SAN FAUSTINO LUCIFERANO DE ROMA
1.-
El Espíritu del Señor está sobre mí. (25 ago 2016).
Nuestro Salvador fué verdaderamente ungido, en su condición humana, ya que fue verdadero rey y verdadero sacerdote, las dos cosas a la vez, tal y como convenía a su excelsa condición. El salmo atestigua su condición de rey cuando dice: Yo mismo he establecido a mi rey en Sión, mi monte santo. Y el mismo Padre prueba su condición de sacerdote cuano dice: Tú eres sacerdote eterno según el rito de Melquisedez. El Salvador es, por lo tante rey y sacerdote según su humanidad, pero su unción no es material sino espiritual. Entre los israelitas, los reyes y sacerdotes lo eran por una unción material de aceite; no es que fuesen ambas cosas a la ve, sino que unos eran reyes y otros eran sacerdotes; sólo a Cristo pertenece la perfección y la plenitud en todo, él, que vino a dar plenitud a la ley.
Los israelitas, aunque no eran las dos cosas a la vez,sin embargo, eran llamados cristos (ungidos), por la unción material del aceite que los constituía reyes o sacerdotes. Pero el Salvador, que es el verdadero Cristo, fue unguo por el Espíritu Santo para que se cumpliera lo que de él estaba ecrito. Por eso el Señor, tu Dios, te ha ungido con aceite de júbilo entre todos tus compañeros. U unción supera a la de sus compañeros, ungidos como él, porque es una unción de júbilo, que es imagen del Espíritu Santo.
2.- Cristo es rey y sacerdote eterno. (13 jun 2019).
Nuestro salvador fue verdaderamente ungido, en su condición humana, ya que fue verdadero rey y verdadero sacerdote, las dos cosas a la vez, tal y como convenía a su excelsa condición. El salmo atestigua su condición de rey cuando dice: Yo mismo he establecido a mi rey en Sion, mi monte santo. Y el mismo Padre atestigua su condición de sacerdote cuando dice: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. Aaron fue el primero que fue constituido sacerdote en la ley antigua por la unción del crisma y, sin embergo, no se dice: Según el rito de Aarón, para que nadie crea que el Salvador posee el sacerdocio por sucesión. Porque el sacerdocio de Aarón se transmitía por sucesión, pero el sacerdote del Salvador no pasa a los demás por sucesión, ya que él es sacerdote para siempre, tal como está escrito: Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
El Salvador es, por lo tanto, rey y sacerdote según su humanidad, pero su unción no es material, sino espiritual. Entre los israelitas, los reyes y sacerdotes lo eran por una unción material de aceite; no eran ambas cosas a la vez, sino que unos eran reyes y otros eran sacerdotes; solo a Cristo pertenece la perfección y la plenitud en todo, él, que vino a dar plenitud a la ley.