SALVIANO DE MARSELLA

09.09.2021

1.- Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por los que ama. (03 abr 2015).

Dios nos quiere más que un padre ama a su hijo. Es evidente que Dios nos ama más allá del afecto paternal, él, que por nosotros no libró a su Hijo, y ¡qué Hijo! Ese Hijo justo, ese Hijo único, ese Hijo que es Dios. ¿Podemos decir más? ¡Sí! Por nosotros, es decir, por los impíos, por los culpables, no lo libró. Por eso, el apóstol Pablo, para expresar la inmensidad de la misericordia de Dios, dice así: Cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, Cristo, en el tiempo señalado, murió por los impíos; ciertamente apenas habrá quien muera por un justo. Ciertamente, en este pasaje se nos muestra el amor de Dios. Porque si nosotros ni siquiera moriríamos por algún justo, Cristo nos demostró que era mejor, muriendo por nosotros, que somos culpables.

¿Pero por qué actuó así el Señor? El apóstol Pablo nos lo enseña cuando dice: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros, ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvados del castigo! La prueba que nos da es que murió por los culpables: beneficio más preciado cuando se concede a indignos. ¿Qué le devolveremos, pues, por todo esto?

2.- Dejad que los niños se acerquen a mí. (26 may 2018).

Dios es la fuente y el origen de todo, porque en él, está escrito, tenemos la vida, el movimiento y el ser, y de él es también de quien todo el amor con el que amamos a nuestros hijos. Todo el universo y todo el género humano son hijos de su Creador, y así, por el amor con que amamos a nuestros hijos, quiso que comprendiéramos cuánto ama él a sus hijos. Ya que está escrito que los hombres, con su inteligencia, pueden ver, a través de las obras de Dios, lo que es invisible en él.

Quiso así darnos a entender su amor para con nosotros, por el amor que nos dio hacia nuestras obras. Y así como está escrito que quiso que toda la paternidad en el cielo y sobre la tierra tomará su nombre, así quiso que reconociéramos en él el amor de un padre hacia nosotros. ¿Y qué puedo decir de este Padre? Su amor es mucho más grande que el de un Padre. Nos lo demuestran estas palabras del Salvador en el evangelio: Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para dar vida al mundo. Y el apóstol Pablo dice también: Dios no se reservó a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros. ¿Cómo no nos dará todo con él? 

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar