SAN EUQUERIO DE LYON

23.08.2021

1.- Salió y se retiró a un lugar desierto. (02-sep-2020).

¿Se puede, razonablemente, decir que el desierto es el templo sin límite de nuestro Dios? Porque el que vive en el silencio ciertamente debe complacerse de estar en los lugares retirados. Allí a menudo él se manifiesta a nuestros santos; es en la soledad donde acostumbra a encontrarse con los hombres. Es en el desierto donde Moisés, con el rostro inundado de luz, vio a Dios, allí fue admitido a conversar familiarmente con el Señor; allí hubo intercambio de palabras; conversó con el Señor del cielo de la misma manera que el hombre tiene costumbre de conversar con sus semejantes. Allí recibió el bastón poderoso en prodigios; y después de ir al desierto como pastor de ovejas, dejó el desierto y se convirtió en pastor de pueblos.

De la misma manera, cuando el pueblo de Dios debía ser liberado de Egipto y de las obras terrestres, ¿no se fue a lugares alejados y se refugió en las soledades? Sí, en el desierto se acercó a ese Dios que lo arrancó de la esclavitud. Y el Señor se convirtió en el jefe de su pueblo guiando sus pasos a través del desierto. A lo largo del camino, de día y de noche, desplegó una columna, llama ardiente o nube luminosa, Signo venido del cielo. Los hijos de Israel obtuvieron poder ver el trono de Dios y oír su voz mientras vivieron en la soledad del desierto. 

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar