DIVINA LITURGIA DE SAN BASILIO
1.- Sal
por los caminos y senderos, e insísteles hasta que entren y se llene la casa. (06 nov 2018).
Santo, santo, santo eres verdaderamente tú, Señor Dios nuestro; la grandeza de tu santidad no tiene límites: todas las cosas las has dispuesto con rectitud y justicia. Has modelado al hombre con el barro de la tierra, le has honrado haciéndole la imagen misma de Dios, lo has colocado en el paraíso de delicias prometiéndole la inmortalidad y el goce de los bienes eternos si observaba los mandatos. Pero transgredió tu mandato, Dios verdadero, y, seducido por la astucia de la serpiente, víctima de su propio pecado, él mismo se sometió a la muerte. Según tu justo juicio, fue echado del paraíso a nuestro mundo, devuelto a la tierra de donde había sido sacado.
Pero, en tu Cristo, dispusiste para ellos la salvación a través del nuevo nacimiento, porque no has rechazado para siempre a la criatura que en tu bondad habías creado; según la grandeza de tu misericordia, has velado por ella de múltiples maneras. Enviaste a los profetas, hiciste milagros a través de los santos que, en cada generación, te fueron agradables; has dado la Ley para ayudarnos; has puesto ángeles para que nos guarden. Y cuando llegó la plenitud de los tiempos, nos has hablado en tu Hijo único, por quien has creado todo el universo; él es el resplandor de tu gloria e imagen de tu naturaleza.