SAN CORNELIO Y SAN CIPRIANO

1.- Ve primero a reconciliarte con tu hermano. (06 mar 2020).

Dios os juzgará del mismo modo que vosotros hayáis juzgados. El siervo al que el amo perdonó toda su deuda pero que no obró de la misma manera con su compañero es encarcelado. No quiso perdonar a su compañero y pierde así el perdón ya concedido de su amo. En sus preceptos, Cristo enseña esta verdad con gran vigor: Cuando oréis, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre celestial os perdone vuestras culpas.

Dios nos manda que estemos en paz y haya buen entendimiento entre nosotros, que vivamos unidos en su casa. Quiere que, una vez regenerados, guardemos la condición a la que hemos accedido por el segundo nacimiento. Ya que somos hijos de Dios, quiere que permanezcamos en la paz de Dios; que habiendo recibido un mismo Espíritu, vivamos en la unión de corazones y de pensamientos. A Dios no le agrada el sacrificio de aquellos que viven en la discordia y la disensión. Nos manda que nos alejemos del altar para reconciliarnos primero con el hermano para que Dios acepte las oraciones ofrecidas desde la paz. La más hermosa ofrenda que se puede ofrecer a Dios es nuestra paz, la concordia entre hermanos, el pueblo congregado por la unidad que existe entre el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.