SAN BRAULIO DE ZARAGOZA
1.- Al ver a la viuda, el Señor le
dijo: "No llores". (02
nov 2017).
Cristo, esperanza de los creyentes, no llama muertos a los que han dejado ya este mundo sino dormidos, cuando dice; Lázaro, nuestro amigo, se ha dormido. Por eso, si nuestra fe cree que todos los que creen en Cristo, según dice el evangelio, no morirán jamás, sabemos que él mismo no ha muerto y que nosotros tampoco moriremos. Así pues, que la esperanza de la resurrección nos llene de valentía, puesto que volveremos a ver a los que hemos perdido.
Esto es lo que decimos, y sin embargo, yo no sé por qué sentimiento nos refugiamos en las lágrimas, y el sentimiento de dolor debilita nuestra fe. Desgraciadamente ¡cuán penosa es la condición del hombre, que eres cruel hasta llegar a romper la unión de los esposos y separar a los que la amistad ha unido, desde ahora tu fuerza ha sido aplastada. Desde ahora tu yugo, despiadado ha sido roto por aquel que te amenazó por las palabras del profeta Oseas: Oh muerte, yo seré tu muerte. Por eso, con el apóstol Pablo lanzamos este desafío: Oh muerte, ¿Dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿Dónde está tu aguijón venenoso? Nos ha rescatado el que te ha vencido, entregó su amada alma a manos de los impíos, para hacer de ellos sus amados.