SAN GREGORIO DE NACIANCENO-2

24.08.2021

· Cuando hagas un festín, invita a los pobres. (01 septiembre 2019)

Debemos vigilar la salud de nuestro prójimo con el mismo cuidado que tenemos con la nuestra, tanto si está sano como si está consumido por la enfermedad. Porque somos un solo cuerpo en Cristo, ricos o pobres, esclavos o libres, sanos o enfermos. Para todos no hay más que una sola cabeza, principio de todo: Cristo; igual que los miembros del cuerpo son unos para los otros, eso mismo somos nosotros para cada uno de nuestros hermanos. Es necesario, pues, no desatender ni abandonar a aquellos que, antes que nosotros, han caído en un estado de debilidad que nos acecha a todos.

Más que regocijarnos por nuestra buena salud, compartamos los males de nuestros pobres hermanos. Igual que nosotros, ellos son imagen de Dios y, a pesar de su aparente degradación, han sido más fieles que nosotros en conservar esta imagen. En ellos, el hombre interior se ha revestido del mismo Cristo y han recibido las mismas arras del Espíritu; tienen las mismas leyes, los mismos mandamientos, la misma esperanza. Cristo que quita el pecado del mundo ha muerto también por ellos. Son los compañeros de los sufrimientos de Cristo y lo serán también de su gloria.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar