SAN JERONIMO DE ESTRIDON

23.10.2021

1.- Levántate (04 feb 2014).

Cogió de la mano a la niña y le dijo: ¡Talitha qumi", que significa: "Contigo hablo, niña, levántate". La niña se puso inmediatamente en pie y echó a andar. Aunque seamos paralíticos, aunque nuestras obras sean malas y no podamos andar, aunque estemos acostados en el lecho de nuestros pecados, si Jesús nos toca, inmediatamente quedaremos curados. La suegra de Pedro estaba cogida por la fiebre: Jesús la tocó con la mano, ella se levantó e inmediatamente les sirvió.

Y les dijo que dieran de comer a la niña para que su resurrección no fuera considerada como la aparición de un fantasma. También él mismo, después de la resurrección, comió pez asado y un postre de miel. Te lo suplico, Señor, también a nosotros que estamos acostados, cógenos de la mano; levántanos del lecho de nuestros pecados y haznos caminar. Cuando hayamos caminado, haz que nos den de comer. Acostados no podemos comer; si no estamos de pie, no somos capaces de recibir el Cuerpo de Cristo.

2.- Abre mis ojos... y contemplaré las maravillas de tu Ley (19 feb 2014).

Jesús le puso saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó si veía algo. El conocimiento es siempre progresivo. Tan sólo después de mucho tiempo y de largo aprendizaje se puede llegar al perfecto conocimiento. Primero se va todo lo sucio, se va la ceguera y entonces viene la luz. La saliva del Señor es una enseñanza perfecta: enseñar de manera perfecta viene de la boca del Señor. La saliva del Señor, que, por decirlo de alguna manera, viene de su sustancia, es el conocimiento, tal como la palabra que sale de su boca es un remedio.

Veo hombres, me parecen árboles, pero andan; veo todavía en sombra, no veo del todo la verdad. El sentido de esta parábola es: veo alguna cosa en la Ley, pero todavía no percibo la luz esplendorosa del Evangelio. Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado, y veía todo con claridad. Veía, digo, todo lo que nosotros vemos: veía el misterio de la Trinidad, veía todos los sagrados misterios contenidos en el Evangelio. También nosotros los vemos porque creemos en Cristo, que es la verdadera luz.

3.- Éste es el que bautiza en el Espíritu Santo. (03 ene 2015).

Saldrá un renuevo del tronco de Jesé (padre de David), un vástago brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor. Toda esta profecía concierne a Cristo. La rama y la flor que salen de la cepa de Jesé, los judíos lo interpretan del Señor mismo: para ellos, la rama es el símbolo del cetro real; la flor, la de su belleza. Nosotros, los cristianos, vemos en la rama nacida de la cepa de Jesé a la Virgen Santísima, a quién ninguno se unió para hacerla fecunda. De ella decía bien alto el mismo profeta: He aquí que la Virgen concebirá y dará a luz un hijo. Y en la flor reconocemos al Señor, nuestro Salvador, del que dice el Cantar de los cantares: Soy la flor de los campos y la azucena de los valles.

Sobre esta flor que brota de la cepa y de la raíz de Jesé de Jesé por la Virgen María, va a reposar el Espíritu del Señor, porque en él reside corporalmente toda la plenitud de la divinidad. No de manera fragmentaria, como sobre otros santos, sino según lo que se lee en el evangelio de Mateo: He aquí a mi Siervo, a quién escogí, mi Amado, en quien me complazco. Pondré mi Espíritu sobre él y anunciará el juicio a las naciones. Aplicamos esta profecía al Salvador, en quien el Espíritu del Señor reposó, lo que quiere decir que establece en él su morada eterna.

4.- Este enseñar con autoridad es nuevo. (01 feb 2015).

Fijémonos en los Hechos de los apóstoles y en los signos que dieron los primeros profetas. ¿Qué dicen los magos del faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? Es el dedo de Dios. A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: ¡En el nombre de Jesús, levántate y camina! Y pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer. Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero aquí, ¿qué es lo que él mismo dice? Sal de él, sin precisar más. En su propio nombre ordena al espíritu que salga.

Todos preguntaron estupefactos: "¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo". La expulsión del demonio no era en sí nada nuevo: los exorcistas de los judíos lo hacían corrientemente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro, sino en nombre de su propia autoridad.

5.- Todavía no es tiempo de higos. (29 may 2015).

No era tiempo de higos. El apóstol interpreta este pasaje en la carta a los romanos: No quiero que ignoréis, hermanos, que el endurecimiento vino a una parte de Israel, hasta que entre la plenitud de las naciones. Cuando haya entrado la plenitud de las naciones, entonces todo Israel será salvo. Si el Señor hubiera encontrado frutos en esa higuera, no habría entrado primero la plenitud de las naciones. Pero como entró esta plenitud de las naciones, todo Israel se salvará al final. También Juan en el Apocalipsis dice: De la tribu de Judá habrá doce mil creyentes; de la tribu de Rubén, doce mil creyentes, y del mismo modo habla de las restantes tribus; suman en total ciento cuarenta y cuatro mil todos los creyentes

Si Israel hubiese creído, nuestro Señor no habría sido crucificado, y si nuestro Señor no hubiese sido crucificado, la multitud de los gentiles no se habría salvado. Creerán los judíos, por tanto, pero creerán al fin del mundo. No era tiempo para que creyeran en la cruz. Su infidelidad es nuestra fe, su ruina nuestra elevación. No era el tiempo de ellos, para que fuera nuestro tiempo.

6.- No temáis, desde ahora os haré pescadores de hombres. (03 sep 2015).

¡Dichoso intercambio de pesca! Simón y Andrés son la pesca de Jesús. Estos hombres son considerados peces pescador por Cristo, antes de ir ellos a pescar a otros hombres. Dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. La autentica fe no conoce la dilación. En cuanto le oyeron, lo siguieron y se convirtieron en pescadores de hombres. Dejaron las redes. Pienso que en estas redes están simbolizados los vicios de la vida de este mundo que ellos abandonaron.

Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan. Jesús los llamó también, y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. Me diréis que la fe es atrevida. ¿Qué indicios tenían ellos, que señal sublime habían notado para seguirle así? Nos damos cuenta, a todas luces, de que algo divino emanaba de Jesús, de su mirada, de la expansión de su rostro, que incitaba a los que él miraba a volverse hacía él. ¿Por qué digo todo esto? Para mostraros que la palabra del Señor actuaba y que, a través de la palabra más insignificante, el Señor actúa: El lo ordenó y fueron creados. Con la misma simplicidad con que él los llamó, ellos le siguieron.

7.- ¡Silencio! ¡Sal de este hombre! (12 ene 2016)

Jesús increpó al demonio diciendo: "¡Cállate y sal!" La verdad no tiene ninguna necesidad del testimonio del Mentiroso. "No tengo ninguna necesidad de tu reconocimiento. ¡Cállate! Que mi gloria estalle en tu silencio. No quiero que sea tu voz la que me elogie, sino tus tormentos; porque tu desgarramiento en mi triunfo... ¡Cállate y sal de este hombre! Sal de mi casa, ¿qué haces tú bajo mi techo? Soy yo quien quiere entrar: por eso, cállate y sal del hombre. Deja esta morada preparada para mí. El Señor desea su morada: sal de este hombre".

Ved hasta qué punto es preciosa el alma del hombre. Esto va dirigido a los que piensan que nuestra alma y la de los animales son idénticas y que estamos dotados de un mismo espíritu. En otro pasaje, el demonio es expulsado de un solo hombre y es enviado a dos mil cerdos; el espíritu valioso se opone al espíritu vil, uno es salvado, el otro se pierde. "Sal de este hombre, es decir de lo que es mío en propiedad; vete a los cerdos, vete adonde quieras, vete a los abismos, pero no dejaré que poseas al hombre porque sería injurioso para mí si te instalaras en él en mi lugar. He asumido un cuerpo humano, habito en el hombre: esta carne que tú posees es parte de mi carne. ¡Sal de él!"

8.- Está presente por la fe. (13 ene 2016)

En el evangelio, Jesús se acerca a la mujer enferma porque ella no podía levantarse y correr a su encuentro. Él, el Médico misericordioso y comprensivo, se acerca a su lecho, él que llevó sobre sus hombros a la oveja enferma. Se acerca porque quiere; toma la iniciativa de la curación. Se acerca a esta mujer y ¿qué le dice? "Tú tenías que haber venido a mí. Tú tenías que haber venido a la puerta para recibirme para que tu curación no fuera sólo efecto de mi misericordia, sino también de tu voluntad. Pero como estás abatida por la fiebre y no te puedes levantar, soy yo quien me acerco y voy hacia ti".

Jesús se acerca y hace que se levante. La toma de la mano. Cuando uno se está en peligro, como pedro en el lago, a punto e ahogarse, Jesús lo toma de la mano y lo levanta. Jesús levanta a esta mujer tomándola de la mano: su propia mano coge la mano de la mujer. ¡Dichosa amistad! ¡Feliz contacto! Jesús la coge de la mano como un médico: constata la violencia de la fiebre, él. el Médico y el remedio. Jesús la toca y la fiebre la abandona. Que toque también nuestra mano, que cure nuestras obras. Levantémonos, permanezcamos n pie. Jesús está aquí: En medio de vosotros hay uno a quien vosotros no conocéis. El reino de Dios está en medio de vosotros. Tengamos fe y experimentaremos también la presencia de Jesús.

9.- No convirtáis en un mercado la casa de mi Padre. (27 may 2016).

Jesús entró en el Templo y empezó a expulsar a los que vendían y compraban. Ciertamente, enterados de la resurrección de Lázaro, están estupefactos de que el hijo de una viuda haya resucitado, a otros les impresionan otros milagros. Sin duda, es admirable devolver a la vida un cuerpo muerto. A mí me impresiona más este hecho: este hombre, hijo de carpintero, un pobre sin morada, sin lugar donde reposar, desarmado, ni líder ni juez ¿qué autoridad tiene para enfrentarse él solo a una multitud? Nadie ha protestado, nadie ha osado oponer resistencia, ninguna persona ha osado oponerse al Hijo que repara la injuria hecha a su Padre.

Empezó a expulsar a aquellos que vendían y compraban dentro del Templo; si esto fue posible en casa de los judíos, ¿cómo no se dará con más razón en nuestra propia casa? Si esto acontece dentro del marco de la Ley, ¿cómo no ocurrirá con más motivo en el marco del evangelio? Cristo, el pobre, expulsa a vendedores y compradores que son ricos. Aquellos que venden son expulsados igual que los que compran. Que nadie diga: "Yo regalo todo lo que tengo, yo hago limosna a los pobres como Dios manda" En un pasaje de san Mateo leemos esto: Gratis habéis recibido, dad gratis. La gracia de Dios no se vende, se da.

10.- Cristo, el cumplimiento de la Ley y los profetas. (08 jun 206).

Cuando leo el evangelio y encuentro testimonios de la Ley y de los profetas, no considero en ello otra cosa que a Cristo. Cuando contemplo a Moisés, cuando leo a los profetas es para comprender lo que dicen de Cristo. El día en que llegue a entrar en el resplandor de la luz de Cristo y brille en mis ojos como la luz del sol, ya no seré capaz de mirar la luz de una lámpara.

Si alguien enciende una lámpara en pleno día, la luz de la lámpara se desvanece. Del mismo modo, cuando uno goza de la presencia de Cristo, la Ley y los profetas desaparecen. No quito nada a la gloria de la Ley y de los profetas; al contrario, los enaltezco como mensajeros de Cristo. Porque, cuando leo la Ley y los profetas, mi mera no es la Ley y los profetas, sino que por la Ley y los profetas quiero llegar a Cristo.

11.- El tiempo se ha cumplido, el reino de Dios está cerca.  (09 ene 2017).

Después de la detención de Juan Bautista, Jesús vino a Galilea...Según nuestra interpretación, Juan representa la Ley y Jesús el evangelio. En efecto, Juan dijo: Detrás de mí, viene el que es más fuerte que yo, y en otro lugar: Hace falta que él crezca y que yo disminuya. Así es como compara la Ley con el evangelio. Y luego dice: Yo -es decir la Ley- os bautizo con agua, pero él -es decir el evangelio- os bautizará con el Espíritu Santo. Jesús vino porque Juan había sido encarcelado. En efecto, la Ley es cerrada y encerrada, ya no tiene la libertad pasada; pero nosotros pasamos de la Ley al evangelio. Jesús vino a Galilea, predicando el evangelio, la Buena Noticia del reino de Dios. Cuando la Ley, los profetas y los salmos, jamás pensé hablar del reino de los cielos: solamente en el evangelio.

Porque solamente cuando vino aquel sobre el que se decía el reino de Dios está entre vosotros es cuando el reino de Dios se abre... En efecto, antes de la llegada del Salvador y la luz del evangelio, antes de que Cristo abra la puerta del paraíso al ladrón, todas las almas de los santos descendían a la estancia de los muertos. Jacob mismo dice: De luto, bajaré al lugar de los muertos... En la Ley, Abraham está en el descanso de los muertos; en el evangelio, el ladrón está en el `paraíso. No denigremos a Abraham, todos deseamos reposar en su seno; pero preferimos Cristo a Abraham, el evangelio a la Ley.

Leemos que después de la resurrección del Cristo, muchos santos aparecieron en la ciudad santa. Nuestro Señor y nuestro Salvador predicó sobre la tierra y predicó también en los infiernos; murió, descendió a los infiernos para liberar las almas que estaban retenidas allí.

12.- Cristo médico. (06 sep 2017).

La suegra de Simón estaba acostada; tenía fiebre. Que Cristo pueda venir a nuestra casa, entrar y curar con una sola palabra la fiebre de nuestros pecados. Cada uno de nosotros tiene fiebre. Cada vez que nos encolerizamos, tenemos fiebre; todos nuestros defectos on otras tantas subidas de fiebre. Pidamos a los apóstoles que oren a Jesús para que venga a nosotros y nos coja de la mano; porque en cuanto él toque nuestra mano, la fiebre desaparecerá.

El jefe de los médicos es un médico eminente y serio. Moisés es médico, Isaías y todos los santos son médicos; pero Jesús es el jefe de todos los médicos. Sabe perfectamente tomar el pulso y sondear los secretos de las enfermedades. No toca ni la frente, ni la oreja, ni ninguna otra parte del cuerpo, pero coge la mano... Cuando nuestra mano da a conocer los síntomas de nuestras malas acciones, no nos podemos levantar, somos incapaces de caminar, porque estamos realmente enfermos. Pero este médico misericordioso se acerca a la cama; él, que llevó sobre sus hombros a la oveja enferma, se acerca ahora a nuestro lecho.

13.- Y lo siguieron. (21 ene 2018).

Jesús les dijo: Venid y os haré pescadores de hombres. ¡Dichoso intercambio! Simón y Andrés son la pesca de Jesús. Estos hombres son considerados "peces" pescados por Cristo, antes de ir ellos a pescar a otros hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y le siguieron. La auténtica fe no conoce la dilación. Pienso que en estas redes están simbolizados los vicios de la vida de este mundo que ellos abandonaron.

Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan... Jesús los llamó también; y ellos, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. Me diréis: "La fe es osada. ¿Qué indicios tenían ellos para seguirle así?" Algo divino emanaba de Jesús, de su mirada, de la expresión de su rostro, que movía a los que él miraba a volverse hacia él. ¿Por qué digo esto? Para mostraros que la palabra del Señor actuaba y que, a través de la palabra más insignificante, el Señor actúa: Él lo ordenó y fueron creados. Con la misma simplicidad con que él los llamó, ellos le siguieron. Los apóstoles dejaron a su padre, dejaron la barca. No es la cantidad de las riquezas lo que Dios considera, sino el alma de aquel que renuncia. Los que abandonaron poca cosa, como estos pescadores, habrían renunciado también a grandes fortunas si se hubiera dado el caso.

14.- ¿Has venido a acabar con nosotros? (15 ene 2019).

Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo. Este espíritu no podía soportar la presencia del Señor; se trataba de ese espíritu impuro que había llevado a todos los hombres a la idolatría. Cristo y Satán no podían estar de acuerdo el uno con el otro.

Se puso a gritar: ¿Qué quieres de nosotros? El que así exclama es un individuo que habla en nombre de muchas personas; eso da a entender que tiene conciencia de ser vencido él y los suyos. Sé quién eres: el Santo de Dios. Atormentado y a pesar de la intensidad de los sufrimientos que le hacen gritar, no ha abandonado su hipocresía. El sufrimiento le aprieta, pero la malicia le impide decir toda la verdad: ¿Qué quieres de nosotros Jesús de Nazaret? ¿Por qué no reconoces al Hijo de Dios? ¿Es este hijo de Nazaret el que te tortura, y no el Hijo de Dios? ¿Acaso Moisés no era un santo de Dios? E Isaías y Jeremías, ¿no eran santos de Dios? ¿Por qué no les dijiste: Sé quién eres, santo de Dios? No digas "Santo de Dios", sino "Dios Santo". Te imaginas que sabes, y no sabes nada; o bien, si lo sabes, te callas por esa misma doblez. Porque no es solamente el Santo de Dios, sino Dios Santo.

15.- Si creéis en Moisés, creeréis también en mí. (05 mar 2019).

En el Hijo están todos los tesoros de la sabiduría y la ciencia escondidos en el misterio. Destinado, desde antes de los siglos, Cristo ha sido predestinado y prefigurado en la Ley y de los profetas. Por esto, los profetas llevaban el nombre de "videntes". Veían a aquel que estaba escondido y oculto a los demás. Abrahán también vio su día y se alegró. A Ezequiel se le abrieron los cielos mientras que al pueblo pecador quedaron cerrados. Levantad el velo que me cubre, dice David, y contemplaré las maravillas de tu ley. En efecto, la ley es algo espiritual y para comprenderla hace falta que se levante el velo y contemplar la gloria de Dios con el rostro descubierto.

En el Apocalipsis se muestra un libro sellado con siete sellos. ¡Cuántos hombres, hoy día, que se tienen por instruidos tienen en sus manos un libro sellado! Son incapaces de abrirlo, a no ser que el que tiene la llave de David se lo abra. Si él abre, nadie cerrará; y si cierra, nadie podrá abrir. En los Hechos de los apóstoles, el eunuco tiene en sus manos el libro de Isaías y venera lo que no conoce. Le sale al encuentro Felipe y le muestra a Jesús presente en el texto. ¡Comprende, pues, que no puedes adentrarte en las Sagradas Escrituras sin tener un guía que te enseñe el camino!

16.- Convertíos a mí. (16 jul 2019).

Convertíos a mí de todo corazón, y que vuestra penitencia interior se manifieste por medio del ayuno, del llanto y de las lágrimas. Así ayunando ahora, seréis luego saciados; llorando ahora, seréis luego consolados. Así os digo que no rasguéis vuestras vestiduras, sino vuestros corazones repletos de pecado; pues el corazón, a la manera de los odres, no se rompa nunca, sino que debe ser rasgado por la voluntad.

Cuando, pues, hayáis rasgado de este manera vuestro corazón, volved al Señor, vuestro Dios, de quien os habéis apartado por vuestros antiguos pecados, y no dudéis del perdón, pues por grandes que sean vuestras culpas, la magnitud de su misericordia perdonará, sin duda, la verdad de vuestros muchos pecados. Pues el Señor es compasivo y misericordioso, no se complace en la muerte del pecador. Paciente y rico en misericordia, no es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión.

17.- Jesús llama a la conversión a las ciudades de Galilea (14 jul 2020).

El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; no se complace en la muerte del malvado, sino en que cambie de conducta y viva. No es impaciente como el hombre, sino que espera sin prisas nuestra conversión y sabe retirar su malicia de nosotros de manera que, si nos convertimos de nuestros pecados, él retira de nosotros sus castigos y aparta de nosotros sus amenazas, cambiando ante nuestro cambio

Sin embargo, el profeta, que acaba de decir: El Señor es compasivo y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad y sabe retirar su malicia, a fin de que la magnitud de su clemencia no nos haga negligentes en el bien, añade: Quizá se arrepienta y nos perdone y nos dé todavía su bendición. Como no podemos conocer hasta dónde llega el abismo de las riquezas y sabiduría de Dios, prefiere ser discreto en sus afirmaciones y decir sin presunción: Quizá se arrepienta y nos perdone. Al decir "quizá" ya está indicando que se trata de algo o bien imposible o por lo menos difícil.

18.- Jerusalén, Jerusalén, cuántas veces he querido reunir a tus hijos.  (29 oct 2020).

La cruz de Cristo es la salvación del género humano; sobre esta columna se construye su casa. Cuando hablo de la cruz, no me refiero al madero sino a la pasión. Esta cruz se encuentra tanto Bretaña como en India y en el universo entero. Feliz aquel que lleva en su corazón la cruz y la resurrección, al igual que el lugar de su nacimiento y el lugar de la ascensión de Cristo al cielo. Feliz aquel que tiene Belén en su corazón y en el que Cristo puede nacer cada día. Feliz aquel en cuyo corazón Cristo resucita cada día porque cada día se arrepiente de sus pecados más leves. Feliz aquel que cada día sube del monte de los olivos al reino de los cielos, donde las aceitunas son sabrosas y donde nace la luz de Cristo.

No hay que congratularse por haber estado en Jerusalén, sino por haber vivido santamente en Jerusalén. No hay que buscar la ciudad que mató a los profetas y que derramó la sangre de Cristo, sino aquella que se alegra por los canales de un río que viene de Dios, aquella que, edificada en un monte, no se puede ocultar, aquella que es la madre de los fieles y por ella se regocija el apóstol al poder vivir en ella con todos los justos.

19.-Y lo siguieron. (24 ene 2021).

Jesús les dijo: Venid y os haré pescadores de hombres. ¡Dichoso cambio de pesca! Simón y Andrés son la pesca de Jesús. Estos hombres son considerados "peces" pescados por Cristo, antes de ir ellos a pescar a otros hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. La auténtica fe no conoce la dilación. En cuanto le oyeron, creyeron, lo siguieron y se convirtieron en pescadores de hombres. Ellos dejaron inmediatamente las redes. En estas redes están simbolizados los vicios de la vida de este mundo que ellos abandonaron.

Igualmente, Santiago y Juan, dejando a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros, se fueron tras él. Me diréis: La fe es atrevida. ¿Qué indicios tenían ellos, qué señal sublime habían notado para seguirle así? Algo divino emanaba de Jesús, de la mirada, de la expresión de su rostro, que incitaba a los que él miraba a volverse hacia él. ¿Por qué digo esto? Para mostraros que la palabra del Señor actuaba y que, a través de la palabra más insignificante, el Señor actúa: Lo ordenó y fueron creados. Con la misma simplicidad con que él los llamó, ellos le siguieron: Escucha, hija, mira, inclina tu oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; el rey está prendado de tu belleza. ¡Escucha bien, hermano, y sigue las huellas de los apóstoles! ¡Escucha la voz del Señor, ignora a tu padre en la carne, y mira al Padre verdadero de tu alma y de tu espíritu!

20.- Este enseñar con autoridad es nuevo. (31 ene 2021).

El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió. El demonio, puesto que no había podido alterar el alma del hombre, ejerció su violencia sobre su cuerpo. Estas manifestaciones físicas eran, por otra parte, el único medio que tenía para dar a entender que iba a salir de aquel hombre. Al manifestar su presencia el espíritu puro, el impuro no puede hacer más que retirarse.

Todos se preguntaron estupefactos: ¿Qué es esto? ¿Qué dicen los magos del Faraón al ver los prodigios que hacía Moisés? Es el dedo de Dios. A pesar de ser Moisés quien los lleva a cabo, reconocen que hay un poder mayor. Más tarde los apóstoles obraron otros prodigios: ¡En el nombre de Jesús, levántate y camina!; Y Pablo, en el nombre de Jesucristo, ordenó al espíritu salir de aquella mujer. Siempre se recurre al nombre de Jesús. Pero aquí ¿qué es lo que él mismo dice? Sal de él, sin precisar más. En su propio nombre ordena al espíritu salir. Este enseñar con autoridad es nuevo. La expulsión del demonio no era en sí misma nada nuevo: los exorcistas de los hebreos lo hacían habitualmente. Pero ¿qué dice Jesús? ¿Cuál es esta enseñanza nueva? ¿Dónde está la novedad? La novedad reside en que Jesús manda a los espíritus impuros con autoridad propia. No cita a nadie: él mismo da la orden; no habla en nombre de otro, sino en nombre de su propia autoridad.

21.- Jonás figura de Cristo. (24 feb 2021).

Si Jonás es figura del Señor, y por sus tres días y tres noches en las entrañas del cetáceo evoca la pasión del Salvador, su oración debe ser una expresión de la oración del Señor: He sido arrojado en tu presencia. Pero volveré a contemplar tu santo Templo. Cuando estaba contigo, gozando de tu luz, yo no decía: He sido rechazado. Pero, una vez en el fondo del mar, envuelto de la carne humana, digo: He sido arrojado de tu mirada. Eso lo he dicho como hombre; lo siguiente lo digo como Dios, yo que estando en tu condición, no me prevalí de mi igualdad contigo, porque quería elevar hacia ti al género humano. Pero volveré a contemplar tu santo Templo. De este modo, el texto del evangelio dice: Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que tenía a tu lado antes de que el mundo existiese y el Padre responde: Lo he glorificado y de nuevo lo glorificaré. El único y mismo Señor pide como hombre, promete como Dios, y está seguro de la posesión que fue siempre suya.

Las aguas me asfixiaban el aliento, el abismo me envolvía ¡Qué el infierno no me haga su prisionero! ¡Que no me prohíba la salida! Libremente he hecho el descenso, ¡que libremente pueda hacer la ascensión! Fui voluntariamente hecho cautivo, debo liberar a los cautivos para que se cumpla este versículo: Subiendo a la altura, llevó a los cautivos. En efecto, aquellos que antes estaban cautivos en la muerte, él los llevó a la vida.

22.- Amor al prójimo: apoyo mutuo y bondad. (27 feb 2021).

Mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero especialmente s nuestros hermanos en la fe. El tiempo presente, el del curso de la vida, es el tiempo de siembra. Durante esta vida, podemos sembrar lo que queramos. Cuando esta vida se acabe, se nos quitarás el tiempo de actuar. Por eso el Salvador dice: Trabajad mientras sea de día. La noche vendrá, y ya nadie podrá trabajar. Que estemos enfermos o con buena salud, que seamos humildes o poderosos, pobres o ricos, que estemos hambrientos o saciados, hagamos todo en el nombre del Señor, con paciencia y ecuanimidad. Entonces, se cumplirá en nosotros lo que dice la Escritura: En todas las cosas interviene Dios para bien de los que lo aman. La ira misma, la pasión, la ofensa recibida que exige ser vengada, se convierten, para mí, si me domino, si conservo el silencio por Dios, en múltiples ocasiones de triunfo.

San Juan evangelista al final de su vida, cuando ya no podía expresar su pensamiento por medio de un discurso continuo, no decía otras palabras más que estas: Hijos míos, amaos los unos a los otros. Al final sus discípulos le dijeron: "¿Maestro, porque nos dices siempre esto?" Juan respondió por esta sentencia digna de él: Porque es el precepto del Señor, cumplámoslo y eso basta.

23.- Yo te digo levántate. (27 jun 2021).

No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Nos podríamos preguntar por qué Jesús se lleva siempre a esos discípulos y deja a los demás. Los escogidos son: Pedro, sobre quien se ha edificado la Iglesia, Santiago el primer apóstol Entró donde estaba la niña, la cogió de la mano, y le dijo: Talitha qumi. La niña se puso en pie inmediatamente y echó a andar.

Deseemos que Jesús nos toque también a nosotros e inmediatamente nos pongamos a andar. Si somos paralíticos o cometemos malas acciones, no podemos caminar; quizás estamos acostados sobre el lecho de nuestros pecados como si fuera nuestra verdadera cama. Cuando Jesús nos toque, inmediatamente quedaremos curados. Y les dijo que dieran de comer a la niña. Señor, a los que yacemos postrados, cógenos de la mano, levántanos del lecho de nuestros pecados y haznos caminar. Cuando hayamos andado, ordena que nos den de comer. Acostados, no podemos caminar, y si no estamos de pie, no podemos recibir el cuerpo de Cristo, a quien pertenece la gloria con el Padre y el Santo Espíritu, por los siglos de los siglos. 

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