SANTA CATALINA DE SIENA

21.08.2021

1.- En el que cree en el Hijo posee la vida eterna; el que no crea en el Hijo no verá la vida. (31 jul 2014).

Santa Catalina oyó que Dios decía: En el último día del juicio, cuando el Verbo, mi Hijo revestido de mi majestad, venga a juzgar al mundo con su poder divino, no vendrá como pobre y miserable tal como s presentó cuando nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o tal como murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que la dejé sufrir como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así como vendrá en el momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor de su propia persona.

A los justos les inspirará, al mismo tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno conmigo y, en virtud de la naturaleza humana, su rostro es igualmente inmutable porque tiene asumida la gloria de la resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá temible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos. Es así como los réprobos verán a mi Hijo: en la tiniebla, el odio y la confusión. Será por culpa de su propia enfermedad y no a causa de la majestad divina con la que mi Hijo aparecerá para juzgar al mundo.

2.- Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. (17 oct 2014).

Dios me dijo: "Nadie escapa de mi mano, porque yo soy el que soy y vosotros no sois vosotros mismos. Existís por mí. Soy el creador de todas las cosas que participan de mi ser y no del pecado, que no es creación mía. Por tanto, el pecado no es digno de ser amado. La criatura me ofende porque ama lo que no tiene que amar, el pecado. Al hombre le es imposible salir de mí ser. O bien, permanece en mí bajo el peso de la justicia que castiga sus faltas. O bien permanece en mí guardado por mi misericordia. Abre, pues, los ojos de tu inteligencia y mira mi mano: verás que digo la verdad".

Entonces, al abrir los ojos del espíritu para obedecer al Padre, ví el universo entero enfermo metido en la mano del Padre. Y Dios me dijo: "Hija mía, mira ahora y sábete que nadie puede escapar de mi mano. Todos están cogidos por la justicia o por la misericordia, porque todos me pertenecen, son creados por mí y los amo infinitamente. Sea la que fuera su malicia, les haré misericordia a causa de mis siervos; escucharé la petición que me presentas con tanto amor y tanto dolor..." Entonces, mi alma, como embriagada y fuera de sí en un infinito ardor de amor, sintió a la vez felicidad y dolor. Feliz, por la unión con Dios, gustando su gozo y su bondad sumergida en su misericordia; y sufriendo por ver ofendida tan gran bondad.

3.- Os he dado ejemplo para que también vosotros hagáis lo mismo.

(02 abr 2015).

Ardientemente he deseado comer esta Pascua con vosotros, antes de padecer. Acordándome de estas palabras de vuestro Salvador, si me preguntáis qué Pascua deseo tener con vosotros a mi vuelta, os responderé: la Pascua del Cordero inmolado, la misma que él hizo de sí mismo cuando se dio a sus discípulos. ¡Oh manso Cordeo pascual, preparado por el fuego del amor de Dios sobre la cruz sanísima! ¡Alimento divino, fuente de felicidad, de alegría y de consuelo! Nada falta, ya que para tus servidores tú mismo te hiciste mesa, alimento y servidor. El Verbo, el Hijo único de Dios, se entregó con un inmenso fuego de amor.

¿Quién nos presenta la Pascua hoy? El Espíritu Santo servidor. A causa del amor sin medida que nos tiene, no se contentó con que otros nos sirvieran, sino que él mismo quiere ser nuestro servidor. Es en esta mesa donde mi alma desea estar para comer la pascua antes de morir. Sabed que es bueno que nos presentemos a la mesa desnudos y vestidos a la vez: desnudos de todo amor propio, de todo atractivo por este mundo, de toda negligencia y de toda tristeza -porque una mala tristeza deseca el alma- y revestidos de esta caridad ardiente de Cristo.

4.- La desesperación de Judas. (23 mar 2016).

Judas fue presa de remordimientos; devolvió las treinta monedas a los dirigentes de los sacerdotes y ancianos, diciendo: "He pecado entregando a este hombre inocente" Ellos le replicaron: "A nosotros qué nos importa. Tú verás". Él se fue y se ahorcó. Dios decía a santa Catalina: -El pecado imperdonable, en este mundo y en el otro, es aquel que, despreciando mi misericordia, no quiere ser perdonado. Por esto lo tengo por el más grave, porque la desesperación de Judas me entristeció más a mí mismo y fue más dolorosa para mi hijo que su misma traición. Los hombres serán condenados por este falso juicio que les hace creer que su pecado es más grande que mi misericordia. Serán condenados por su injusticia cuando se lamentan de su suerte más que de la ofensa que me hacen a mí.

Porque ésta es su injusticia: que no me devuelvan lo que me pertenece ni se concedan a sí mismos lo que les pertenece. A mí me deben amor, el arrepentimiento de su falta y la contrición; me los han de ofrecer a causa de sus faltas, pero hacen justo lo contrario. No tiene amor y compasión más que por ellos mismos ya que no saben más que lamentarse sobre los castigos que les esperan. Ya ves, cometen una injusticia y por esto se descubren doblemente castigados por haber menospreciado mi misericordia.

SANTA CATALINA DE SIENA
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5.- Intentaba ver quién era Jesús. (15 nov 2016).

Le escribo con el deseo de que sea un buen pastor, que apacienta y gobierna con celo las ovejas que le han sido confiadas, imitando en esto al dulce Dueño de la verdad, que dio su vida por nosotros, sus ovejas descarriadas alejadas del camino de la gracia.

Es verdad...que no podemos hacer esto sin Dios, y que no podemos poseer a Dios permaneciendo sobre la tierra. Pero aquí un buen remedio: ya que el corazón es de reducido tamaño, hay que hacer como Zaqueo, que no era grande, y se subió a un árbol para ver a Dios. Su celo le mereció oír estas palabras: Zaqueo, baja y vete a casa porque hoy voy a comer contigo.

Debemos hacer lo mismo si somos bajos, cuando tenemos el corazón estrecho y poca caridad: hay que subir sobre el árbol de la santa cruz, y allí veremos, tocaremos a Dios. Allí encontraremos el fuego de su caridad indecible, el amor que lo empujó hasta la vergüenza de la cruz, que lo exaltó, y le hizo desear con el ardor del hambre y de la sed, el honor de su Padre y nuestra salvación...

Si lo queremos, si nuestra negligencia no pone obstáculos, podemos, subiendo al árbol de la cruz, cumplir en nosotros esta palabra, sacada de la boca de la Verdad: Cuando sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mi.

En efecto, cuando el alma se eleva así, ve los beneficios de la bondad y el poder del Padre, ve la clemencia y la abundancia del Espíritu Santo, es decir este amor indecible que tiene Jesús desplegado sobre el bosque de la cruz. Los clavos y las cuerdas no podían retenerlo; había solo caridad... Suba sobre este árbol santo, donde están las frutas maduras de todas las virtudes que lleva el cuerpo del Hijo de Dios; corra con ardor. Quede en el amor santo y dulce de Dios. Jesús dulce, Jesús amor.

6.- Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador. (15 nov 2016).

Dios dijo a santa Catalina: ¿Sabes lo que yo hago cuando mis servidores quieren seguir la doctrina del dulce Verbo de amor? Los podo para que produzcan mucho fruto y para que sus frutos sean dulces y no salvajes. El labrador poda los sarmientos de la vid para que produzcan un vino mejor. A mis servidores los podo a través de muchas tribulaciones para que produzcan frutos más abundantes y mejores, y para probar su virtud; pero a los que se quedan estériles los corto y los echo al fuego.

Los auténticos servidores trabajan bien su alma; arrancan de ella todo lo que es amor propio y remueven la tierra de su amor por mí. Así fertilizan y hacen crecer la semilla de la gracia que han recibido en el santo bautismo. Cultivando su viña, cultivan al mismo tiempo la de su prójimo. Cultivando su viña, cultivan al mismo tiempo la de su prójimo. Acuérdate de que todo mal y todo bien se hacen siempre por y para el prójimo. Por eso vosotros sois mis viñadores, salidos de mí, el eterno viñador. Soy yo quien os ha unido e injertado a esta vid gracias a la unión que he establecido con vosotros. Todos juntos sois una sola vid universal, estáis unidos a la vid del cuerpo místico de la santa Iglesia de la que obtenéis la vida. En esta vid está plantada la cepa de mi Hijo único sobre el que habéis sido injertados para tener vida para siempre.

7.- Esta es mi sangre. (29 mar 2018).

¡Oh Amor inestimable! Revelando tus secretos, me has dado el remedio dulce y amargo a la vez que me cura de mis enfermedades, que me arranca de mi ignorancia y de mi negligencia. Me has demostrado tu bondad y los ultrajes que has sufrido de parte de todos los hombres, entre ellos de los ministros sagrados. Me haces llorar por mí misma, pobre pecadora, y por los que viven miserablemente, más muertos que vivos, tú que eres la bondad infinita. Te pido insistentemente: ¡Ten misericordia del mundo y de tu Iglesia santa!

Oh, pobre de mí, mi alma está dolorida a causa del mal que he cometido. No tardes, Señor, en hacer misericordia al mundo, accede a cumplir los deseos de tus servidores... Desean la sangre por la que has lavado la iniquidad y borrado la mancha del pecado de Adán. Esta sangre nos pertenece ya que en ella nos ofreces un baño. Tú no quieres ni puedes negársela a quien te la pide sinceramente. Da, pues, el fruto de esta sangre a tus criaturas. Por esta sangre, te piden que tengas misericordia de este mundo.

8.- Pedid y recibiréis. (05 oct 2018).

Tu verdad ha dicho que si llamamos nos responderán, que si llamamos, nos abrirán, que si pedimos, recibiremos. Oh Padre eterno, tus servidores están clamando tu misericordia. Respóndeles pues. Porque sé que la misericordia es propiedad tuya y por eso no puedes rechazar a quien te la pode. Están golpeando la puerta de tu verdad, puesto que es en tu verdad, en tu Hijo, donde conocen el amor inefable que tú tienes al hombre. Por eso golpean tu puerta. Por eso el fuego de la caridad no podrá dejar de abrir a los que llaman con perseverancia.

Abre, pues, dilata, rompe los corazones endurecidos de aquellos que tú mismo has creado; si no lo haces por los que no llaman, al menos hazlo por tu infinita bondad y por el amor de los servidores que claman a ti por los demás. Escúchalos, Padre eterno. Abre la puerta de tu caridad ilimitada que nos ha llegado por la puerta del Verbo. Sí, yo sé que tú abres antes de que llamemos porque, con la voluntad y el amor que tú les has dado, tus siervos golpean y te llaman, por tu honor y por la salvación de sus almas. Dales, pues, el pan de vida, es decir, el fruto de la sangre de tu Hijo único.

9.-Creo en la comunión de los santos. (01 nov 2018).

[Dios dijo a santa Catalina:] El alma justa que acaba su vida en caridad y ligada con el amor no puede crecer en las virtudes, porque pasó el tiempo; pero puede amar con aquel amor con que viene a mí, y con esta medida será medida. Así es que siempre me desea y cada vez más, pero no queda frustado su deseo, sino que, teniendo hambre, se sacia, y saciándose tiene hambre; pero el hastío está muy lejos de esta hartura y la congoja del hambre. En el amor gozan mi eterna visión, participando de aquel bien que yo tengo en mí mismo y doy a cada cual según la medida del amor con que vinieron a mí.

Ellos se gozan y alegran, participando del bien los unos de los otros con el afecto de la caridad, además del bien universal con que todos se huelgan. También se regocijan y alegran con los ángeles, entre quienes fueron colocados según las diversas y varias virtudes que tuvieron en el mundo, estando todos unidos con el vínculo de la caridad. Tienen singular participación con aquellos a quienes amaban en el mundo con singular cariño, por cuyo amor crecían en gracia, creciendo en virtud, y uno daba motivo al otro de manifestar la gloria y alabanza de mi nombre en ellos y en el prójimo. Para dicha suya, en la vida eterna no pierden, antes bien, conservan dicho amor.

SANTA CATALINA DE SIENA
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10.-Partió los panes... repartió también los dos peces entre todos. Y todos quedaron saciados. (08 ene 2019).

[Jesús dijo a santa Catalina:] Es toda la Esencia divina la que, bajo la blancura del pan, recibís en este dulcísimo sacramento. Así como el sol es indivisible, así Dios se encuentra todo entero y el hombre también todo entero en la blancura de la hostia. Aunque se dividiera la hostia en mil migajas, si esto fuera posible, en cada una de ellas estoy yo, Dios entero, hombre todo entero, como te he dicho.

Supongamos que muchas personas vinieran a buscar luz con sus cirios. Una trae un cirio de una onza, la otra de dos onzas, una tercera de tres onzas, esta de una libra, aquella aún mayor. Todas se acercan a la luz y cada una enciende su cirio. En cada cirio encendido, cualquiera que sea su volumen, se ve, desde el mismo instante que se enciende, la luz entera, su color, su calor, su resplandor... De igual manera ocurre con los que se acercan a este sacramento. Cada uno lleva su cirio, es decir, el santo deseo con el cual recibe y toma este sacramente. El cirio se apaga, y se enciende al recibir este sacramento. Digo que se apaga porque vosotros, por vosotros mismos, no sois nada. Os he dado la materia con la cual podéis recibir y conservar en vosotros esta luz. Esta materia es el amor, porque yo os he creado por amor; por eso vosotros no podéis vivir sin amor.

11.-El Todopoderoso ha hecho obras grandes por mí. (31 may 2019).

María, templo de la Trinidad, hogar de fuego divino, tú eres el tallo nuevo que ha producido la flor que perfuma al mundo, el Verbo, el Hijo único de Dios. En ti, tierra fecunda, fue depositado el germen de este Verbo. Tú has escondido el fuego en las cenizas de nuestra humanidad. Vaso de humildad donde arde la luz de la sabiduría verdadera, por el fuego de tu amor, por la llama de tu humildad, has atraído hacia ti y hacia nosotros al Padre eterno.

Gracias a esta luz, María, nunca te has parecido a las vírgenes insensatas, sino que rebosas de virtud y de prudencia. Por eso has querido saber cómo se podía realizar lo que el ángel te anunciaba. Tú sabías que para Dios todo es posible. No tenías duda alguna. ¿Por qué, entonces dices: No conozco varón? No te faltaba la fe. Era la humildad profunda la que te hacía decir esto. No dudabas del poder de Dios, te considerabas indigna de tan gran prodigio. Si te turbó la palabra del ángel, no era por temor: era más bien por admiración. ¿Y qué admirabas, pues, María, sino la inmensidad de la bondad de Dios? Mirándote a ti misma, te juzgabas indigna de esta gracia y quedabas turbada. Tu pregunta es la prueba de tu humildad. No eras presa del temor, sino de la admiración ante la inmensa bondad.

12.-Pedid y recibiréis. (28 jul 2019).

Tu verdad ha dicho que si llamamos nos responderán, que si llamamos, nos abrirán, que si pedimos, recibiremos: oh Padre eterno, tus servidores están clamando tu misericordia. Respóndeles, pues. Porque sé que la misericordia es propiedad tuya y por eso no puedes rechazar a quien te la pide. Están golpeando la puerta de tu verdad, puesto que es en tu verdad, en tu Hijo, que conocen el amor inefable que tú tienes al hombre. Por eso llaman a tu puerta, porque el fuego de la caridad no puede no abrir a los que llaman con perseverancia.

Abre, pues, dilata, rompe los corazones endurecidos de aquellos que tú mismo has creado. Escúchalos, Padre eterno... Abre la puerta de tu caridad ilimitada, que nos ha llegado por la puerta del Verbo. Sí, yo sé que tú abres antes de que llamemos porque es con la voluntad y el amor que tú les has dado que tus siervos golpean y te llaman, por tu honor y por la salvación de sus almas. Dales, pues, el Pan de vida, es decir, el fruto de la sangre de tu Hijo único.

13.-El que cree en el Hijo posee la vida eterna;

el que no crea en el Hijo no verá la vida. (01 ago 2019).

[Santa Catalina oyó que Dios le decía:] En el último día del juicio, cuando el Verbo, mi Hijo, revestido de mi majestad, venga a juzgar al mundo con su poder divino, no vendrá como pobre como se presentó cuando nació del seno de la Virgen, en un establo y en medio de animales, o como murió, entre dos ladrones. Entonces, en él mi poder estaba escondido; como hombre le dejé sufrir dolores y tormentos. No fue, en absoluto, que mi naturaleza divina se separara de la naturaleza humana, sino que le dejé sufrir como a hombre para expiar vuestras faltas. No, no es así como vendrá en el momento supremo: vendrá con todo su poder y con todo el esplendor propio de su persona.

A los justos les inspirará, al mismo tiempo que un temor respetuoso, un gran júbilo. No es que su rostro cambie: su rostro, en virtud de su naturaleza divina, es inmutable porque no es sino uno conmigo, y en virtud de la naturaleza humana su rostro es igualmente inmutable porque tiene asumida la gloria de la resurrección. A los ojos de los réprobos, aparecerá terrible, porque le verán con ese ojo de espanto y turbación que los pecadores llevan dentro de sí mismos.

SANTA CATALINA DE SIENA
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14.-Pedid y recibiréis. (25 feb 2021).

Tu verdad ha dicho que si llamamos nos responderán, que si golpeamos, nos abrirán, que si pedimos recibiremos. Oh Padre eterno, tus servidores están clamando tu misericordia. Respóndeles, pues. Porque sé que la misericordia es propiedad tuya y por eso no puedes rechazar a quien te la pide. Están golpeando la puerta de tu verdad, puesto que es en tu verdad, en tu Hijo donde conocen el amor inefable que tú tienes al hombre. Por eso golpean tu puerta. Por eso el fuego de la caridad no podrá dejar de abrir a los que llaman con perseverancia.

Abre, pues dilata, rompe los corazones endurecidos de aquellos que tú mismo has creado; si no es por los que no llaman, al menos por tu infinita bondad y por el amor de los servidores que interceden ante ti por los demás. Escúchalos, Padre eterno. Abre la puerta de tu caridad ilimitada que nos ha llegado por la puerta del Verbo. Sí, yo sé que tú abres antes de que llamemos porque, con la voluntad y el amor que tú has dado, tus siervos golpean y te llaman por tu honor y por la salvación de sus almas. Dales, pues, el pan de vida es decir, el fruto de la sangre de tu Hijo único.

15.-Dios, al hacerse hombre, restaura su imagen en nosotros.

(01 jun 2021)

Amor eterno... te pido como una gota de gracia que, en nombre de la caridad eterna que te ha movido a crear al hombre según tu imagen y semejanza, tengas misericordia de tu pueblo... Tú lo creaste así, oh Trinidad eterna, tan solo porque querías hacerle participar de ti mismo. Por eso le diste la memoria, para que se acordara de todos tus beneficios y así, Padre eterno, le hiciste partícipe de tu poder. Por eso, le diste la inteligencia, para que comprendiera tu bondad y participara de la sabiduría de tu Hijo único. Por eso, le diste la voluntad, para que pueda amar lo que ve y conoce de tu verdad, y participe así del amor de tu Espíritu Santo.

Pero a causa del pecado, el hombre perdió esta dignidad... Entonces tú, movido por este mismo amor con el cual nos habías creado, nos diste el Verbo, a tu Hijo único. Él llevó a cabo tu voluntad, Padre eterno, cuando lo revestiste e nuestra humanidad, a imagen y semejanza de nuestra naturaleza. Somos tu imagen, y tú la nuestra por esta unión que has consumado en el hombre velando tu divinidad con el barro de Adán. ¿Qué te ha movido a hacer esto? ¡El amor! Tú, oh Dios, te has hecho hombre, y el hombre así a ser Dios. Por este amor indecible, te lo pido, ten misericordia de tus criaturas. 

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