EADMER  DE CANTERBURY

23.08.2021

1.- Llena de gracia. (08 dic 2014).

Oh María, Madre nuestra, el Señor te hizo su madre única, constituyéndote también Madre y Soberana del universo. Por esto te formó por obra de su Espíritu, desde el primer instante de tu concepción en el seno de tu madre. Hoy te preguntamos, dulcísimo María, reina prudente y noble, ¿es posible colocarte al mismo nivel o por debajo de otras criaturas?

El Apóstol de la verdad afirma con certeza que todos los hombres pecaron en Adán. Pero, considerando la calidad eminente de la gracia divina que hay en ti, observo que estás colocada de modo inestimable; a excepción de tu Hijo, estás por encima de todo lo que ha sido hecho. Por eso, concluyo que, en tu concepción, no debiste estar ligada a la misma ley de la naturaleza humana que otros seres humanos. Por la gracia eminente que te ha sido concedida, quedaste completamente liberada de la amenaza de todo pecado. Para quitar este pecado, para devolver al género humano la paz de Dios, el Hijo de Dios quiso hacerse hombre, pero de tal manera que en él nada participara de lo que separaba al hombre de Dios. Para realizar esto, convenía que su madre estuviera pura de todo pecado.

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar