SAN GREGORIO DE NACIANCENO-1

24.08.2021

1.- Seguir al Cordero de Dios. (04 ene 2014)

Jesús es Hijo del hombre por ser descendiente de Adán y por ser hijo de María. Por su divinidad, es el Cristo, el Ungido, el Mesías; esta divinidad es la que unge su humanidad, presencia total de Aquel que lo consagra como tal. Es el camino porque es él mismo quien nos conduce. Es la Puerta porque es él quien nos introduce en el reino. Es el Pastor porque es él quien conduce el rebaño a las praderas y le hace beber un agua refrescante; le enseña el camino que debe seguir y lo defiende de los animales salvajes; hace regresar a la oveja errante, encuentra a la oveja perdida, cura a la oveja herida, guarda a las ovejas que gozan de buena salud y, gracias a las palabras que le inspira su sabiduría de pastor, las reúne en el redil del cielo.

Él es también la Oveja porque es la víctima. Es el Cordero porque no tiene defecto. Es el Sumo Sacerdote porque ofrece el sacrificio. Es Sacerdote según Melquisedec porque es Rey de Salem, Rey de paz, Rey de justicia. Estos son los nombres del Hijo, Jesucristo. Amén.

2.- Cuando venga él, el espíritu de la verdad, os guiará hacia la verdad plena. (28 may 2014)

A lo largo de los siglos, dos grandes revoluciones han conmovido a la tierra; los llamados dos Testamentos: uno ha hecho pasar a los hombres de la idolatría a la ley; el otro, de la ley al Evangelio. Un tercer cambio se prevé: aquel que nos llevará de aquí abajo lo alto, donde no hay movimiento ni agitación. Ahora bien, estos dos Testamentos tienen el mismo carácter: no lo han transformado todo rápidamente desde el primer impulso de su creación para no hacer las cosas con violencia, sino con persuasión. Porque aquello que es impuesto por la fuerza no es perdurable.

El Antiguo Testamento ha, manifestado claramente al Padre, oscuramente al Hijo. El Nuevo Testamento ha revelado al Hijo e insinuado la divinidad del Espíritu. Hoy el Espíritu vive entre nosotros y se deja ver con claridad. Hubiera sido peligroso dar a conocer abiertamente al Hijo cuando la divinidad del Padre no era reconocida, y era arriesgado imponer la del Espíritu Santo cuando la divinidad del Hijo no era admitida. El esplendor de la Trinidad debe, entonces, iluminarnos progresivamente o, como dice David, poco a poco y por una progresión de gloria en gloria.

3.- Si no fuisteis dignos de confianza con el dinero falso, ¿quién os confiará el bien verdadero? (08 nov 2014)

No consintamos, hermanos y amigos míos, en administrar de mala manera lo que, por don divino, se nos ha concedido, para que no tengamos que escuchar aquellas palabras: "Avergonzaos, vosotros, que retenéis lo ajeno, proponeos la imitación de la equidad de Dios y nadie será pobre". No nos dediquemos a acumular y guardar dinero, mientras otros tienen que luchar en medio de la pobreza, para no merecer el ataque acerbo y amenazador de la palabras del profeta Amós: Escuchad, los que decís: ¿cuándo pasará la luna nueva para vender el trigo, y el sábado para ofrecer el grano?

Imitemos aquella suprema y primordial ley de Dios, que hace llover sobre los justos y los pecadores, y hace salir igualmente el sol para todos; que pone la tierra, las fuentes, los ríos y los bosques a disposición de todos sus habitantes; el aire se lo entrega a las aves, y el agua a los que viven en ella, y a todos da con abundancia los subsidios para su existencia, sin que haya autoridad de nadie que los detenga, ni ley que los circunscriba, ni fronteras que los separen; se lo entregó todo en común, con amplitud y abundancia, y sin deficiencia alguna. Así enaltece la uniforme dignidad de la naturaleza con la igualdad de sus dones, y pone de manifiesto las riquezas de su benignidad.

4.- Así debemos cumplir lo que es justo. (08 ene 2017)

Cristo resplandece. ¡Participemos en su luz brillante! Cristo es bautizado, descendamos con él a las aguas para poder subir con él. Juan bautiza, Jesús se acerca. Él mismo viene a santificar a aquel por quien es bautizado. Viene a sumergir en las aguas al viejo Adán, y por esto y antes que esto, consagra las aguas del Jordán. Él que es Espíritu y carne quiere perfeccionar al hombre por el agua y el Espíritu. Juan Bautista rehúsa bautizar a Jesús y este insiste. Soy yo quien tengo que ser bautizado por ti, dice la lámpara al sol, el amigo al Esposo, el más grande entre los nacidos de mujer al Primogénito de toda la creación.

Jesús sube de las aguas llevando consigo en esta subida al universo entero. Ve los cielos abiertos, estos cielos que en otro tiempo Adán cerró para él y los suyos, este paraíso que estaba como borrado por la espada de fuego. El Espíritu da testimonio de la divinidad de Cristo. Y una voz se oye desde el cielo, ya que viene del cielo aquel del que da testimonio la voz. Y aparece una paloma ante los ojos de carne para honrar nuestra carne divinizada.

5.- Seamos el último de todos y el servidor de todos. (21 feb 2017)

Respóndeles a aquellos que dudan de los estigmas de la pasión en el cuerpo de Cristo y a quienes se plantean la cuestión: ¿Quién es este rey de gloria?, respóndeles que es Cristo fuerte y poderoso, en todo lo que hizo y continúa haciendo... ¿Es acaso pequeño por el hecho de que se hizo humilde por ti? ¿Es despreciable por ser el buen pastor que ofrecía su vida por su rebaño, que vino para buscar la oveja descarriada, y que una vez la encontró, se la puso sobre sus hombros que habían llevado por ella la cruz, y la devolvió a la vida de arriba, y la puso entre las ovejas fieles que se quedaron al redil?

¿Lo menosprecias por el hecho de que encendió una lámpara, su propia carne, y que barrió su casa, purificando el mundo del pecado, para buscar la moneda de plata perdida, perdiendo la belleza de su efigie real por su pasión?... ¿Acaso lo consideras inferior porque se ciñe un delantal para lavar los pies de sus discípulos, mostrándoles que el medio más seguro para ascender, es descender? ¿Te quejas a Dios porque Cristo desciende, inclinando su alma hacia la tierra, con el fin de levantar con él a los que caen bajo el peso del pecado? ¿Le reprochas por haber comido con publicanos y pecadores para su salvación? ¿Cómo acusar a un médico que estudia los sufrimientos y las heridas de los enfermos para aportarles la curación?

6.- Edificados sobre la roca. (29 jun 2017)

Una tarde, paseaba por la orilla del mar. Como dice la Escritura: Soplaba un viento fuerte y el mar se iba encrespando. Las olas se levantaban a lo lejos y se apoderaban de la orilla, chocando contra las rocas, se rompían y transformaban en espuma y gotitas. Pequeños guijarros, algas y conchas muy ligeras eran arrastrados por las aguas hacia la orilla: pero las rocas permanecían firmes e inquebrantables, como si todo estuviera en calma, incluso en medio de las olas que venían a dar contra ellas.

Saqué una lección de este espectáculo. Este mar ¿no es acaso nuestra vida y la condición humana? En ella hay mucha amargura e inestabilidad. Y los vientos ¿acaso no son las tentaciones que nos asaltan y los imprevistos golpes de la vida? Creo que es eso lo que meditaba David cuando exclamó: Dios mío, sálvame, que me llega el agua al cuello: he entrado en la hondura del agua y me arrastra la corriente. Entre las personas que pasan pruebas, unas me parecen ser como objetos ligeros y sin vida que se dejan arrastrar sin oponer la mínima resistencia; no hay en ellas ningún rastro de firmeza; no tienen el contrapeso de una razón sana que lucha contra los asaltos que le llegan. Las otras las asemejo a rocas, dignas de esa Roca sobre la cual nos mantenemos firmes y a la que adoramos; estas, formadas con razonamientos de verdadera sabiduría, se levantan por encima de la debilidad ordinaria y lo soportan todo con una constancia inquebrantable.

7.- Al actuar así enseñaste a tu pueblo que el justo debe ser compasivo. (06 nov 2017)

El primer mandamiento y el mayor, el fundamento de la Ley y de los profetas, es el amor que, según mi parecer, da la mayor prueba de sí mismo en el amor a los pobres, en la ternura y la compasión por el prójimo. Nada honra tanto a Dios como la misericordia porque nada se le asemeja tanto. La justicia y el derecho sostienen su trono. Prefiere la misericordia al juicio. Nada como la benevolencia hacia los hombres. Su recompensa es justa, mide con la medida de la misericordia.

Debemos abrir nuestro corazón a todos los pobres, a todos los desgraciados, sea cual fuera su sufrimiento. Este es el sentido del mandamiento que nos exhorta a alegrarnos con los que están alegres y entristecernos con los que lloran. Siendo nosotros también hombres, ¿no nos conviene ser misericordiosos con nuestros semejantes?

8.- Conmigo lo hicisteis. (19 feb 2018)

¿Te imaginas una caridad que no fuera obligatoria, sino libre; que no fuera una ley, sino simplemente un consejo? También yo quisiera que fuera así. Pero la mano izquierda de Dios me espanta, allí donde ha colocado los cabritos para dirigirles sus reproches, no porque hayan robado, extorsionado, cometido adulterio perpetrado otros delitos, sino porque no han honrado a Cristo en la persona de sus pobres.

Si me queréis creer, siervos de Cristo, hermanos suyos y coherederos con él, antes de que sea tarde, visitad a Cristo, servid a Cristo, alimentad a Cristo, honrad a Cristo, no tanto ofreciéndole un banquete como hacen algunos, o un perfume como María Magdalena, o una sepultura como José de Arimatea, o Nicodemo, u oro incienso y mirra, como los Magos, sino escuchad: Misericordia quiero y no sacrificios. Esto es lo que quiere el Señor del universo, la compasión antes que miles de corderos cebados. Presentémosle la misericordia por manos de los abatidos por la miseria, y el día de nuestra muerte nos recibirán en las moradas eternas, en Cristo mismo, nuestro Señor, a quien sea dada la gloria por los siglos de los siglos.

SAN GREGORIO DE NANIANCENO
SAN GREGORIO DE NANIANCENO

9.- Delante de su puerta había un pobre acosado. (01 mar 2018)

Dichosos los misericordiosos, dice el Señor, porque ellos alcanzarán misericordia. Tratemos de alcanzar la bendición, de merecer que nos llamen dichosos: seamos benignos. Que ni siquiera la noche interrumpa tus quehaceres de misericordia. No digas: Vuelve, que mañana te ayudaré. Tu mérito será doble por la presteza en realizarlo. Porque lo que se lleva a cabo con ánimo triste y forzado o merece gratitud ni tiene nobleza. Cuando hacemos el bien, hemos de hacerlo con alegría. Entonces saldrá tu luz como la aurora, te abrirá camino la justicia. ¿Hay alguien que no desee la luz y la justicia?

Visitemos a Cristo mientras nos sea posible, curémoslo, no dejemos de alimentarlo o de vestirlo; acojamos y honremos a Cristo, no solo invitándolo a la mesa, como algunos han hecho, o cubriéndole de perfumes, como María Magdalena, o ayudando a sepultarlo, como Nicodemo. El Señor del universo quiere misericordia y no sacrificios, nuestra compasión más que millares de corderos cebados. Presentémosle nuestra misericordia mediante la solicitud con los pobres y humillados, de modo que, cuando nos vayamos de aquí, nos reciban en las mansiones eternas, en el mismo Cristo, nuestro Señor.

10.- He aquí a mi servidor, a quien he elegido, mi amado. (21 jul 2018)

El Verbo de Dios que es eterno, invisible, incomprensible, incorporal, principio nacido del principio, luz nacida de la luz, se hace carne para salvar la carne, se une a un alma racional para salvar mi alma; quiere purificar lo semejante por lo semejante y se hace plenamente hombre, excepto en lo que concierne al pecado. Él, que enriquece a los demás, se empobrece, pues adopta la pobreza de mi carne para que yo me enriquezca de su divinidad. Él, que es plenitud, se empequeñece, se desprende de su propia gloria por un tiempo para que yo participe de su plenitud.

¡Qué tesoro de bondad! ¡Qué gran misterio a favor mío! He recibido la imagen y no la he conservado. ¡El Verbo ha participado de mi carne para salvar la imagen y hacer la carne inmortal! Se une a nosotros por una segunda unión, mucho más asombrosa que la primera. Era necesario que el hombre fuera santificado por un Dios hecho hombre; después de haber abatido a nuestro tirano, nos liberaría y nos conduciría hacia él, por la mediación del Hijo, por el honor del Padre. Es así como el Hijo se muestra obediente en todas las cosas referentes a él, para cumplir su plan de salvación.

11.- El que es de fiar en lo poco también en lo importante es fiar. (10 nov 2018)

Debes saber de dónde te viene la existencia, el aliento, la inteligencia y lo que en ti hay de más precio: el conocimiento de Dios. De él viene la esperanza del reino de los cielos y la de contemplar un día esa gloria suya que hoy ves de manera oscura, como en un espejo, pero que verás mañana en toda su pureza y esplendor. ¿De dónde viene que seas hijo de Dios, heredero con Cristo y, me atrevo a decir, que tú mismo seas un dios? ¿De donde te viene todo esto y por quién? O bien, para hablar de cosas que se ven: ¿quién te ha dado la posibilidad de ver la belleza del cielo, las innumerables estrellas y, en todo eso, la armonía y el orden que las conducen? ¿Quién te ha dado la lluvia, la agricultura, los alimentos, las artes, las leyes, la ciudad, una vida civilizada, unas relaciones familiares con tus semejantes?

¿No es acaso aquel que, antes que todas las cosas y a cambio de todos esos dones, te pide amar a los hombres? Si é, nuestro Dios y nuestro Señor, no se avergüenza de ser llamado nuestro Padre, ¿nosotros vamos a renegar de nuestros hermanos? No, hermanos y amigos míos, no seamos administradores malvados de los bienes que se nos confían.

12.- Haceos amigos con los bienes de este mundo. (22 sept 2019)

No seamos malos administradores de los bienes que nos han sido confiados, para no tener que escuchar las siguientes palabras: Avergonzaos, vosotros que retenéis el bien de los demás. Imitad la justicia de Dios y no habrá ya pobres. No nos dediquemos a amontonar bienes y tener reservas, cuando otros están agotados por el hambre. No nos hagamos meritorios del reproche amargo y de la amenaza del profeta Amós: Escuchad esto, los que aplastáis al pobre y tratáis de eliminar a la gente humilde, vosotros decís: ¿Cuándo pasará la luna nueva para poder vender el trigo; el sábado, para dar salida al grano?

Imitemos la ley sublime y primera de Dios que hace llover sobre justos y pecadores y hace salir el sol para todos. Dios colma a todos los habitantes de la tierra con inmensos terrenos para cultivar, con manantiales, ríos y bosques. Para la vida de todos, da en abundancia los recursos esenciales que no deben ser acaparados por los poderosos, ni restringidos por las leyes, ni delimitados por fronteras, sino que los da para todos, de manera que nada falte a nadie. Así, repartiendo por igual sus dones a todos, Dios respeta la igualdad natural de todos. Nos muestra así la generosidad de su bondad... ¡limita tú esta misericordia divina!

13.- ¡Que llega el esposo! (28 ago 2020)

Inmediatamente después de tu bautismo, las lámparas que encenderás prefiguran este cortejo de luces que conducirá a nuestras almas resplandecientes y vírgenes, provistas de las lámparas resplandecientes de la fe, delante del esposo. Vigilemos para no quedarnos dormidos ya sea por despreocupación o por miedo a aquel que esperamos no se presente de improviso sin que le hayamos visto venir. No nos quedemos desprovistos de aceite y de buenas obras, no sea que seamos excluidos de la sala de bodas. El esposo hará su entrada con mucha prisa. Las almas prudentes entrarán con él. Las demás, muy ocupadas en preparar sus lámparas, no llegarán a tiempo para entrar y serán dejadas fuera en medio de lamentos. Tarde se darán cuenta de lo que han perdido por su despreocupación.

No seamos tampoco como los invitados a bodas que un noble padre celebra en honor de un noble esposo, y que rechazan tomar parte en ellas: uno porque se acaba de casar; otro porque acaba de comprar un campo; un tercero porque ha adquirido un par de bueyes... Porque no hay lugar en el cielo para el orgulloso y despreocupado, para el hombre sin vestido adecuado, que no lleva el traje de bodas, aunque en la tierra se haya creído digno del esplendor celestial.  

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