LANSPERGE EL CARTUJANO
01.- Dichosos los perseguidos por la justicia (29 agst 2013)
La muerte de Cristo, está en el origen de una multitud de creyentes. Por la fuerza del mismo Señor Jesús, y gracias a su bondad, la muerte preciosa de sus mártires y de sus santos ha hecho nacer una gran multitud de cristianos. Jamás, en efecto, la religión cristiana ha podido ser aniquilada por la persecución de los tiranos y La muerte injustificable de inocentes: por el contrario, ha experimentada por ello un gran aumento.
Nosotros tenemos un ejemplo en san Juan, quien bautizó a Cristo y del que festejamos hoy el santo martirio. Herodes, ese rey infiel, quiso, por fidelidad a su juramento, borrar completamente de la memoria de los hombres el recuerdo de Juan. Pero no solamente Juan no fue aniquilado, sino que millares de hombres inflamados por su ejemplo acogerían la muerte con alegría por la justicia y la verdad. ¿Qué cristiano, digno de tal nombre, no venera hoy a Juan, el que bautizó al Señor? Por todo el mundo los cristianos celebran su memoria, todas las generaciones lo proclaman bienaventurado y sus virtudes llenan la Iglesia de su perfume.
02.- Juan Bautista muere por Cristo. (29 ago 2014)
Juan no vivió para sí mismo ni murió para sí mismo. ¡A cuantos hombres, cargados de pecados, no habrá llevado a la conversión con su vida dura y austera! ¡Cuántos se habrán visto confortados en sus penas por el ejemplo de su muerte inmerecida! Y a nosotros, ¿de dónde nos viene hoy la ocasión de poder dar gracias a Dios sino por el recuerdo de Juan, asesinado por la justicia, es decir por Cristo?
Si, Juan Bautista ha ofrecido generosamente su vida terrena por amor a Cristo; ha preferido desobedecer las órdenes del tirano a desobedecer las de Dios. Este ejemplo nos tiene que mostrar que nada ha de ser más importante que la voluntad de Dios. Agradar a los hombres no sirve de mucho; incluso, a menudo, nos perjudica en gran manera. Por tanto, con
todos los amigos de Dios, muramos a nuestros pecados y a nuestras preocupaciones, aplastemos nuestro amor propio desviado y procuremos que crezca en nosotros el amor ardiente a Cristo.
03.- Vosotros sois templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en vosotros. (09 nov 2014)
La dedicación que conmemoramos hoy, se refiere, en realidad, a tres casas. La primera es el santuario material. Es un adecuado haber consagrado a Dios un lugar especial donde todos nosotros, cristianos que formamos esta comunidad, podamos reunirnos, estar y orar a Dios juntos, y obtener así más fácilmente lo que pedimos, gracias a esta oración en común, pues si dos o tres se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo.
La segunda casa de Dios es el pueblo, santa comunidad que encuentra su unidad en la Iglesia, es decir, vosotros que sois guiados, instruidos u alimentados por un solo pastor u obispo. Ésta es la morada espiritual de Dios, donde nuestra Iglesia, esta casa de Dios material, es el signo. Cristo se ha construido este templo espiritual para sí mismo. Esta morada está formada por los elegidos de Dios pasados, presente y futuros, reunidos por la unidad de la fe y de la caridad. Al conmemorar la dedicación de nuestra Iglesia, no hacemos más que recordar la bondad que Dios ha manifestado a este pequeño pueblo.
La tercera casa de Dios es toda alma santa dedicada a Dios, consagrada a él por el bautismo, que ha llegado a ser templo del Espíritu Santo y morada de Dios. Cuando celebras la dedicación de esta tercera casa, acuérdate simplemente del favor que has recibido de Dios cuando se te ha elegido para venir a habitar en ti por su gracia.
04.- Yo, que soy la luz, he venido para el que crea no permanezca en tinieblas. (29 abr 2015)
La humildad con la cual Cristo se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo es para nosotros luz. Luz para no aceptar la gloria del mundo, pues él prefirió nacer en un establo a hacerlo en un palacio y sufrir una muerte vergonzosa sobre una cruz. Gracias a esta humildad, podemos saber cuán detestable es el pecado de un ser que ha sido modelado, un pobre hombre hecho de la nada, cuando se enorgullece, se
vanagloria y no quiere obedecer, mientras que vemos al Dios infinito humillado, despreciado y abandonado de los hombres.
La luz con la cual soportó el hambre, la sed, el frío, los insultos, los golpes y las heridas es también para nosotros luz: Como un cordero fue llevado al matadero y como una oveja ante el esquilador no abrió la boca. Gracias a esta dulzura, en efecto, vemos qué inútil es la cólera, lo mismo que la amenaza; aceptamos entonces el sufrimiento. Gracias a esta paciencia, llegamos a conocer todo lo que se nos pide: llorar nuestros pecados con sumisión y silencio, y aguantar pacientemente el sufrimiento cuando se presente. Porque Cristo aguantó sus tormentos con tanta dulzura y paciencia, no a causa de sus pecados, sino de los de otros. Reflexionemos sobre todas las virtudes que Cristo nos enseñó en su vida ejemplar y que nos recomienda en sus exhortaciones y pidámosle que no dé la fuerza para imitarlas con la ayuda de su gracia.
05.- Dichosos los perseguidos por la justicia. (29 ago 2016)
La muerte de Cristo está en el origen de la multitud de creyentes. Por la fuerza del mismo Señor Jesús, y gracias a su bondad, la muerte preciosa de sus mártires y de sus santos ha hecho nacer una gran multitud de cristianos. Jamás, en efecto, la religión cristiana ha podido ser aniquilada por la persecución de los tiranos y la muerte injustificable de inocentes: por el contrario, con ello se ha visto aumentada.
Nosotros tenemos un ejemplo en san Juan, el que bautizó a Cristo, y por eso festejamos hoy su santo martirio. Herodes, ese rey infiel, quiso, por fidelidad a su juramento, borrar completamente de la memoria de los hombres el recuerdo de Juan. Pues con ello no solamente Juan no fue aniquilado, sino que millares de hombres inflamados por su ejemplo acogerían la muerte con alegría por la justicia y la verdad. ¿Qué cristiano, digno de tal nombre, no venera hoy a Juan, el que bautizó al Señor? Por todo el mundo los cristianos celebran su memoria, todas las generaciones lo proclaman bienaventurado y sus virtudes llenan la Iglesia de su perfume. Juan no ha vencido él solo y no ha muerto él solo.
06.- El pueblo que andaba a oscuras vio una gran luz. (26 ene 2020)
Cristo ha venido para iluminar a los que viven en sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz. ¿De qué tinieblas
hablamos? Todo lo que está e4n nuestra inteligencia, en nuestra voluntad o en nuestra memoria que no es Dios o no tiene su fundamento en Dios, o, dicho de otra manera, todo lo que hay en nosotros que no dé gloria a Dios y se interpone entre Dios y nosotros es tiniebla. Por esto, Cristo, siendo la luz, nos ha traído la luz para que pudiéramos ver nuestros pecados y aborrecer nuestras tinieblas. Realmente, la pobreza que él ha escogido cuando no encontró sitio en el albergue es para nosotros la luz que nos da a conocer ya ahora la felicidad de los pobres de espíritu que van a heredar el reino de los cielos.
El amor que Cristo nos demuestra instruyéndonos y aceptando por nosotros las pruebas del exilio, de la persecución, de las heridas y la muerte en cruz, el amor que le hizo orar por sus verdugos, es para nosotros la luz gracias a la cual podemos aprender también nosotros a amar a nuestros enemigos.
07.- Dichosos los perseguidos por la justicia. (29 ago 2020)
La muerte de Cristo está en el origen de una multitud de creyentes. Por la fuerza del mismo Señor Jesús, y gracias a su bondad, la muerte preciosa de sus mártires y de sus santos ha hecho nacer una gran multitud de cristianos. Jamás, en efecto, la religión cristiana ha podido ser aniquilada por la persecución de los tiranos y la muerte injustificable de inocentes: más bien se ha visto acrecentada.
Nosotros tenemos un ejemplo en san Juan, el que bautizó a Cristo y del que festejamos hoy su santo martirio. Herodes, ese rey infiel, quiso, por fidelidad a su juramento, borrar completamente de la memoria de los hombres el recuerdo de Juan. Pues no solamente Juan no fue aniquilado, sino que millares de hombres inflamados por su ejemplo acogerán la muerte con alegría por la justicia y la verdad. ¿Qué cristiano, digno de tal nombre, no venera hoy a Juan, el que bautizó al Señor? Por todo el mundo los cristianos celebran su memoria, todas las generaciones lo proclaman bienaventurado y sus virtudes llenan la Iglesia de su perfume. Juan no ha vencido él solo y no ha muerto él solo.
08.- Vosotros sois templo de Dios, y el Espíritu de Dios habita en vosotros. (09 nov 2020)
La dedicación que conmemoramos hoy se refiere, en realidad, a tres casas. La primera es el santuario material. Si bien es preciso orar en cualquier lugar, sin embargo, es muy adecuado consagrar a Dios un lugar especial donde todos nosotros podamos reunirnos, estar y orar a Dios juntos, y obtener así más fácilmente lo que pedimos, pues, si dos o tres se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará mi Padre que está en el cielo.
La segunda casa de Dios es el pueblo, la santa comunidad que encuentra su unidad en la iglesia, es decir vosotros que sois guiados, instruidos y alimentados por un solo pastor u obispo. Esta es la morada espiritual de Dios, de la que nuestra iglesia, esta casa de Dios material, es el signo... Al conmemorar la dedicación de nuestra iglesia, no hacemos más que recordar, junto con las acciones de gracias, himnos y alabanzas la bondad que Dios ha manifestado a este pequeño pueblo, llamándolo para que no lo conociéramos...
La tercera casa de Dios es toda alma santa dedicada a Dios, consagrada a él por el bautismo, que ha llegado a ser templo del Espíritu Santo y morada de Dios... Cuando celebras la dedicación de esta tercera casa, acuérdate simplemente del favor que has recibido