PSEUDO MACARIO

01.09.2021

1.- Su casa somos nosotros. (09 oct 2015).

El Señor entra en un alma fervorosa, hace de ella su trono de gloria, se establece en ella y allí permanece. Esta mansión que habita su Señor es toda ella gracia, orden y belleza. Ella posee al Señor y todos sus tesoros espirituales. Él es el morador, es el jefe. Pero ¡qué horrible es la mansión en la que el amo está ausente, en la que el Señor está lejos! Se deteriora se hace ruinas, se llena de suciedad y desorden. Llega a ser, según una palabra del profeta, un escondrijo de serpientes y demonios. La casa abandonada se llena de gatos, de perros, de desperdicios. Y ¡qué desdichada es el alma que no puede levantarse de su caída funesta, que se deja arrastrar llegando a odiar a su Esposo y arrancando de su pensamiento a Jesucristo!

Pero cuando el Señor ve que se recoge, y día y noche busca a su Señor, entonces Dios le hará justicia -lo ha prometido- y la purificará toda maldad. Será para él una esposa sin mancha ni arruga. Cree en su promesa: es verdad. Mira bien si tu alma ha encontrado la luz que iluminará sus pasos y el alimento y bebida verdaderas que son el Señor. ¿Todavía te faltan? Busca noche y día, y las encontrarás.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar