alma una luz más fuerte de ciencia. Pues al mediodía es el momento en que el sol alcanza el punto más alto de su recorrido. Pues si Cristo, Sol de justicia, manifiesta a su Iglesia los secretos más sublimes de sus virtudes, le descubre también pastos agradables y lugares de reposo al mediodía. Como la esposa busca ahora sus bienes más perfectos y desea unas realidades superiores, pide que le dé la luz del conocimiento a su mediodía.

55.- El Hijo del hombre es señor del sábado. (17 jul 2020)

El sábado fue instituido como un día sagrado. Veamos pues en qué consiste la observancia del sábado para los cristianos. El sábado no se debe realizar ninguna obra que pertenezca a este mundo; debemos abstenernos de todas las obras terrenas y entregarnos a obras espirituales, ir a la iglesia, estar atentos a la lectura de la Escritura y a las explicaciones que de ella se dan, pensar en las cosas del cielo, ocuparnos de la esperanza de la vida futura, tener ante los ojos el juicio que nos aguarda, meditar, no las realidades visibles y presentes, sino las realidades futuras e invisibles.

En este día los lectores que proclaman la Santa Escritura no interrumpen sus funciones y, sin embargo, no profanan el sábado. El mismo Señor reconoció: ¿No habéis leído que los sacerdotes en el templo no practican el descanso del sábado y no cometen ninguna falta? Así pues, el que se abstiene de las obras de este mundo y se dedica a actividades espirituales, este es el que ofrece el sacrificio del "sábado", cada uno se queda en su casa y no sale de ella. ¿Cuál es, pues, la casa del alma espiritual? Esta casa es la justicia, la verdad, la sensatez, la santidad; todo esto es Cristo, la casa del alma.

56.- Realmente eres Hijo de Dios. (09 ago 2020)

Cuando sobrevengan los momentos de prueba, estemos seguros de que, cuando la noche esté avanzada y el día se eche encima, el Hijo de Dios se acercará a nosotros, caminando sobre las olas. Cuando le veamos venir así, nos sobrecogerá una turbación hasta que comprendamos claramente que es el Salvador que ha venido entre nosotros. Creyendo ver un fantasma, gritaremos de espanto, pero él nos dirá inmediatamente: ¡Ánimo, soy yo, no tengáis miedo! Es posible que estas palabras que nos dan seguridad hagan surgir en nosotros un Pedro en camino hacia la perfección, que bajará de la barca, seguro de haber escapado de la prueba que le sacudía.

Al principio su deseo de salir al encuentro de Jesús le hará caminar sobre las aguas. Pero siendo su fe todavía insegura y dudando de sí mismo, se dará cuenta de la fuerza del viento, tendrá miedo y empezará a hundirse. Sin embargo, saldrá de este peligro porque lanzará a Jesús este gran grito: ¡Señor, sálvame! Y apenas este otro Pedro haya acabado de decir ¡Señor, sálvame!, el Verbo extenderá la mano para socorrerle, lo agarrará en el momento en que comenzaba a hundirse, reprochándole su poca fe y sus dudas.

57.- Sus ejércitos, servidores de sus deseos. (02 oct 2020)

Los ángeles descienden a los que tienen que salvar. Los ángeles subían y bajaban sobre el Hijo del hombre; y se le acercaban y le servían. Ahora bien, los ángeles descendían porque Cristo había descendido primero; temían descender antes de que se lo ordenara el Señor de todas las cosas- Pero cuando han visto al Príncipe de los ejércitos celestiales permanecer sobre la tierra, entonces, a través de este camino abierto por él, han seguido a su Señor, obedientes a la voluntad de aquel que los puso como guardianes de todos los que creen en su nombre.

Estad atentos, dice el Señor, para no menospreciar a ninguno de estos pequeños de la Iglesia, porque, en verdad os lo digo, sus propios ángeles ven constantemente el rostro de mi Padre que está en los cielos. Los ángeles están consagrados a tu salvación, y se dedican al servicio del Hijo de Dios y dicen entre ellos: "Si él ha descendido tomando un cuerpo, si se ha revestido de una carne mortal, si ha soportado la cruz, si ha muerto por todos los hombres, ¿por qué descansar, por qué ahorrarnos trabajo? ¡Vayamos, ángeles todos, descendamos del cielo!" Por eso, cuando Cristo nació había una multitud de los ejércitos celestiales alabando y glorificando a Dios.

58.- La palabra de los apóstoles Simón y Judas resuena en toda la tierra. (28 oct 2020)

Si para hacerlos ministros de sus enseñanzas, Jesús hubiera escogido hombres sabios según la opinión pública, capaces de captar y de expresar ideas agradables a los oídos de las multitudes, habrían sido sospechosos de haber predicado según el método de los filósofos, y de carácter divino de su doctrina no habría aparecido en toda su evidencia. Su doctrina y su predicación habría consistido en persuasivos discursos de sabiduría y nuestra fe reposaría en la sabiduría de los hombres y no en el poder de Dios. Pero cuando vemos pescadores y publicanos sin instrucción que con audacia discuten con los judíos de la fe en Jesucristo, que lo predican en el resto del mundo, y logran conversiones, ¿cómo no admitir que la palabra de Jesús: Venid conmigo y os haré pescadores de hombres se realizó en sus apóstoles po medio de un poder divino?

Pablo también manifiesta este poder cuando escribe: Mi palabra y mi mensaje no tenían nada de un persuasivo discurso de sabiduría, era la demostración del Espíritu y del poder de Dios. Esto es lo que dijeron los profetas, cuando anunciaron anticipadamente la predicación del evangelio: El Señor dará su palabra a los mensajeros de la Buena Nueva con gran poder para que su palabra corra veloz. Y de hecho vemos que voz de los apóstoles de Jesús resuena en toda la tierra y sus palabras hasta los confines de la tierra.

59.- Cuando se fue acercando, al ver la ciudad, lloró por ella.(19 nov 2020)

Llegará un día en que tus enemigos te rodearán con trincheras, te cercarán y te acosarán por todas partes. No lo niego; Jerusalén ha sido destruida a causa de su ceguera, pero pregunto: ¿el llanto no se refería a nuestra Jerusalén? Porque nosotros somos aquella Jerusalén sobre la que Jesús lloró, nosotros que imaginamos tener una mirada tan penetrante. Si, una vez instruidos sobre los misterios de la verdad, después de haber recibido la palabra del evangelio y la doctrina de la iglesia, alguien de entre nosotros peca, provocará lamentos y llantos, porque no se llora sobre los paganos, sino sobre aquel que, después de haber formado parte de Jerusalén, se ha separado de ella.

Hay llanto sobre nuestra Jerusalén porque a causa de sus pecados los enemigos vana sitiarla, es decir, las fuerzas adversas, los espíritus malos, levantarán en torno a ella trincheras, la sitiarán, y no quedará piedra sobre piedra. Esto es lo que sucede cuando después de largos años de continencia y de castidad, el hombre sucumbe, vencido por las seducciones de la carne. Esta es la Jerusalén sobre la cual se llora.

60.- Fundamento sobre la roca. (03 dic 2020).

Cuando afrontáis con valentía las tentaciones, no es la tentación la que os hace fieles y constantes, sino que tan solo revela que las virtudes de constancia y valentía estaban ya en vosotros, pero de manera escondida. ¿Crees, dice el Señor, que hablando así tenía yo otro fin que mostrar tu justicia? Y en otra parte dice: Te he afligido y te he hecho sentir hambre para que se manifieste lo que había en tu corazón.

De igual manera la tempestad no hace que el edificio construido sobre arena sea sólido. Si quieres construir, que sea sobre piedra. Entonces, cuando se levante la tempestad, no derrumbará lo que está fundamentado en la piedra; pero lo que tiembla sobre la arena, demuestra que sus fundamentos no valen nada. Por eso, antes de que se levante la tempestad, de que se desencadenen ráfagas de viento, de que se desborden los torrentes, cuando todavía permanezca todo en silencio, pongamos toda nuestra atención en el fundamento del edificio, construyamos nuestra morada con las variadas y sólidas piedras de los mandamientos de Dios. Así cuando se desencadene la persecución y se levante una cruel tormenta sobre los cristianos, podremos demostrar que nuestro edificio está fundamentado en la roca, Cristo Jesús.

61.- Grande a los ojos del Señor. (19 dic 2020).

Al ver al ángel, Zacarías se turbó. De hecho, cuando una figura desconocida se presenta a los ojos humanos, esto confunde la inteligencia y atemoriza al corazón. Por eso, el ángel, conociendo la naturaleza humana, se adelanta a su temor por medio de estas palabras: No temas Zacarías. Reconforta su alma asustada y la llena de alegría con este nuevo mensaje: Isabel, tu mujer, te dará un hijo, a quien le pondrás por nombre Juan y te llenará de gozo y de alegría. Incluso ahora el nacimiento de Juan es para todo el mundo el anuncio de una feliz noticia. Está escrito que Juan será grande a los ojos del Señor. Esas palabras revelan la grandeza del alma de Juan, la grandeza que aparece a la mirada de Dios. Pero también hay cierta pequeñez del alma. Es así, al menos, como comprendo este pasaje del evangelio: No menospreciéis ni a uno de estos pequeños que están en la Iglesia. No se nos pide que no menospreciemos al que es grande, porque el que es grande no puede ser despreciado; sino que no menospreciéis ni a uno de estos pequeños; "pequeños" no es una palabra tomada al azar.

62.- Precursor de Cristo en su nacimiento y en su muerte. (05 feb 2021).

Entre los nacidos de mujer, no hay otro mayor que Juan Bautista; el Bautista mereció tal reputación que muchos llegaron a pensar que era Cristo. Pero aún hay en él algo más admirable: el tetrarca Herodes gozaba de un poder real que podía. Incluso, hacerle morir cuando quisiera. Pues bien, Herodes había cometido una acción injusta y contraria a la ley de Moisés quedándose con la mujer de hermano. Juan, sin tenerle miedo, ni haciendo acepción de personas, sin preocuparse del poder real, sin temer a la muerte, conociéndose todos estos peligros, con la libertad de los profetas reprendió a Herodes y le recriminó su matrimonio. Encarcelado por esta audacia, no se preocupó de la muerte, ni de un juicio cuyo fin era incierto, sino que, en medio de sus cadenas, sus pensamientos iban dirigidos a Cristo, a quien había anunciado.

No pudiendo ir a su encuentro en persona, envía a sus discípulos para que se informen: ¿Eres tú el que ha de venir o hemos de esperar a otro? Incluso desde la cárcel, Juan enseñaba. Incluso estando en este lugar tenía discípulos; incluso estando encarcelado Juan cumplía con su deber de maestro e instruía a sus discípulos a través de las conversaciones sobre Dios que tenía con ellos.

63.- Muchos vendrán de Oriente y de Occidente. (26 jun2021).

Ya no beberé del fruto de la vid hasta el día en que lo beba con vosotros, de nuevo, en el reino de mi Padre. El Salvador nos espera para beber el vino con nosotros; nos espera para regocijarse. ¿Hasta cuándo esperará?. Hasta que haya consumado su obra, hasta que todos seamos sometidos a Cristo, y Cristo a su Padre. Cuando haya consumado su obra y haya llevado a toda criatura a su perfecto culmen, entonces podrá decir que "se somete" en aquellos que él sometió al Padre, aquellos en quienes consumó la obra que su Padre le había confiado, para que Dios lo fuera todo en todas las cosas.

Los santos que nos han precedido también nos esperan, a pesar de nuestra lentitud; su felicidad no es perfecta, mientras tengan tiempo para llorar nuestros pecados. El apóstol nos sirve de testigo: Dios ha dispuesto que no llegaran ellos sin nosotros a la perfección. Si eres santo, serás feliz al partir de esta vida, pero esta alegría no será plena hasta que no falte ningún miembro del Cuerpo que formamos todos juntos. Entonces nuestro gran Sacerdote beberá del vino nuevo en el cielo nuevo, sobre la tierra nueva, en el hombre nuevo, con los hombre nuevos, con los que cantan el cántico nuevo.

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