SANTA Mª FAUSTINA KOWALSKA

17.08.2021

1.- Yo tuve compasión de ti. (12 agst 2013)

Ayúdame, Señor, para que mis ojos sean misericordiosos, para que no sospeche jamás ni juzgue según las apariencias exteriores, sino que sepa ver la belleza en el alma de mi prójimo y le ayude.

Ayúdame, Señor, a que mis oídos sean misericordiosos y me interese ante sus dolores y sus quejas.

Ayúdame, Señor, para que mi lengua sea misericordiosa, para que jamás hable mal de mi prójimo, sino que tenga para cada uno una palabrada consuelo y de perdón.

Ayúdame, Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas acciones para que sepa hacer el bien a mi prójimo y sepa para mí los trabajos más pesados y más desagradables.

Ayúdame, Señor, para que mis pies sean misericordiosos para que me apresure a socorrer a mi prójimo dominando mi propia fatiga y mi pereza. Que mi verdadero descanso, sea servir a mi prójimo.

Ayúdame, Señor, a que mi corazón sea misericordioso y así sienta en mí todos los sufrimientos de mi prójimo. Mi corazón no rechazará a nadie. Iré frecuentemente al encuentro de los que sé que van a abusar de mi bondad; yo me encerraré en el Corazón misericordioso de Jesús. Callaré mis propios sufrimientos.

Que tu misericordia descanse en mí, Señor mío. Oh Jesús mío, transfórmame en ti, tú que todo lo puedes.

2.- Amigo, sube más arriba. (04 nov 2013).

Oh humildad, flor de gran belleza, veo qué pocas almas te poseen: ¿es porque eres tan bella y al mismo tiempo tan difícil de alcanzar? Oh sí, lo uno y lo otro. El mismo Dios tiene predilección por ella. Sobre el alma llena de humildad se entreabren las esclusas del cielo y sobre ella se derrama un océano de gracias. Oh, qué bella es el alma humilde; de su corazón, como si fuera un incensario, sube un perfume extremadamente agradable y, a través de las nubes, llega hasta el mismo Dios y llena de gozo su sanísimo corazón. Dios no niega nada a esta alma; un alma así es todopoderosa, influye en el porvenir del mundo entero. Dios, a un alma semejante, la levanta hasta su trono. Cuanto más se humilla, más se inclina Dios hacia ella, la sigue con sus gracias y con su poder la acompaña en todo momento. Esta alma está profundamente unida a Dios.

Oh humildad, implántate profundamente en todo mi ser. Oh Virgen purísima y también la más humilde, ayúdame a obtener una profunda humildad. Ahora comprendo porqué hay tan pocos santos: porque hay pocas almas profundas y verdaderamente humildes.

3.- Dolido de su obstinación. (22 ene 2014).

Dulcísimo Corazón de mi Señor, lleno de piedad y misericordia inefable, te suplico por los pobres pecadores. Oh Corazón sacratísimo, fuente de misericordia cuyos rayos de gracias inconcebibles se extienden sobre todo el género humano, te lo suplico: da luz a los pobres pecadores. Oh Jesús, acuérdate de tu amarga pasión y no permitas que se pierdan las almas rescatadas con el precio de tu santísima sangre.

Jesús, cuando contemplo el don de tu sangre, me gozo de su inestimable valor, porque una sola gota habría sido suficiente para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado sea un abismo de mal y de ingratitud, el precio que has pagado por nosotros no tiene medida; por ello, cada alma puede confiar en la pasión del Señor y poner toda su esperanza en su misericordia. Dios no negará a nadie su misericordia. El cielo y la tierra pueden cambiar, pero la misericordia del Señor jamás se agotará. Oh, cómo arde de gozo mi corazón cuando veo, mi Jesús, tu inconcebible bondad. Deseo hacer llegar a todos los pecadores a tus pies para que alaben tu amor infinito por los siglos sin fin.

4.- Prender fuego en la tierra: el don del Espíritu Santo. (23 oct 2014).

Oh Espíritu de Dios, Espíritu de verdad y de luz,

vive en mi alma constantemente con tu gracia divina.

que tu soplo disipe las tinieblas,

y que las buenas obras se multipliquen en tu luz.

Espíritu de Dios, Espíritu de amor y de misericordia,

que infundes en mi corazón el bálsamo de confianza,

tu gracia afirma mi alma en el bien

dándole la fuerza irresistible, la perseverancia.

Oh Espíritu de Dios, huésped amabilísimo de mi alma,

por mi parte deseo ser fiel a ti.

tanto en los días de alegría como en los tormentos,

deseo siempre vivir en tu presencia, oh Espíritu de Dios.

Oh Espíritu de Dios que penetras mi ser en su totalidad,

y me das a conocer tu vida divina, trinitaria,

y me con fías los secretos de tu esencia divina,

y unida a ti de este modo, viviré por la eternidad.

5.- Quién pierda su vida la salvará. (4 nov 2014).

Oh día eterno, día deseado,

te espero con anhelo e impaciencia,

ya dentro de poco el amor solará el velo,

y tú te volverás mi salvación.

Oh día espléndido, momento incomparable,

en que veré por primera vez a mi Dios,

Esposo de mi alma y Señor de los señores,

siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh día solemnísimo, día resplandeciente,

en que el alma conocerá a Dios en su poder,

y se sumergirá entera en nuestro amor,

y conocerá que han pasado las miserias del destierro.

Oh día feliz, día bendito,

en que mi corazón se incendiará de amor eterno hacia ti,

porque ya ahora te siento, aunque a través del velo,

tú, Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis y encanto.

Oh día que espero durante toda mi vida,

y te espero a ti, oh Dios,

ya que te deseo solamente a ti,

sólo tú estás en mi corazón y lo demás es nada.

Oh día de delicias, de eternas dulzuras,

oh Dios de gran majestad, Esposo mío,

tú sabes que nadie satisface el corazón de una virgen,

apoyo mi sien sobre tu dulce Corazón.

6.- La voluntad de Dios es que creáis en aquel que ha enviado.

(20 abr 2015).

Me inclino ante ti, Pan de ángeles,

con fe profunda, esperanza, amor,

y desde lo más profundo de mi alma,

te adoro aunque yo no sea nada.

Me inclino ante ti, Dios escondido,

y de todo corazón, te amo.

El velo del misterio no me molesta;

te quiero como los elegidos del cielo.

Me inclino ante ti, Cordero de Dios,

que borras los pecados de mi alma,

al que recibo en mi corazón, cada mañana,

y que me ayuda en mi salvación.

7.- Quien coma de este pan vivirá eternamente. (09 ago 2015).

Oh Jesús, deleite de mi alma, Pan de los ángeles,

todo mi ser se sumerge en ti

y vivo de tu viva divina, como los elegidos en el cielo;

la autenticidad de esta vida no cesará

aunque descanse en la tumba.

Oh Jesús, Eucaristía, Dios inmortal,

que permaneces continuamente en mi corazón,

y cuando estas conmigo,

ni siquiera la muerte puede dañarme,

el amor me dice que te veré al final de la vida.

Llena de tu vida divina,

miro tranquila hacia los cielos abiertos para mí,

y la muerte, avergonzada, se irá sin nada,

porque tu vida divina está encerrada en mi alma.

Y aunque por tu santa voluntad, oh Señor,

la muerte ha de tocar mi cuerpo,

deseo que esta separación suceda cuanto antes,

ya que con ella entraré en la vida eterna.

Oh Jesús, Eucaristía, vida de mi alma,

tú me has elevado a loas esferas eternas,

por la pasión y la agonía entre atroces tormentos.

8.- ¿No dejará las noventa y nueve para ir en busca de la oveja perdida. (06 dic 2016).

La espera del alma a la venida del Señor

No sé, oh Señor, a qué hora vendrás,

Por eso vigilo continuamente y presto atención,

Yo, tu esposa por ti escogida,

Porque sé que te gusta venir inadvertidamente,

Pero el corazón puro desde lejos te sentirá, Señor.

Te espero, Señor, entre la quietud y el silencio,

Con gran añoranza en el corazón,

Con un deseo irresistible.

Siento que mi amor hacia ti se vuelve fuego

Y como una llama ascenderá al cielo al final de la vida

Y entonces se realizarán todos mis deseos.

Ven ya, mi dulcísimo Señor,

Y lleva mi corazón sediento

Allí, donde estás Tú, a las regiones excelsas del cielo,

Donde tu vida dura eternamente.

La vida en la tierra es una agonía continua,

Mientras mi corazón siente que está creado para grandes alturas,

Y no lo atraen nada las llanuras de esta vida,

Porque mi patria es el cielo. Esta es mi fe inquebrantable.

9.- ¿Por qué tener miedo? (28 ene 2017).

Navega la barca de mi vida

entre las oscuridades y las sombras de la noche,

y no veo ningún puerto,

estoy a la merced del mar profundo.

La más pequeña tempestad podría hundirme,

sumergiendo mi barca en el torbellino de las olas,

si no vigilaras sobre mí tú mismo, oh Dios,

en cada momento de mi vida, en cada instante.

En medio del estruendo de las olas

navego tranquilamente con confianza

y, como una niña, miro adelante sin temor,

porque tú, oh Jesús, eres mi luz.

Todo alrededor es horror y espanto,

pero mi paz es más profunda

que las profundidades del mar

porque quien está conmigo, Señor, no perecerá

me lo asegura tu amor divino.

Aunque alrededor hay muchos peligros,

no les temo, porque miro el cielo estrellado.

y navego con denuedo y alegría

como corresponde a un corazón puro.

Pero sobre todo, únicamente

por ser tú mi timonero, o Dios,

la barca de mi vida navega tan serenamente

lo reconozco en la más profunda humildad.

Amén.

10.- Jesús vio a una gran multitud  y se compadeció de ellos.  (04 feb 2017).

El amor divino es la flor y la misericordia el fruto.

El alma que duda, que lea estas consideraciones

sobre la misericordia y confiará:

Misericordia divina que brota del seno del Padre, Confío en ti.

Misericordia divina, el atributo más grande de Dios, Confío en ti.

Misericordia divina, misterio inconcebible, Confío en ti

Misericordia divina, fuente que brota del misterio de la santa Trinidad

Confío en ti.

Misericordia divina, insondable a todo espíritu humano o angélico,

Confío en ti.

Misericordia divina, de donde brota la vida y la felicidad, Confío en ti.

Misericordia divina, por encima de los cielos, Confío en ti.

Misericordia divina, fuente de milagros y maravillas, Confío en ti.

Misericordia que envuelves el universo entero, Confío en ti.

Misericordia divina, venida al mundo en la persona del Verbo encarnado,

Confío en ti.

Misericordia divina, que sales de la herida abierta del corazón de Jesús, Confío en ti.

Misericordia divina, contenida en el corazón de Jesús por nosotros y

particularmente por los pecadores, Confío en ti.

Misericordia divina, insondable en la institución de la santa Eucaristía,

Confío en ti.

Misericordia divina, que has fundado la santa Iglesia, Confío en ti.

11.- Todos los que tocaron la franja de su   quedaron sanos. (06 feb 2017).

Misericordia divina, que nos acompañas toda la vida. Confío en ti.

Misericordia divina, que nos rodeas particularmente en la hora de la muerte. Confío en ti.

Misericordia divina, que nos das la vida eterna. Confío en ti.

Misericordia divina, presente en cada instante de nuestra vida. Confío en ti.

Misericordia divina, que nos proteges del fuego del infierno. Confío en ti.

Misericordia divina, que conviertes a los pecadores recalcitrantes.

Confío en ti.

Misericordia divina, maravilla para los ángeles, inconcebible para los santos. Confío en ti.

Misericordia divina, insondable en todos los misterios divinos. Confío en ti

Misericordia divina, que nos levantas de toda miseria. Confío en ti.

Misericordia divina, fuente de nuestra felicidad y nuestro gozo. Confío en ti

Misericordia divina, que nos llamas de la nada a la existencia. Confío en ti.

Misericordia divina, que sostienes en tus manos cuanto existe. Confío en ti.

Misericordia divina, que coronas todo lo que existe y existirá. Confío en ti.

Misericordia divina, en la cual estamos sumergidos. Confío en ti.

Misericordia divina, dulce quietud de los corazones atormentados.

Confío en ti.

12.- Soy paciente y humilde de corazón. (23 jun 2017).

Te saludo, misericordiosísimo

Corazón de Jesús, viva fuente de toda gracia,

único amparo y refugio nuestro,

en ti tengo la luz de la esperanza.

Te saludo, Corazón piadosísimo de mi Dios,

insondable, viva fuente de amor,

de la cual brota la vida para los pecadores,

y los torrentes de toda dulzura.

Te saludo, herida abierta del Sacratísimo Corazón,

de la cual salieron los rayos de la misericordia

y de la cual nos es dado sacar la vida,

únicamente con el recipiente de la confianza.

Te saludo, inconcebible bondad de Dios,

nunca penetrada e insondable,

llena de amor y de misericordia, siempre santa,

y como una buena madre inclinada sobre nosotros.

Te saludo, trono de la misericordia, Cordero de Dios,

que has ofrecido la vida por mí,

ante el cual mi alma se humilla cada día

viviendo en una fe profunda.

13.-Soy paciente y humilde de corazón. (07 jul 2017).

Oh Dios único en la Santísima Trinidad, deseo amarte como hasta ahora ninguna alma humana te ha amado; y aunque soy particularmente mísera y pequeñita, no obstante he arrojado muy profundamente el ancla de mi confianza en el abismo de tu misericordia, oh Dios y Creador mío.

A pesar de mi gran miseria, no tengo miedo de nada, sino que espero cantar eternamente el himno de la gloria. Que no dude ninguna alma mientras viva, aunque sea la más miserable, pues puede llegar a ser una gran santa, porque es grande el poder de la gracia de Dios. De nosotros depende solamente no oponernos a la acción de Dios.

14.-El que se haga pequeño como este niño, ese es el más grande en el reino de los cielos. (10 ago 2017).

De nuevo han comenzado los cotidianos días grises. Pasaron los instantes solemnes de mis votos perpetuos, pero esta gracia de Dios tan grande permanece en mi alma. Siento que soy toda de Dios, sé que soy su hija, siento que soy toda entera propiedad de Dios. Experimento eso incluso de manera física y sensible. En todo estoy completamente tranquila porque sé que pensar en mí es asunto del Esposo. Me olvido completamente de mí misma.

Mi confianza en su misericordioso Corazón no tiene límites. Estoy continuamente unida a él. Me doy cuenta de que es como si Jesús no pudiera ser feliz son mí, ni yo sin él. Sin embargo, comprendo muy bien que siendo él Dios es feliz en sí mismo, y que para su felicidad no tiene absolutamente ninguna necesidad de ninguna criatura, pero es su bondad la que le fuerza a darse a su criatura, y esto con una inconcebible generosidad.

15.-Se arrojó a los pies de Jesús, dándole gracias. (15 nov 2017).

Gracias, oh Dios, por el santo bautismo,

que me insertó en la familia divina.

Es un gran e inconcebible don de la gracia

que nos transforma las almas.

Gracias, oh Señor, por la confesión

por esta fuente de grandísima misericordia,

que es inagotable,

por este manantial inconcebible de gracias,

en el cual blanquean las almas

manchadas por el pecado.

Gracias, oh Jesús, por la santa Comunión,

en la cual tú mismo te nos das.

Siento tu corazón latir en mi pecho

mientras tú mismo despliegas en mí la vida divina.

Gracias, oh Espíritu Santo, por la confirmación,

que me arma tu caballero

y da fuerza al alma en cada momento,

y me protege del mal.

Gracias, oh Señor, por el sacramento de la unción,

que me fortificará en los últimos momentos.

para luchar y me ayudará a salvarme,

y dará fuerzas al alma

para que podamos gozar eternamente.

16.-¿No debías tú también tener compasión de tu compañero? (06 mar 2018).

Oh Dios de gran misericordia, Bondad infinita, mira cómo hoy la humanidad entera clama desde el abismo de su miseria a tu misericordia, a tu compasión, oh Dios; clama con la poderosa voz de la miseria. Dios bondadoso, no rechaces las plegarias de los exiliados de esta tierra. Oh Señor, bondad inconcebible, conoces nuestra miseria hasta el fondo y sabes que no podríamos, con nuestras solas fuerzas, elevarnos hasta ti. por eso te suplicamos, adelántate con tu gracia y sin cesar aumenta en nosotros tu misericordia, a fin de que cumplamos fielmente tu santa voluntad durante toda la vida, como también en la hora de nuestra muerte.

Que el poder infinito de tu misericordia nos proteja de las acechanzas del enemigo de nuestra salvación, para que esperemos confiadamente, como hijos tuyos, tu última venida, cuyo día solo tú conoces. Y nosotros, a pesar de nuestra miseria, esperamos recibir todo lo que nos prometió Jesús porque él es nuestra esperanza; pasamos por su corazón misericordioso como por las puertas abiertas del cielo.

17.- Dolido de su obstinación. (22 ene 2020).

Jesús, verdad eterna, vida nuestra, te suplico y mendigo tu misericordia para los pobres pecadores. Dulcísimo Corazón de mi Señor, lleno de piedad y misericordia inefable, te suplico por los pobres pecadores. Oh Corazón sacratísimo, fuente de misericordia cuyos rayos de gracias inconcebibles se extienden sobre todo el género humano, te lo suplico, da luz a los pobres pecadores. Oh Jesús, acuérdate de tu amarga pasión y no permitas que se pierdan las almas rescatadas con el precio de tu sangre santísima.

Jesús, cuando contemplo el don de tu sangre, me gozo de su inestimable valor, porque una sola gota hubiera sido suficiente para salvar a todos los pecadores. Aunque el pecado sea un abismo de mal y de ingratitud, el precio que has pagado por nosotros es sin medida, y por eso cada alma puede confiar en la pasión del Señor y poner toda su esperanza en su misericordia. Dios no negará a nadie su misericordia. El cielo y la tierra pueden cambiar, pero la misericordia del Señor jamás se agotará. Oh, cómo arde de gozo mi corazón cuando veo, oh mi Jesús, tu inconcebible bondad, Deseo hacer llegar a todos los pecadores a tus pies para que alaben tu amor infinito por los siglos sin fin.

18.- Quien pierda su vida la salvará. (13 nov 2020).

Oh día eterno, día deseado,

espero con anhelo e impaciencia,

ya dentro de poco el amor soltará el velo,

y tú te volverás mi salvación.

Oh día esplendido, momento incomparable,

en que veré por primera vez a mi Dios,

Esposo de mi alma y Señor de los señores,

siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh día solemnísimo, día resplandeciente,

en que el alma conocerá a Dios en su poder,

y se sumergirá entera en nuestro amor, y conocerá

que han pasado las miserias del destierro.

Oh día feliz, día bendito,

en que mi corazón se incendiará

de amor eterno hacia ti, porque ya ahora

te siento, aunque a través del velo,

tú, oh Jesús, en la vida y en la muerte

eres mi éxtasis y encanto. 

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar