SAN JUAN CLÍMACO

24.10.2021

01.- Ten piedad de mí, que soy un pecador. (30 mar 2019).

Que vuestra oración sea totalmente simple. ¡Cuántas veces los tartamudeos simples y monótonos de los niños pliegan el corazón de sus padres! No os lancéis a hacer largos discursos a fin de no disipar vuestro espíritu buscando las palabras necesarias. Una sola palabra del publicano conmovió la misericordia de Dios; una sola palabra llena de fe, salvó al buen ladrón. Ser prolijos en la oración, a menudo, no hace más que llenar el espíritu de imágenes y lo disipa, mientras que, a menudo, una sola palabra basta para recogerlo.

¿Te sientes consolado, atraído por una palabra de la oración? Detente en ella, porque es señal de que nuestro ángel ora entonces con nosotros. No te sientas demasiado seguro aunque hayas alcanzado la pureza, sino busca más bien una gran humildad, y entonces te sentirás con una gran confianza. Incluso si has subido la escalera de la perfección, ora para impetrar el perdón de tus pecados; escucha este grito de san Pablo: Soy un pecador, yo, el primero. Trabajad para, con las palabras de vuestra oración, elevar el pensamiento, o mejor, contenerlo; si la debilidad de la infancia lo hace caer, levantadlo. Porque el espíritu es, por naturaleza, inestable, pero Aquel que todo lo hace firme puede también fijar el espíritu.

02.- Seguir al único Pastor. (29 may 2020).

El verdadero pastor es aquel que, por su bondad, su celo y su oración, es capaz de buscar y de devolver al buen camino a las ovejas racionales que están perdidas. El capitán es aquel que obtuvo, por la gracia de Dios y por sus propios trabajos, una fuerza espiritual que lo hace capaz de arrancar el barco de las olas desencadenadas y por el propio abismo. El médico es aquel que alcanzó la salud del cuerpo y del alma, y no necesita ningún remedio para ellos.

Un buen capitán salva su barco y un buen pastor vivifica y cura a sus ovejas enfermas. Cuanto más fielmente sigan las ovejas al pastor y hagan progresos, tanto más responderán por ellas ante el Señor de la casa. La caridad permite conocer al pastor verdadero, porque por caridad el gran Pastor quiso ser crucificado.

03.- ¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo? (11 sep 2020).

He oído a algunos hablar mal de su prójimo, y les he reprendido. Para defenderse, estos hacedores de mal me han contestado: "Hablamos así por caridad y solicitud hacia ellos!" Pero yo les he contestado: dejad de practicar semejante caridad, puesto que ni no lo hacéis acusáis de mentiroso a aquel que ha dicho: Al que en secreto difama a su prójimo, lo haré callar, no lo soportaré. Si le amas tal como dices, ora en secreto por él y no te burles de ese hombre. Es esta la manera de amar que agrada al Señor; no pierdas esto de vista, y vigila cuidadosamente para no juzgar a los pecadores. Judas fue uno de los apóstoles y el ladrón formó parte de los malhechores, pero ¡qué cambio tan sorprendente en un instante!

Al que te habla mal de su prójimo, respóndele: "Yo mismo caigo cada día en faltas más graves; siendo así, ¿cómo podré condenar a este?" Así sacarás un doble provecho: te curarás a ti mismo y curarás a tu prójimo. No juzgar es un atajo que lleva al perdón de los pecados si es verdadera esta palabra: No juzguéis y no seréis juzgados. Algunos han cometido graves faltas a la vista de todos, pero en secreto han hecho grandes actos de virtud. Por eso, sus detractores se han equivocado, pues no ha sabido ver más que la humareda y no han visto el sol.

04.-Dios único maestro de oración. (14 nov 2020).

La oración es, en cuanto a su naturaleza, la conversación y la unión del hombre con Dios y, en cuanto a su eficacia, la conservación del mundo y su reconciliación con Dios, un puente elevado para pasar por encima de las tentaciones, una muralla contra las tribulaciones, la extinción de las guerras, la alegría futura, la actividad que no cesa jamás, la fuente de las gracias, el proveedor de los carismas, un progreso invisible, el alimento del alma, la iluminación del espíritu, el hacha que cercena la desesperanza, el destierro de la tristeza, la reducción de la cólera, el espejo del progreso, la manifestación de nuestra medida, la prueba del estado de nuestra alma, la revelación de las cosas futuras, el anuncio seguro de la gloria.

Sé valiente, y tendrás a Dios mismo como maestro de la oración. Es imposible aprender a ver tales cosas por medio de palabras, puesto que ver es un efecto de la naturaleza. Asimismo, es imposible aprender la belleza de la oración a través de la enseñanza de otro. La oración solo se aprende orando y tiene a Dios por maestro, él, que enseña al hombre la ciencia, que otorga el don de la oración a aquel que ora y que bendice los años del justo.

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