SAN PATRICIO
1.- Eso que escucháis al oído, proclamadlo
desde los tejados. (12 jul 2014).
No he comenzado este trabajo por mi propia cuenta, sino que es Cristo Señor quien me ha ordenado venir a pasar, junto a los irlandeses paganos, el resto de mis días si el Señor lo quiere y si me preserva de todo mal camino. El que quiera, pues, que se ría de mí y que me insulte; yo no me voy a callar ni esconderé los signos y las maravillas que el Señor, que conoce todas las cosas, me ha mostrado muchos años antes de que se cumpliera. Por ello, siempre debería dar gracias a Dios, que tan a menudo ha perdonado mi insensatez y mi negligencia, y también por no haberse irritado contra mí, que he sido dado como obispo a los fieles, ni una sola vez. El Señor ha tenido piedad de mí en bien de millares y millares de hombres, porque él veía que yo estaba disponible.
En efecto, eran muchos los que se oponían a esta misión; incluso hablaban entre ellos y a mis espaldas, diciendo: "¿Por quése mete ese en una empresa peligrosa y en un país extranjero que no conoce a Dios?" Y no se expresaban así por malicia; yo mismo soy testigo de ello: era por ser yo tan rudo que no podían comprender por qué había sido nombrado obispo. Y a mí mismo no me ha sido fácil reconocer la gracia que estaba en mí. Ahora, todo esto está claro para mí. Ahora, pues, simplemente expongo a mis hermanos y a mis compañeros de servicio que han creído en mí que predico y continúo predicando con el fin de confirmar vuestra fe.
2.- El que dé a beber a uno de estos pequeños no quedará sin recompensa. (13 jul 2015).
El Señor me eligió para este servicio, para que yo fuera su servidor, uno de los más pequeños entre los suyos. Pero, ¿cómo le pagaré por todas las cosas que me ha concedido?, ¿qué diré, qué le prometeré a mi Dios, ya que nada tengo sino lo que él mismo me ha dado? Ruego a Dios que me dé perseverancia y se digne hacerme su testigo fiel, por el nombre de Dios, hasta mi partida. Y si he hecho alguna buena acción por mi Dios, a quien amo, le pido que me conceda verter mi sangre, junto con estos extranjeros y cautivos, por el honor de su nombre. Tengo la certeza de que, si esto me ocurriera, he ganado mi alma junto con mi cuerpo porque, sin ninguna duda, en aquel día resucitaremos en la claridad del sol, es decir en la gloria de Cristo Jesús, nuestro redentor.
Por eso ruego a quienes creen y temen a Dios: quienquiera que se digne a leer este escrito que Patricio, pecador ignorante, escribió en Irlanda: si he hecho o dicho alguna cosa, por insignificante que sea, del agrado de Dios, que nadie vaya a pensar que lo he hecho yo, con lo ignorante que soy. Pensad más bien y creed con toda verdad que todo esto fue don de Dios. Y ésta es mi confesión, antes de que yo muera.
3.- Siervos inútiles somos. (08 nov 2016).
Yo que en un principio era un rústico, desterrado e indocto, que no sé prever para el futuro, pero sé muy cierto que, antes de ser humillado, yo era como una piedra que yace en profundo lodo; y vino quien es poderoso y en su misericordia me tomó y verdaderamente me levantó y me puso en lo alto de un muro. Y por eso debía exclamar fuertemente, para retribuir algo al Señor por tantos beneficios, ahora y para siempre, que la mente de los hombres no puede estimar.
Por tanto, admirad, grandes y pequeños que teméis al Señor, y vosotros, oradores ingeniosos, oíd por tanto y examinad. ¿Quién me eligió a mí, un necio, de entre aquellos que parecen ser sabios y expertos en leyes, poderosos en la palabra y en todo asunto? ¿Y quién me inspiró a mí más que a otros -yo que soy detestable en este mundo- para que, con miedo y reverencia, sin quejas, sea útil al pueblo al cual la caridad de Cristo me llevó? Y a él me entregó en mi propia vida, si yo soy digno, para servirlos en la humildad y la verdad.
Así, en la medida de mi fe en la Trinidad, me conviene distinguir y... dar a conocer el don de Dios y su "consolación eterna". Sin temor y con confianza difundir en todas partes el nombre de Dios, con el fin de que después de mi muerte, deje una herencia a mis hermanos y a mis hijos, a tantos miles de hombres a quienes yo bauticé en el Señor.
4.- Tendréis ocasión de dar testimonio. (13 nov 2016).
Incansablemente doy gracias a mi Dios, que me conservó fiel el día de la tentación, de modo que hoy con confianza le ofrezco en sacrificio, como hostia viviente, mi alma a Cristo mi Señor, quien me protegió de todas mis angustias. Por eso puedo decir: ¿Quién soy yo, Señor?... ¿De dónde a mí esta sabiduría, que no estaba en mí, que ni el número de los días sabía, ni conocía a Dios? ¿De dónde me vino luego este don tan grande y tan salvador de conocer a Dios y amarlo, hasta dejar mi patria y a mis parientes... de modo que vine a los gentiles irlandeses a predicar el Evangelio y a sufrirlos insultos de los incrédulos... y a sufrir muchas persecuciones hasta las cadenas y a dar mi libertad para utilidad de otros?
Y, si llego a ser digno, estoy pronto incluso a dar mi vida, sin vacilación y con agrado, por su nombre; y deseo dedicársela hasta la muerte, si Dios me lo concede.
Y estoy en deuda con Dios, que me dio una gracia tan grande, a saber, que por mí, muchos pueblos renacieran en Dios y luego fueran confirmados, me concedió también que pudiera ordenar por todas partes, ministros para este pueblo que ha recibido recientemente la fe, este pueblo que el Señor adquirió de los extremos de la tierra como antes había prometido por sus profetas: Vendrán a ti pueblos de los extremos de la tierra...; y de nuevo: Te puse como luz entre los pueblos, para que seas salvación hasta el confín de la tierra.
5.- Afianzado sobre roca. (16 sep 2017).
Hoy me ciño con la fuerza poderosa de la invocación a la Trinidad. De la fe en Dios, uno y trino, Creador del universo. Hoy me ciño de la fuerza de la encarnación de Cristo y de su bautismo, de la fuerza de su cruz y de su sepultura, de la fuerza de su resurrección y de su ascensión, de la fuerza de su venida gloriosa en el día del juicio. Hoy me ciño de la fuerza del amor de los serafines, de la obediencia de los ángeles, del servicio de los arcángeles, de la esperanza de la resurrección en vistas a la recompensa, de las oraciones de los patriarcas, de las profecías de los profetas, de la predicación de los apóstoles, de la fidelidad de los confesores, de la inocencia de las vírgenes santas, de las acciones de todos los justos...
Hoy me ciño de la fuerza de Dios para guiarme, del poder de Dios para sostenerme, de la sabiduría de Dios para instruirme, del ojo de Dios para guardarme, del oído de Dios para escucharme de la palabra de Dios, para hablarme, de la mano de Dios para guiarme... de las armas de Dios para salvarme de las trampas de los demonios, de la seducción de los vicios, y de todos aquellos que me persiguen...Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo por encima de mí, Cristo por debajo de mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo cuando me levanto, Cristo cuando me acuesto, Cristo en cada corazón qe piensa en mí, Cristo en cada boca que me habla, Cristo en cada ojo que me mira, Cristo en cada oído que me escucha.
6.- Me levanto hoy (12 oct 2020).
Me levanto hoy por medio de poderosa fuerza,
de la invocación de la Trinidad, por medio de creer
tres Personas, por medio de confesar la unidad,
del Creador de la creación.
Me levanto hoy por medio de la fuerza del nacimiento
de Cristo y su bautismo, por medio de la fuerza del
nacimiento de Cristo y su bautismo, por medio de la
fuerza de su crucifixión y su sepulcro, por medio
de la fuerza de su resurrección y asunción, por medio
de la fuerza de su descenso para juzgar el mal.
Me levanto hoy por medio de la fuerza del amor de
Querubines, en obediencia de ángeles, en servicio de
arcángeles, en la esperanza que en la resurrección
encuentra recompensa, en oraciones de patriarcas,
en palabras de profetas, en prédicas de apóstoles,
en inocencia de santas vírgenes, en obras de
hombres de bien.