SAN JUSTINO

1.- La vida eterna consiste en esto: en que te conozcan a ti, el único Dios verdadero. (03 jun 2014).

Mi alma ansiaba conocer lo que es propio de la filosofía. El conocimiento inteligente de las cosas inmateriales me cautivaba por completo. La contemplación de las ideas daba alas a mi pensamiento. Durante algún tiempo me creía un sabio, y tan estúpido era que esperaba ver a Dios de forma inminente, ya que éste es el fin de la filosofía de Platón. En este estado espiritual me acercaba a un lugar aislado donde creía encontrarme solo cuando me di cuenta de que un anciano me seguía los pasos.

"Hace mucho tiempo -dijo el anciano-, hubo hombres mucho más antiguos que estos pretendidos filósofos, hombres felices, justos, amigos de Dios. Hablaban bajo la inspiración del Espíritu de Dios y presagiaron un futuro que se ha cumplido ahora. Se llaman profetas. Ellos han visto la verdad y la han anunciado a los hombres. Los que leen sus profecías pueden si tienen la fe, sacar mucho provecho. Eran testigos fieles de la verdad. Han glorificado al Creador del universo, Dios y Padre, y han anunciado al que él envió, Cristo, su Hijo. Y tú, antes que nada, pide para que se te abran las puertas de la verdad, ya que nadie puede ver ni comprender". De repente, un fuego se encendió en mi alma. Quede prendado del amor a los profetas, a aquellos hombres amigos de Cristo. Reflexionando sobre las palabras del anciano, reconocí que ésta era la filosofía única, provechosa y segura.

2.- El signo de Jonás. (10 oct 2016).

El Hijo sabía que su Padre, según su designio, se lo daría todo, que lo despertaría de entre los muertos, y exhortó a todos los que temen a Dios a que lo alaben por haber tenido lástima de toda la raza humana, por el misterio del Crucificado. Debía resucitar el tercer día después de la crucifixión; por eso está escrito que los judíos que discutían con él dijeron: Muéstranos un signo. Les respondió: No se os dará otro signo que el Jonás. Con estas palabras veladas, los que le escuchaban podían comprender que después de su crucifixión, al tercer día, resucitaría.

Les mostraba así que sus compatriotas eran peores que los ninivitas; porque después de pasar tres días en el vientre del cetáceo, Jonás les anunció que, pasados tres días, perecerían en masa, y ellos proclamaron un ayuno para todos los seres vivos. Creyeron que Dios es misericordioso, que es amigo de los hombres frente a aquellos que hacen el mal. El rey y los grandes de esta ciudad se vistieron con trajes de luto y perseveraron en el ayuno y la oración, y su ciudad no fue destruida. Como Jonás se entristeció por la compasión mostrada por el Señor, este se lo reprochó, y le dijo: ¿Y no me he de compadecer yo de Nínive, la gran ciudad, donde hay más de veinte mil personas que no distinguen la derecha de la izquierda y muchísimos animales?

3.- No es Dios de muertos, sino de vivos (25 nov 2017).

Cuando un escultor o un pintor quieren que su obra permanezca a fin de que sirva para su gloria, la restaura cuando se ha estropeado. ¿Y Dios vería su obra volver a la nada, dejar de existir? Nosotros llamaríamos "obrero de lo inútil" al que construyera una casa para derruirla seguidamente o para dejar que se estropeara pudiendo volver a levantarla. De la misma manera, ¿no acusaríamos a Dios de crear el cuerpo inútilmente? Pero no, el Inmortal no obra así: Dios ha llamado al cuerpo a renacer y le ha prometido la vida eterna.

Porque la buena noticia de la salvación del hombre también se refiere al cuerpo. En efecto ¿qué es el hombre sino un ser viviente dotado de inteligencia, compuesto de alma y cuerpo? ¿El alma sola es el hombre? No, es solo el alma del hombre. ¿Se llamará "hombre" al cuerpo? No, se dice que es el cuerpo de un hombre. Ninguno de estos dos elementos por sí solo es el hombre, sino que es la unión de los dos a lo que llamamos "hombre". Así pues, es a este hombre al que Dios ha llamado a la vida y a la resurrección, no tan solo a una parte, sino al hombre entero, es decir, al alma y al cuerpo. ¿No sería, pues absurdo, ya que existen los dos, que uno se salve y el otro no?

4.- El reino de Dios está llegando a vosotros. (11 jul 2017).

De Sión saldrá la ley, de Jerusalén la palabra del Señor. Él será juez de las naciones, árbitro de pueblos numerosos. Convertirán sus espadas en arados, sus lanzas en podaderas. Estas palabras se han realizado de manera convincente. Doce hombres salieron de Jerusalén para recorrer el mundo. Eran hombres simples que no sabían hacer grandes discursos. Pero, por el poder de Dios, anunciaron a todos los hombres que habían sido enviados por Cristo para enseñar a todos la palabra de Dios. Y nosotros, que antes no sabíamos hacer otra cosa que matarnos entre nosotros, no solamente no combatimos ya contra nuestros enemigos, ni mentimos ante los jueces, sino que confesamos a Cristo con alegría y morimos como mártires.

Cantad al Señor un cántico nuevo, que toda la tierra cante al Señor... Pueblos todos de la tierra, reconoced la gloria y el poder del Señor. David hizo esta profecía quince siglos antes de que Cristo fuera crucificado. Nadie antes de él fue crucificado por la salvación de la humanidad, ni nadie después de él. Al contrario, nuestro Señor Jesucristo ha sido crucificado, muerto y resucitado, ha subido a los cielos donde reina. Esta buena noticia, proclamada por todo el mundo por los apóstoles, es la alegría de los que esperan la inmortalidad que él ha prometido.

5.- El primer testimonio histórico del bautismo cristiano. (20 abr 2020).

A quienes aceptan y creen que son verdad las cosas que enseñamos y exponemos, y prometen vivir de acuerdo con estas enseñanzas, les instruimos para que oren a Dios, con ayunos, y pidan perdón de sus pecados pasados, mientras nosotros, por nuestra parte, oramos y ayunamos también juntamente con ellos. Luego los conducimos a un lugar donde hay agua, para que sean regenerados del mismo modo ue fuimos regenerados nosotros. Entonces reciben el baño del bautismo en el nombre de Dios, Padre y Soberano del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo, y del Espíritu Santo.

Cristo dijo: El que no nazca de nuevo no podrá entrar en el reino de los cielos. En nuestra primera generación, fuimos engendrados de un modo inconsciente por nuestra parte. Mas, para que tengamos también un nacimiento, no ya fruto de la necesidad natural e inconsciente, sino de nuestra libre y consciente elección, y lleguemos a obtener el perdón de nuestros pecados pasados, se pronuncia, sobre quienes desean ser regenerados y se convierten de sus pecados, mientras están en el agua, el nombre de Dios, Padre y Soberano del universo, único nombre que invoca el ministro cuando introduce en el agua al que va a ser bautizado. A este baño lo llamamos "iluminados" para dar a entender que los que son iniciados en esta doctrina quedan iluminados. También se invoca sobre el que ha de ser iluminado el nombre de Jesucristo, que fue crucificado bajo Poncio Pilato, y el nombre del Espíritu Santo que, por medio de los profetas, anunció de antemano todo lo que se refiere a Jesús.

6.- Creo en la resurrección de la carne. (02 jun 2021)

Los que están en el error dicen que no hay resurrección de la carne, que, en efecto, es imposible que esta, después de ser destruida y convertida en polvo, recupere su integridad. Según ellos, la salvación de la carne no solo es imposible, sino perjudicial: reprueban a la carne, denuncian sus defectos, la hacen responsable de los pecados. ¡Qué ciegos están los ojos de su entendimiento! Si en esta tierra el Señor curaba las enfermedades de la carne y devolvía al cuerpo su integridad, cuánto más lo hará en el momento de la resurrección a fin de que la carne resucite sin defecto, íntegramente. Ignoran la acción divina en su conjunto.

El Verbo ha dicho: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Es evidente que el hombre, modelado a imagen de Dios, era de carne; ¡qué absurdo es, pues, pretender menospreciar, como si no tuviera mérito, la carne modelada por Dios según su propia imagen! Que la carne es preciosa a los ojos de Dios es evidente porque es obra suya y porque en ella se encuentra el principio de su proyecto para el resto de la creación. Esto es lo que hay de más precioso a los ojos de su creador.