SAN GREGORIO PALAMAS

24.08.2021

1.- Ve a buscar a mis hermanos. (22 jul 2014).

Entre las mujeres que llevaron el perfume a la tumba de Cristo, María Magdalena es la única de la cual celebramos su memoria. Cristo había expulsado de ella siete demonios para dar cabida a los siete dones del Espíritu. Su perseverancia en permanecer cerca de la tumba le ha valido la visión y la conversación con los ángeles y después de haber visto al Señor, se convierte en su apóstol ante los apóstoles. Instruida y plenamente avalada por la boca misma de Dios, les anuncia que ha visto al Señor y les repite lo que le dijo.

María Magdalena precede en dignidad a Pedro, el jefe de los apóstoles, y a Juan, el discípulo muy amado de Cristo; por tanto, ella ha sido más favorecida que éstos. Ellos, cuando se acercaron al sepulcro, no vieron más que las vendas y el sudario; pero ella, que había permanecido hasta el final con una firme perseverancia en la puerta de la tumba, ha visto, antes que los apóstoles, no sólo a los ángeles, sino al mismo Señor de los ángeles resucitado en la carne. Ha oído su voz y así Dios se ha servido de su palabra.

2.- Hará volver a los hijos de Israel al Señor, su Dios. (19 dic 2015).

Toda la vida del más grande nacido de mujer es el milagro de los milagros. Además, la vida entera de Juan, profeta desde antes de su nacimiento y el más grande de los profetas, es también todo lo que ocurre antes de su nacimiento y después de su muerte, que sobrepasa todos los milagros. En efecto, las predicciones de los profetas inspiradas por Dios sobre su persona lo describen no como un hombre, sino como un ángel, como una antorcha ardiendo, como la estrella de la mañana que difunde la luz divina, porque precede al Sol de justicia, y como la voz misma del Verbo de Dios.

¿Qué hay más cerca del Verbo de Dios que la voz de Dios? Cuando se acerca el momento de su concepción, no es un hombre sino un ángel quien desciende del cielo para poner fin a la esterilidad de Zacarías e Isabel. Predice que el nacimiento de este niño será causa de una gran alegría, porque anunciará la salvación de todos los hombres: Hará volver a los hijos de Israel al Señor, su Dios; marchará con el espíritu y la fuerza de Elías. Juan, en efecto, será virgen como Elías, sobre todo porque será el precursor de Dios, porque marchará delante del Señor. Vivía sólo `para Dios, atento a Dios solo, encontrando su alegría en Dios. Para servir al Dios de bondad en su extraordinario abajamiento hacia los hombres, hacía falta un hombre de una virtud inigualable como Juan.

3.- Ve a buscar a mis hermanos. (18 abr 2017).

La oscuridad reinaba en el exterior, todavía no era de día, pero aquella pequeña cueva estaba llena de la luz de la resurrección. María vio esta luz por la gracia de Dios: su amor por Cristo creció, y vio unos ángeles que le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras? Lo que ves en esta cueva es el cielo o más bien un templo celeste en lugar de una tumba cavada para ser una prisión" En el exterior, el día no acaba de despuntar, y el Señor no deja ver este resplandor divino que habría hecho que lo reconocieran en el mismo corazón del sufrimiento. María no lo reconoce... Cuando habló y cuando se dio a conocer, hasta entonces, aun viéndolo vivo, no tuvo ni idea de su grandeza divina y se dirigió a él como a un hombre cualquiera... En un arranque de su corazón, quiere echarse sobre sus rodillas, y tocar sus pies.

Pero Jesús le dice: "No me toques, porque el cuerpo del que ahora estoy revestido es muy ligero y más volátil que el fuego; puede subir al cielo, muy cerca de mi Padre, a lo más alto de los cielos. Yo todavía no he subido a mi Padre, porque todavía no me he mostrado a mis discípulos". La Iglesia donde estamos es imagen de esta cueva, es otro Santo Sepulcro. Allí se deposita el cuerpo del Maestro; allí está la mesa sagrada.

4.- Entonces los justos brillarán como el sol. (23 jul 2017).

Los ángeles de Dios se dieron cuenta de que había cizaña en el campo: los impíos y los malvados estaban mezclados con los buenos y vivían con ellos, aun dentro de la Iglesia de Cristo. Y dijeron al Señor: ¿Quieres que vayamos a arrancar la cizaña? Con el tiempo, mucha gente impía y malvada, viviendo con los buenos y los piadosos, llegan a convertirse. Se disponen a aprender en la escuela de la piedad y de la virtud, y dejan de ser cizaña para llegar a ser trigo. Así, los ángeles se exponían al querer anihilar a estos hombres antes de su conversión, arrancar el trigo en ellos quitando la cizaña. Además, muchas veces se encuentra gente de buena voluntad entre los hijos y los descendientes de los malvados. Por esto, el que lo conoce todo antes de que llegue a existir no dio permiso para arrancar la cizaña antes del tiempo fijado.

Los que quieren salvarse del castigo final y quieren heredar el reino de Dios no deben ser cizaña, sino trigo. Que se abstengan de toda palabra vana o maliciosa, que ejerzan las virtudes contrarias a sus vicios y produzcan frutos de penitencia. Así se harán dignos de entrar en el granero celestial, serán llamados hijos de Dios Padre, y, alegres y radiantes de la gloria divina, entrarán como herederos en su reino.

5.- Los justos resplandecerán en el reino de su Padre. (31 jul 2018).

Existe una cosecha para las espigas de trigo material y otra para las espigas dotadas de razón, es decir, para el género humano. Esta se realiza en los infieles y reúne en la fe a los que acogen el anuncio del evangelio. Los obreros de esta cosecha son los apóstoles de Cristo, después sus sucesores, más tarde aún, a lo largo del tiempo, los doctores de la Iglesia. Cristo, refiriéndose a ellos, ha dicho: El segador ya está recibiendo su salario y almacenando fruto para la vida eterna.

Mas hay otra cosecha: es el paso de esta vida a la vida futura que se realiza a través de la muerte. Los obreros de esta cosecha ya no son los apóstoles, sino los ángeles. Tienen ellos una responsabilidad más grande que la de los apóstoles, porque son los que hacen la clasificación que sigue a la cosecha y separan a los malos de los buenos, tal como se hace con la cizaña y el buen grano. Desde hoy somos el pueblo escogido por Dios, la raza santa, la Iglesia del Dios vivo, escogidos de entre los impíos y los infieles. Que de la misma manera podamos nosotros, en el mundo que ha de venir, ser separados de la cizaña de este mundo y agregados a la muchedumbre de los que son salvados en Cristo, nuestro Señor, bendito por los siglos.

6.- No hay nada oculto que no haya de manifestarse. (21 jun 2020).

Dios, desde las alturas, ofrece a todos los hombres la riqueza de su gracia. Él mismo es la fuente de salvación y de luz desde donde se derrama eternamente la misericordia y la bondad. Pero no todos los hombres se aprovechan de su gracia y de su energía para el ejercicio perfecto de la virtud y de la realización de sus maravillas. Solo se aprovechan aquellos que ponen por obras sus decisiones y dan prueba con sus obras de su amor a Dios, aquellos que han abandonado toda maldad, que se adhieren firmemente a los mandamientos de Dios y tienen su mirada fija en Cristo, sol de justicia.

Desde el cielo, Cristo ofrece a los que combaten el auxilio de su brazo y los exhorta con estas palabras del evangelio: Si alguno se declara a mi favor delante de los hombres, yo también me declararé a su favor delante de mi Padre celestial. Como servidores de Dios, cada uno de los santos se declara a favor de Cristo en esta vida pasajera y delante de los hombres mortales. Lo hace durante un pequeño espacio de tiempo y en presencia de un pequeño grupo de hombres. En cambio, Jesucristo se declarará a favor nuestro en la eternidad, delante de Dios Padre, acompañado por los ángeles y arcángeles y todas las potestades celestiales, en presencia de todos los hombres, desde Adán hasta el fin del mundo.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar