SAN GREGORIO DE NISA

24.08.2021

1.- Dichosos los limpios de corazón porque ellos verán a Dios    (28 agst 2013)

La salud del cuerpo es un bien para la vida humana. Ahora bien, se es dichoso no sólo conociendo la definición de salud, sino viviendo con buena salud. El Señor Jesús no dice que se sea dichoso por saber alguna cosa referente a Dios, sino que se es feliz por llevarle a él dentro de sí. En efecto, En efecto, dichosos los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. No dice que Dios se deje ver por cualquiera que haya purificado la mirada de su alma; en otra parte lo dice más claramente. El reino de Dios está dentro de vosotros. Esto es lo que nos enseña: el que ha purificado su corazón de toda criatura y de toda atadura desordenada ve la imagen de la naturaleza divina en su propia belleza.

Hay en ti cierta capacidad para ver a Dios. El que te ha formado ha depositado en tu ser una inmensa fuerza. Dios, al crearte, ha encerrado en ti sombra de su propia bondad de manera semejante a cuando se imprime el dibujo de un sello en la cera. Pero el pecado ha escondido esta huella de Dios, ha quedado escondida bajo unas manchas. Si a través de una vida perfecta purificas las manchas fijadas en tu corazón, la belleza divina brillará de nuevo en ti. De la misma manera que un pedazo de hierro del que se ha quitado la herrumbre brilla bajo la luz del sol, igualmente ocurre en el hombre interior: en lo que el Señor llama "corazón", encontrará de nuevo la semejanza con su modelo cuando haya quitado las manchas de herrumbre que estropean su belleza.

2.- Pilatos dijo: "Aquí tenéis a vuestro rey". (24 nov 2013).

Celebremos al Hijo único, Creador de los cielos, que ha vuelto a subir a ellos, después de haber descendido hasta lo más profundo de los infiernos, y ahora cubre la tierra entera con los rayos de su luz.

Celebremos la sepultura del Hijo único y su resurrección como vencedor, gozo del mundo entero y vida de todos los pueblos. Todo esto nos fue dado cuando el Creador, rechazando la ignominia, se levantó de entre los muertos y, en su esplendor divino, transfiguró lo perecedero en imperecedero. ¿Cuál es la ignominia que rechazó? Nos lo dice Isaías: Lo vimos sin aspecto atrayente, despreciado y evitado por los hombres. ¿Cuándo estuvo sin gloria? Cuando llevó sobre sus espaldas el madero de la cruz, como trofeo de su victoria sobre el diablo.

Pero el que estuvo sin gloria fue transfigurado en la luz, y el que es el gozo del mundo se despertó con su cuerpo. ¡El Señor es rey, vestido de belleza! ¿De que belleza se revistió? De incorruptibilidad, de inmortalidad, de corona de la Iglesia. Pablo se hace testigo de ello, escuchémosle: Es necesario que este ser corruptible se revista de incorruptibilidad; y que este ser mortal se revista de inmortalidad.

3.- Hoy, en la ciudad de David, as ha nacido un Salvador. (24 dic 2013)

Hermanos, advertidos del milagro, vayamos como Moisés a ver esta cosa extraordinaria: en María, la zarza ardiendo no se consume; la Virgen da a luz sin sufrir menoscabo. Con esta buena nueva, hermanos, vayamos a Belén a fin de contemplar el misterio del pesebre: un niño recién nacido envuelto en pañales descansa en un establo. Virgen después del parto, la Madre incorruptible abraza a su Hijo. Repitamos con los pastores las palabras del profeta: Lo que habíamos oído lo hemos visto en la ciudad de nuestro Dios.

Pero ¿por qué el Señor busca refugio en esta cueva de Belén? ¿Por qué dormir en un establo? ¿Por qué mezclarse con los del censo de Israel? Hermanos, el que trae la liberación al mundo viene a nacer en nuestra esclavitud de muerte. Viene a nacer en esta cueva para mostrarse a los hombres inmersos en tinieblas y sombras de muerte. Está acostado en un establo porque él es aquel que hace crecer la hierba para el ganado, es el Pan de vida que alimenta al hombre con un alimento espiritual para que también viva en el Espíritu. ¿Es que hay una fiesta más dichosa que la de hoy? Cristo, el Sol de justicia, viene a iluminar nuestra noche. Se levanta lo que estaba caído, el que estaba vencido es liberado, el que estaba muerto vuelve a la vida. Cantemos hoy todos a una sola voz sobre toda la tierra: Por un hombre, Adán, vino la muerte; por un hombre, hoy viene la salvación.

4.- Crea en mí un corazón puro. (11 feb 2015).

Bienaventurados los limpios de corazón, ellos verán a Dios. Creemos fácilmente que un corazón purificado nos hará conocer la felicidad suprema. Pero esta purificación del corazón parece tan ilusoria como la subida al cielo. ¡Qué de sudores y de pruebas! ¡Qué de esfuerzos y de sufrimientos! La Escritura a menudo nos lo recuerda: estrecha y angosta es la puerta del reino, mientras que el pecado nos lleva a la perdición por un camino ancho e inclinado. Y, sin embargo, la misma Escritura nos asegura que se puede llegar a esta existencia superior. ¿Cómo llegar a ser puro? El sermón de la montaña nos lo enseña.

Al mismo tiempo que Cristo nos promete la bienaventuranza, nos enseña cómo alcanzar esta promesa. Sin duda, no alcanzamos la bienaventuranza sin dificultad. Pero compara estas penas con la existencia de la vida de la que te alejan, y verás cómo el pecado es más penoso, si no inmediatamente, sí en la vida futura. ¿Qué desgraciados son aquellos cuyo espíritu se obstina en la impureza! Sólo verán la cara del Adversario. Evitemos, pues, la cara del demonio, arranquemos su máscara odiosa y, revestidos de la imagen divina, purifiquemos nuestro corazón.

5.- El buen samaritano. (05 oct 2015).

El doctor de la Ley tentó al Señor queriendo estar por encima de los demás. En su orgullo, hace caso omiso de toda igualdad con los demás, diciendo: ¿Quién es mi prójimo? El Verbo le expone en forma de narración toda la historia santa de la misericordia: cuenta cómo baja el hombre a Jericó, la emboscada de los bandoleros, el vestido de la incorruptibilidad, las heridas del pecado, la amenaza de la muerte para la mitad de nuestra naturaleza, pues nuestra alma es inmortal, el paso inútil por la Ley, pues ni el sacerdote ni el levita se ocuparon de las heridas de aquel que había caído en manos de los bandoleros.

Era realmente imposible que la sangre de toros y de machos cabríos expiase el pecado. Sólo lo podía hacer aquel que se ha revestido de toda la naturaleza humana -de los judíos, los samaritanos, los griegos-: en una palabra de toda la humanidad. Con su cuerpo, que es la montura, fue al lugar de la miseria humana. Ha curado las heridas de la humanidad, la ha cargado sobre su montura, fue al lugar de la miseria humana. Ha curado las heridas de la humanidad, la ha cargado sobre su montura e hizo de su misericordia una posada para ella, para que todos aquellos que gimen bajo el peso de infortunios encuentren descanso.

6.- Hoy comienza el misterio de la pasión. (28 dic 2015).

Al enterarse el rey Herodes del nuevo nacimiento del Salvador, se sobresaltó, y todo Jerusalén con él. Es el misterio de la pasión del cual la mirra de los magos era figura; se hace matar sin piedad a los recién nacidos. ¿Qué significa la muerte de estos niños? ¿Por qué atreverse a un crimen ten horrible? "Es que, dicen Herodes y sus consejeros, ha aparecido en el cielo un signo extraño que, aseguran los magos, significa la venida de otro rey". Tú, Herodes, crees tener el poder de hacer vivir o morir pero no tienes nada que temer de alguien tan dulce. Dios lo somete a tu poder, ¿por qué conspirar contra él?

Pero dejemos allá el duelo, el llanto amargo de Raquel que llora a sus hijos, porque hoy el Sol de justicia disipa las tinieblas del mal y hace brillar su luz sobre toda la naturaleza, él, que asume nuestra naturaleza humana. En esta fiesta de la Navidad, se abren las puertas de la justicia, porque por un hombre, Adán, vino la muerte; hoy por un hombre viene la salvación. Después del árbol del pecado se levanta el árbol de la bondad, la cruz. Hoy comienza el misterio de la pasión.

7.- Mira, hago nuevas todas las cosas. (16 abr 2017).

Hoy es el primer día de otra creación. En este día, Dios crea un cielo nuevo y una tierra nueva. En este día es creado el hombre verdadero, hecho a imagen y semejanza de Dios. Mira qué mundo se inaugura en este día, este día que el Señor ha hecho. Este día abolió el dolor de la muerte y dio a luz al primogénito de entre los muertos. En este día la prisión de la muerte ha sido destruida, los ciegos recobran la vista, el sol que nace de lo alto viene para socorrer a los que viven en tinieblas y sombras de muerte. Vayamos nosotros también a contemplar este espectáculo extraordinario. Tengamos en las manos los aromas que son la fe y la conciencia, porque allí está el buen olor del Cristo. No busquemos más al que vive entre los muertos, porque el Señor rechaza al que le busca así, diciendo: No me retengas.

Escuchemos la buena noticia que nos trae María Magdalena, más rápida que el hombre gracias a su fe. ¿Qué buena noticia nos trae? Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro. ¡Qué bella y buena noticia! El que por nosotros se hizo como nosotros, con el fin e hacernos sus hermanos, atrae a todo el género humano con él hacia el Padre verdadero.

8.- Mira, hago nuevas todas las cosas. (17 nov 2017).

El Señor hizo a sus discípulos muchas advertencias y recomendaciones para que su espíritu se liberara del polvo de todo lo terreno y se elevara al deseo de las realidades sobrenaturales. Según una de estas advertencias, los que desean los bienes de arriba tienen que ser más fuertes que el sueño y estar constantemente en vela. Hablo de aquel sopor suscitado en aquellos que se hunden en la mentira de la vida por los sueños ilusorios, como los honores, las riquezas, el poder, el fasto, los placeres..., todo lo que la imaginación pueda presentar a los hombres superficiales para que corran locamente tras ello. Todas estas cosas se desvanecen con el tiempo; son de la naturaleza de la apariencia; apenas se consiguen, desaparecen como las olas del mar.

Nuestro espíritu se libera de estas representaciones e ilusiones gracias al Verbo, que nos invita a sacudir de nuestras almas este profundo sopor para no apartarnos de las realidades auténticas, apegándonos a lo que no tiene consistencia. Por esto nos propone la vigilancia, diciendo: Tened ceñida la cintura, y las lámparas encendidas. Porque la luz que ilumina nuestros ojos aparta el sueño y la cintura ceñida impide al cuerpo caer en el sopor. El que tiene ceñida la cintura por la temperancia vive en la luz de una conciencia pura. La confianza filial ilumina su vida como una lámpara. Si vivimos de este modo entraremos en una vida semejante a la de los ángeles.

9.- Oh Dios, crea en mí un corazón puro. (07 feb 2018).

Si purificas tu corazón de toda escoria por el esfuerzo de una vida perfecta, la belleza divina volverá a brillar en ti. Es lo que pasa herrumbre. Antes estaba ennegrecido y ahora brilla a la luz del sol. Asimismo, el hombre interior, lo que el Señor llama "el Corazón", recobrará la bondad a semejanza de su modelo una vez quitadas las manchas de herrumbre que alternaban y afeaban su belleza. Porque lo que se asemeja a la bondad necesariamente se vuelve bueno.

El que tiene un corazón puro es feliz porque recobra su pureza, la cual le hace descubrir su origen a través de esta imagen. Aquel que ve el sol en un espejo no necesita fijar la mirada en el cielo para ver al sol; lo ve en el reflejo del espejo tal cual está en el cielo. Así vosotros, que sois demasiado frágiles para captar la luz, si os volvéis hacia la gracia de la imagen que tenéis esculpida en vuestro interior desde el principio, encontraréis en vosotros mismos lo que buscáis. En efecto, la pureza, la paz del alma, la distancia de todo mal, es la divinidad. Si posees todo esto, posees ciertamente a Dios. Si tu corazón se aparta de toda maldad, libre de toda pasión, limpia de toda mancha, eres feliz porque tu mirada es transparente.

10.- Dar fruto en Aquel que lo dio en la plenitud de los tiempos.

(02mar 2018).

Es mi amado para mí un racimo de uvas, en las viñas de Engadí. Este racimo divino se cubre de flores antes de su pasión y derrama su vino en la pasión. En la vid, el racimo no presenta siempre la misma forma, camia según el tiempo: florece, aumenta de volumen, crece y, cuando está completamente maduro, se transforma en vino. La vid que no está todavía madura para poder dar vino espera que llegue el tiempo de su plenitud. Sin embargo, no es del todo incapaz de alegrarnos. En efecto, antes de poder gustar de su fruto, nos recrea con su aroma esperando los bienes que dará, y seduce el sentido del alma con los perfumes de la esperanza. Porque la firme certeza de la gracia esperada es ya gozo para los que esperan con constancia.

Aquel cuya voluntad coincide con la del Señor, porque la medita día y noche, llega a ser un árbol plantado junto a la corriente que da fruto en su sazón y su hoja no se marchita. Por eso la viña del Esposo que ha dado su fruto en la tierra fértil de Engadí, es decir, en el fondo del alma, que es regada y enriquecida por las enseñanzas divinas, produce este racimo florido y maduro en el cual puede contemplar a su propio jardinero y a su viñador. ¡Dichosa esa tierra cultivada cuya flor reproduce la belleza del Esposo!

11.- La generación de la nueva creación. (11 may 2018).

Ha llegado el reino de la vida y ha sido derrotado el poder de la muerte. Ha aparecido un nacimiento nuevo y una vida nueva una manera distinta de ser, una transformación de nuestra misma naturaleza. Este nacimiento no es por vía de generación humana, ni porque el hombre lo desee, sino que nacen de Dios.

Este es el día que hizo el Señor, un día muy distinto de los del comienzo, porque en este día Dios ha hecho un cielo nuevo y una tierra nueva, como dice el profeta. ¿Qué tierra? El corazón bueno, como dice el Señor, la tierra que se empapa de la lluvia que desciende sobre ella, la tierra que hace germinar una mies abundante. En esta creación, el sol es la pureza de vida; las estrellas son las virtudes; el aire, una conducta intachable; el mar, la riqueza profunda de la sabiduría y el conocimiento; la hierba y el follaje son la buena doctrina y las enseñanzas divinas de las que se alimenta el rebaño, es decir, el pueblo de Dios; los árboles frutales son la práctica de los mandamientos. En este día el hombre es creado realmente, aquel que ha sido hecho a imagen y semejanza de Dios.

12.- Se conmovió porque eran como ovejas sin pastor. (22 jul 2018).

La raza humana entera es un único rebaño con el que tú has cargado sobre tus espaldas. Dime el lugar donde pacen, dame a conocer las aguas donde reposan, llévame donde está la hierba crecida, llámame por mi nombre, para que yo, que soy oveja tuya, pueda oír tu voz, y tu voz sea para mí la vida eterna. Sí, dímelo tú, a quien ama mi alma. Es así como te nombro, porque tu nombre está por encima de todo nombre, inexpresable e inaccesible a toda criatura dotada de razón. Pero este nombre, testigo de mis sentimientos hacia ti, expresa tu bondad. ¿Cómo no voy a amarte a ti que me has amado primero, que me has amado cuando todavía era totalmente negra, hasta el punto de dar tu vida por las ovejas de las que tú eres el pastor? No es posible imaginar amor más grande que el de quien ha dado la vida por mi salvación.

Dime, pues, dónde llevas a pacer tu rebaño, que pueda yo encontrar el pasto de salvación, hartarme del alimento celestial del que todo hombre debe comer si quiere entrar en la vida, correr hacia ti, que eres la fuente, y beber a grandes sorbos el agua divina que tú mismo haces brotar para los que tienen sed. Esta agua se derrama de tu costado después de que la lanza abriera en él una llaga, y cualquiera que la guste llega a ser una fuente que mana hasta la vida eterna.

13.- Tened ceñida la cintura y encendidas las lámparas. (09 ago 2018).

El Verbo nos invita a sacudir de los ojos de nuestra alma el pesado sopor y a liberar nuestro espíritu de todo espejismo, para no apartarnos de las realidades verdaderas. Por esto, el Señor nos sugiere el pensamiento de la vigilancia, diciendo: Tened ceñida la cintura y encendidas loas lámparas. Aquel que se ciñe con la moderación vive en la luz de una conciencia pura, porque la confianza filial ilumina su vida como una lámpara. Iluminada por la verdad, su alma queda libre del sueño de las ilusiones, porque ninguna fantasía vana lo engaña. Si guardamos esto, según las indicaciones del Verbo, entramos en una vida similar a la de los ángeles.

El Esposo, por el baño sacramental de la regeneración, se ha unido a nuestra naturaleza humana, que se había prostituido con los ídolos, y la ha restituido a su incorruptibilidad virginal. Se han consumado las bodas ya que la Iglesia ha sido desposada por el Verbo e introducida en la alcoba nupcial de los misterios. Los ángeles esperan el regreso del Rey de la gloria en la bienaventuranza que le es connatural. Por esto dice el texto que nuestra vida tiene que ser semejante a la de los ángeles, para que, como ellos, vivamos alejados del vicio y del engaño, para estar prontos en acoger la llegada del Señor.

14.- Y al momento recobró la vista y seguía a Jesús por el camino (28 oct 2018).

Yo haré pasar ante tu vista toda mi belleza...pero no puedes ver mi rostro. La munificencia de Dios concede a Moisés el cumplimiento de su deseo; pero, al mismo tiempo no le promete el descanso ni la saciedad. En esto consiste la verdadera visión de Dios: en el hecho de que el que levanta hacia él los ojos no deja jamás de desearle. Por eso Dios dice: No podrás ver mi rostro.

El Señor que así había respondido a Moisés se expresa de la misma manera a sus discípulos, iluminando así el sentido de este símbolo. Dice: El que quiera seguirme, y no: Si alguno me quiere preceder. Al que le dirige un ruego relacionado con la vida eterna, le propone lo mismo: Ven y sígueme. Ahora bien, el que sigue se dirige hacia la espalda del que le conduce. Así pues, la enseñanza que recibe Moisés sobre la manera según la cual es posible ver a Dios es esta: seguir a Dios donde él le conduce, esto es ver a Dios. El guía enseña el camino pasando delante. Por eso Dios dice: No verás mi rostro, es decir: "No te pongas delante del que te guía", porque entonces correrás en sentido contrario a él. Ahora ves cuán importante es aprender a seguir a Dios. Para el que así le sigue, ya ninguna contradicción del mal obstaculiza su camino.

15.- Todos os odiarán. (28 nov 2018).

Si el don de Dios al mundo que es su Hijo enviado al mundo es tan excelente, fruto de la gran dignidad de Dios, ¿por qué tardó tanto en conceder este beneficio? ¿Por qué Dios, cuando el mal en el mundo todavía estaba en sus principios, no acabó de raíz con él, evitando así su desarrollo ulterior? A esta objeción se puede responder diciendo que es la sabiduría, la providencia de Dios, su bondad las que han diferido este don. En efecto, así como el médico espera que el mal que se está incubando en el cuerpo se manifieste al exterior para poder aplicar el remedio, así, una vez que la enfermedad del pecado se apoderó de la humanidad, el Médico del universo esperaba que no quedara oculta o disimulada ninguna forma de perversidad.

Esta es la razón porque Dios no aplicó después de la envidia de Caín y del asesinato de Abel el remedio al mundo caído en pecado. Fue cuando el vicio llegó a su culminación, cuando no quedaba ya ninguna perversidad humana por realizarse, cuando Dios puso el remedio a la enfermedad que ya no estaba en sus inicios, sino que se hallaba en pleno desarrollo. Así el remedio divino llegó a todos los males de la humanidad enferma.

16.- En el caso de la vida, entremos en la luz. (29 dic 2018).

El sol se iba hacia el ocaso. Pero el fervor de mi hermana Macrina no vacilaba. Cuanto más cercana estaba de su partida, más diligente se dirigía hacia su Amado. Ya no se dirigía a nosotros que estábamos presentes, sino a Aquel hacia quien dirigía incesantemente su mirada. Decía: "Tú entregas en depósito nuestros despojos a la tierra, para que revivan de nuevo, transformando por la inmortalidad todo lo que hay en el cuerpo de caduco y deforme. Dios eterno, a ti fui confiado desde el seno, desde el vientre de mi madre, eres mi Dios, te amo con todas mis fuerzas, a ti me consagro en cuerpo y alma; envíame un ángel luminoso que me conduzca de la mano al lugar del descanso y de refrigerio donde se encuentra el agua que sacia el seno de los patriarcas. Tú que has retornado al paraíso al hombre crucificado contigo y que se ha encomendado a tu misericordia, acuérdate también de mí cuando llegues a tu reino porque yo también estoy crucificada contigo. Que me encuentre ante tu presencia sin mancha ni arruga; que mi alma sea acogida en tus manos como incienso en tu presencia".

Luego, cuando ya caía la noche, alguien trajo una lámpara. Macrina abría los ojos y dirigía su mirada hacia la luz, manifestando su deseo de pronunciar la oración de acción de gracias, a la luz de la lámpara. Pero no tenía fuerza su voz. Respiró hondo y dejó a la vez la oración y la vida.

17.- Primero la hierba, después la espiga, y finalmente, el trigo lleno de espigas (01 feb 2019).

La vida presente es un camino que conduce al término de nuestra esperanza, tal como vemos sobre las yemas el fruto que comienza a salir de la flor y que, gracias a ella, llega a término como fruto, aunque la flor no sea el fruto. Igualmente, la cosecha que nace de las semillas no aparece inmediatamente con su espiga, sino que lo primero que crece es la hierba, después, muerta la hierba, surge el tallo del trigo y de esta manera sale el fruto maduro en la espiga.

Nuestro Creador no nos ha destinado a una vida embrionaria; el fin de la naturaleza no es la vida de los recién nacidos. Tampoco apunta a las edades sucesivas, ni la disolución del cuerpo que sobreviene con la muerte. Todos estos estados son etapas en el camino sobre el que avanzamos. El fin y término del camino, a través de estas etapas, es la semejanza con Dios; el término que la vida aguarda es la beatitud. Pero hoy, todo lo que concierne al cuerpo -la muerte, la vejez, la juventud, la infancia y la formación del embrión- todos estos estados, como otras hierbas, tallos y espigas, forman un camino, una sucesión y un potencial que permite la maduración esperada.

18.- Dichosos los pobres. (11 sept 2019).

Puesto que casi todos los hombres son víctimas del orgullo, el Señor comienza las bienaventuranzas alejando el mal que origina la suficiencia y aconseja imitar al que se hizo Pobre voluntariamente, el verdadero bienaventurado de manera que le podamos imitar por una pobreza voluntaria, según esté a nuestro alcance, para tener parte en su bienaventuranza, en su felicidad. Tened los sentimientos propios de una vida en Cristo Jesús. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo.

¿Es que hay algo más miserable para Dios que tomar la condición de esclavo? ¿Algo más ínfimo para el Rey del universo que compartir nuestra naturaleza humana? El Rey de reyes y Señor de los señores, el Juez del universo, paga impuestos al Cesar. El Amo de la creación abraza este mundo, entra en una gruta, no encuentra lugar para él en una posada y se refugia en un establo, en compañía de animales faltos de razón. El que es puro e inmaculado toma sobre sí las inmundicias de la naturaleza humana, y después de haber compartido toda nuestra miseria, llega incluso a experimentar la muerte. ¡Considera la desproporción de su pobreza voluntaria! La Vida gusta la muerte, el Juez es llevado ante el tribunal, el Señor de la vida de todos se somete a un magistrado, el Rey de los poderes celestes no se sustrae a las manos de los verdugos.

19.- Imitar la generosidad de Dios. (10 jun 2020).

Nada hace al hombre más parecido a Dios que la facultad de dar. Dios ha creado al hombre y lo ha levantado después de su caída. Así, pues, tú no menosprecies al que ha caído en la miseria. Dios ha tenido para con el hombre una compasión muy grande- Le dio la Ley y los profetas después de haberle dado la ley natural no escrita; le dio un maestro y un pedagogo. Finalmente se dio a sí mismo en rescate por la vida del mundo.

Cuando navegas viento en popa, tiende la mano a los que naufragan. Cuando tienes buena salud y nadas en la abundancia, socorre al desgraciado. No esperes a comprobar cuán, malo es el egoísmo y qué bueno es abrir el corazón a los que están necesitados. Vigila porque la mano de Dios se cierne sobre los presuntuosos que se olvidan de los pobres. Saca una buena lección de los males de los demás y sé pródigo con el indigente aun en las necesidades más pequeñas. Nada será despreciable para aquel al que le falta de todo. Dios no te pedirá nada más si haces todo lo que está de tu parte. Que tu prisa en dar supla a tus riquezas presentes. Si no tienes nada, ofrece tus lágrimas. Nada hay más reconfortante para el desgraciado que la piedad que brota del corazón, y una compasión sincera suaviza el sufrimiento.

20.- No sabéis cuándo regresará el dueño de la casa. (29 nov 2020).

Este es uno de los grandes preceptos del Señor: que sus discípulos se sacudan como el polvo todo lo que es terrestre para dejarse llevar por un gran impulso hacia el cielo. Él nos exhorta a vencer el sueño, a buscar las realidades de arriba, a mantener sin cesar nuestro espíritu alerta, a expulsar de nuestros ojos el adormecimiento seductor. Me refiero a ese letargo y a esa somnolencia que conducen el hombre al error y le forjan ilusiones: honor, riqueza, poder, grandeza, placer, éxito, ganancia o prestigio.

Para olvidar tales fantasías, el Señor nos pide que superemos ese pesado sueño: no dejemos escapar lo real por una búsqueda desenfrenada de la nada. Él nos llama a velar: Tened ceñida la cintura y las lámparas encendidas. La luz que resplandece ante nuestros ojos ahuyenta el sueño, el cinturón que ciñe nuestra cintura mantiene nuestro cuerpo alerta. Ceñir la cintura de templanza es vivir en la luz de una conciencia pura. La lámpara encendida de la franqueza ilumina el rostro, hace brillar la verdad, mantiene el alma despierta, la hace impermeable a la falsedad y ajena a la futilidad de nuestros pobres sueños. Vivamos según la exigencia de Cristo y compartiremos la vida de los ángeles.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar