SAN EPIFANIO DE SALAMINA

23.08.2021

1.- Te saludo, llena de gracia. (08 dic 2013)

Alégrate, llena de gracia, puerta de los cielos; de ti habla el Cantar de los cantares cuando exclama: Tú eres huerto cerrado, hermana mía, huerto cerrado, fuente sellada. Santa Madre de Dios, cordera inmaculada, de ti ha nacido el Cordero, Cristo, el Verbo encarnado en ti. ¡Qué sorprendente maravilla en los cielos: una mujer, revestida de sol, llevando la luz en sus brazos! Qué asombrosa maravilla en los cielos: el Señor de los ángeles hecho hijo de la virgen. Los ángeles acusaban a Eva; ahora llenan de gloria a María porque ella ha levantado a Eva de su caída y hace entrar en los cielos a Adán, que fue arrojado del Paraíso.

La gracia concedida a esta Virgen santa es inmensa. Por eso, Gabriel le dirige primeramente este saludo: Alégrate, llena de gracia, resplandeciente como el cielo. Alégrate, llena de gracia, Virgen adornada con toda clase de virtudes. Alégrate llena de gracia, tú sacias a los sedientos con la dulzura de la fuente eterna. Alégrate, santa Madre inmaculada, tú has engendrado a Cristo que te precede. Alégrate, púrpura real, tú has revestido al Rey del cielo y tierra. Alégrate, libro sellado, tú has dado al mundo poder leer al Verbo, el Hijo del Padre.

2.- Mira a tu rey que viene a ti modesto, cabalgando en un asno.

(12 jun 2014).

Hija de Sión, alégrate; gózate, Iglesia de Dios; mira a tu rey que viene a ti: ve delante de él, apresúrate a contemplar su gloria. Aquí tienes la salvación del mundo: Dios viene hacia la cruz, y el Deseado de las naciones hace su entrada en Sión. Viene la luz; gritemos con el pueblo: ¡Hosanna al hijo de David, bendito el que viene en nombre del Señor! El Señor Dios se ha aparecido a nosotros que yacíamos en las tinieblas y en las sombras de la muerte. Se ha aparecido, resurrección de los que estaban caídos, liberación de los cautivos, luz de los ciegos, consuelo de los afligidos, descanso de los débiles, fuente de los sedientos, vengador de los perseguidos, rescate de los que estaban perdidos, unión de los divididos, medicina de los enfermos, salvación de los extraviados.

Ayer Cristo resucitaba a Lázaro de entre los muertos; hoy da un paso hacia la muerte. Ayer arrancaba a Lázaro las vendas que lo tenían atado; hoy tiende las manos a los que quieren atarle. Ayer arrancaba a este hombre de las tinieblas; hoy, por todos los hombres se hunde en las tinieblas y las sombras de la muerte. Y la Iglesia está de fiesta. Comienza la fiesta de las fiestas, porque recibe a su rey como esposo, porque su rey permanece en medio de ellos.

3.- ¡Llega el Esposo!, salid a recibirlo. (29 mar 2015).

Hija de Sión, ¡alégrate! Goza y exulta, Iglesia de Dios. El Señor Dios se nos ha manifestado a nosotros, que estábamos en las tinieblas y las sombras de la muerte, como resurrección de los que duermen, liberación de los cautivos, luz de los ciegos, consuelo de los afligidos. Hoy es un día de fiesta que celebra la Iglesia bajo la sombra de Cristo, como verde olivo en la casa de Dios. Porque Cristo está en medio de la Iglesia, él es verdadera azucena en flor, raíz de Jesé que no juzga al mundo, sino que lo sirve.

Está en medio de la Iglesia, fuente eterna de donde brotan los ríos del paraíso. Hoy, que somos brotes fecundos de olivo llevando en la mano ramos de olivo, suplicamos a Cristo misericordioso. Plantados en la casa del Señor, floreciendo en primavera en los atrios de la casa de nuestro Dios, celebremos un día de fiesta: ¡el invierno ha pasado! Día de fiesta admirable por su novedad, día sorprendente y asombroso: los niños aclaman a Cristo como Dios y los sacerdotes lo maldicen; los niños le adoran y los doctores de la ley le desprecian y le calumnian. Los niños dicen: ¡Hosanna! Y sus enemigos gritan: ¡Crucifícalo! Esos se reúnen alrededor de Cristo con palmas, éstos se echan sobre él con espadas; ésos cortan ramas, estos preparan una cruz.

4.- Viene tu rey, montado sobre un pollino. (25 mar 2018).

Hija de Sión, ¡alégrate! Goza, Iglesia de Dios; he aquí que viene tu rey. Sal a su encuentro, apresúrate para contemplar su gloria. He aquí la salvación del mundo: Dios va hacia la cruz, y el Deseado de las naciones entra en Sión. La luz llega, clamemos con el pueblo: Hosanna al Hijo de David. Bendito el que viene en nombre del Señor. El Señor Dios ha aparecido ante nosotros, que estábamos en tinieblas y en sombre de muerte. Se manifestó como resurrección de los que duermen, liberación de los cautivos, luz de los ciegos, consuelo de los afligidos, descanso de los débiles, fuente de los sedientos, vengador de los perseguidos, rescate de los perdidos, unión de los divididos, médico de los enfermos, salud de los descarriados.

Ayer Cristo resucitaba a Lázaro; hoy él mismo avanza hacia la muerte. Ayer arrancó a Lázaro de los lazos que lo retenían; hoy tiende las manos a los que quieren maniatarlo. Ayer a los hombres de las tinieblas; hoy, por los hombres, se adentra en tinieblas y las sombras de la muerte. Y la Iglesia está de fiesta. Comienza la fiesta de las fiestas, porque recibe al rey, su esposo, porque su rey está en medio de ella.

5.- Este es el día que hizo el Señor, día de alegría y de gozo (21 abr 2019).

Cristo ha roto las puertas de infierno, los muertos se levantan como de un sueño. Cristo se levanta, él que es la resurrección de los muertos, y viene a despertar a Adán. Cristo, resurrección de todos los muertos, se levanta y viene a liberar a Eva de la maldición. Cristo se levanta, él que es la resurrección, y transfigura en belleza lo que no tenía aspecto atrayente. Como de un profundo sueño, el Señor se ha despertado y ha deshecho todas las intrigas del enemigo. Resucita y colma de alegría toda la creación. Resucita y queda vacía la prisión de los infiernos. Resucita y transforma lo corruptible en incorruptible. Cristo resucita y establece a Adán en la incorruptibilidad, en su dignidad primera.

Gracias a Cristo, la Iglesia viene a ser hoy un cielo nuevo, un cielo más bello que el sol visible. El sol que vemos cada día no tiene comparación con este Sol. Como un siervo, lleno de profundo respeto hacia su amo, el sol del día se ha eclipsado ante aquel que estuvo pendiendo de la cruz. De este Sol dice el profeta: Sobre vosotros, los que honráis mi nombre, se alzará un sol victorioso. Por Cristo, Sol de justicia, la Iglesia se transforma en cielo resplandeciente de muchas estrellas, nacidas de la piscina bautismal en una luz nueva. Este es el día que hizo el Señor, hagamos fiesta y alegrémonos en él, llenos de una alegría divina.

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