BEATO TITO BRANDSMA

1.- Yo os digo: rezad por los que os persiguen. (28 feb 2015).

Soléis decir a menudo que vivimos un tiempo maravilloso, un tiempo de grandes hombres. Es fácil comprender por qué se desea que se levante un jefe fuerte y capaz. Esta especie de neopaganismo (el nazismo) considera toda la naturaleza una emanación de lo divino; estima una raza más noble y más pura que otra. De ahí viene el culto a la raza y a la sangre, el culto a los héroes de su propio pueblo.

Partiendo de una idea tan errónea, esta manera de ver puede conducir a errores capitales. ¡Es triste ver cuánto entusiasmo, cuántos esfuerzos se ponen al servicio de tan falso e infundado ideal! Sin embargo, podemos aprender de nuestro enemigo. De su filosofía mentirosa, podemos aprender cómo purificar nuestro propio ideal y mejorarlo; podemos aprender cómo desarrollar un gran amor por este ideal; cómo suscitar un entusiasmo inmenso, y hasta una disponibilidad para vivir y morir por él; cómo consolidar el coraje para encarnarlo en nosotros y en otros.

Cuando hablamos de la llegada del reino y cuando rezamos para que venga, no pensamos en una discriminación por la raza o por la sangre, sino en una fraternidad de todos los hombres, ya que todos los hombres son nuestros hermanos -sin excluir a aquellos que incluso nos odian y nos atacan- en un vínculo estrecho con aquel que hace salir el sol tanto sobre buenos como sobre malos.

2.- Estamos subiendo a Jerusalén. (04 mar 2015).

El mismo Jesús se declaró cabeza del cuerpo místico del que nosotros somos los miembros. Él es la vid; nosotros, los sarmientos. Extendiéndose sobre la prensa se dejó pisar; nos dio así el vino para que, bebiéndolo, pudiéramos vivir de su vida y compartir sus sufrimientos. El que quiera hacer mi voluntad, que tome cada día su cruz.

Como sus discípulos no comprendían que su camino debía ser un camino de sufrimiento, se lo explicaba diciendo: ¿No hacía falta que Cristo sufriera todo esto para entrar en su gloria? Entonces el corazón de los discípulos ardía en su interior. La Palabra de Dios los inflamaba. Y después de que el Espíritu Santo descendiera sobre ellos, como una llama divina, para abrasarlos, se sentían felices de sufrir desprecio y persecución, porque así se parecían al que los había precedido en el camino del sufrimiento. Los profetas ya habían anunciado este camino de sufrimiento de Cristo, y los discípulos comprendieron por fin que no lo había evitado. De la cena al suplicio d la cruz: pobreza y falta de comprensión fueron su heredad. Había pasado su vida enseñando a los hombres que la mirada de Dios en el sufrimiento, la pobreza, la incomprensión humana, es diferente de la loca sabiduría del mundo. En la cruz está la salvación. En la cruz está la victoria. Dios los quiso así.

3.- Entonces, ¿también tú te has dejado embaucar? (21 mar 2015).

Vivimos en un mundo donde el amor mismo es condenado: lo llaman debilidad, algo que hay que superar. Algunos dicen: "El amor no tiene importancia, hay que desarrollar más bien la fuerza; que cada uno se vuelva tan fuerte como pueda; ¡y que la debilidad perezca!" También dicen que la religión cristiana con sus sermones sobre el amor es algo del pasado. Es así: os vienen con estas doctrinas, y hasta encuentran a gente que las adopta voluntariamente.

El amor es desconocido: "El Amor no es amado", decía en su tiempo san Francisco de Asís; ¡y algunos siglos más tarde en Florencia, santa María Magdalena de Pazzi tocaba las campanas del monasterio de su Carmelo para que el mundo supiera que bello es el Amor! ¡Yo también querría tocar las campanas para decir al mundo qué bello es amar! El neo-paganismo [del nazismo] puede repudiar el amor, pero la historia nos enseña que venceremos este neo-paganismo con el amor. No abandonemos el amor. El amor recobrará los corazones de esos paganos. La naturaleza es más fuerte que la filosofía. Aunque una filosofía condene y rechace el amor y lo llame debilidad, el testimonio viviente del amor renovará su fuerza para conquistar y cautivar los corazones de los hombres.

4.- En el mundo tendréis luchas, pero tened confianza: yo he vencido al mundo. (18 may 2015).

Aunque amemos la paz y tengamos esperanza en el fondo del corazón de que nuestra acción a favor e la paz no será inútil, ni vosotros ni yo podremos eludir las presiones de este tiempo. Esto significa que no podemos liberarnos d la duda de que, según las leyes de la historia, algo pueda cambiar: una guerra sucede a otra guerra, y esto es un golpe mortal para la causa de la paz. Vivimos todavía bajo la influencia de los que afirman que los que quieren la paz deben armarse para vencer la guerra.

Comprobamos que en el curso de los siglos brotan constantemente héroes de paz, predicadores del mensaje de paz. Y en nuestros días, por suerte, no carecemos de esa. Pero ningún mensajero de la paz ha encontrado un eco más vasto que aquel al que llamamos el Rey de la paz. Permitidme recordaros quién es este mensajero. El día de pascua parecía que los apóstoles habían perdido toa esperanza desde la muerte de Cristo en la cruz. Mientras que a los ojos del mundo la misión de Cristo había terminado, había fracasado, era incomprendida, él apareció en medio de sus apóstoles reunidos en el Cenáculo por temor a los enemigos, y, en lugar de declaraciones belicosas contra sus adversarios, ellos escuchan decir: Os dejo mi paz, os doy mi paz. No os la doy como la da el mundo.

5.- Entonces, ¿también tú te dejaste embaucar? (06 abr 2019).

Vivimos en un mundo donde el amor mismo es condenado: lo llaman debilidad, algo que hay que superar. Algunos dicen: "El amor no tiene importancia, hay que desarrollar más bien sus fuerzas; que cada uno se vuelva tan fuerte como pueda; ¡y que la debilidad perezca!" También dicen que la religión cristiana, con sus sermones sobre el amor, es del pasado... Es así: os vienen con estas doctrinas, y hasta encuentran a gente que las adopta voluntariamente.

El amor es desconocido: "El Amor no es amado", decía en su tiempo san Francisco de Asís; ¡y algunos siglos más tarde, en Florencia, santa María Magdalena de Pazzi tocaba las campanas del monasterio de su Carmelo para que el mundo supiera lo bello que es el Amor! Yo también, ¡yo quería tocar las campanas para decir al mundo lo bello que es amar! El neopaganismo [del nazismo] puede repudiar el amor, pero la historia nos enseña que, a pesar de todo, venceremos este neopaganismo con el amor. No abandonaremos el amor. El amor recobrará los corazones de estos paganos. La naturaleza es más fuerte que la filosofía. Aunque una filosofía condene y rechace el amor y lo llame debilidad, el testimonio viviente del amor renovará siempre su fuerza para conquistar y cautivar los corazones de los hombres.

6.- Estamos subiendo a Jerusalén. (11 mar 2020).

El mismo Jesús se declaró cabeza del cuerpo místico del que nosotros somos los miembros. Él es la vid; nosotros, los sarmientos. Se dispuso sobre la prensa y empezó a pisarla; nos dio así el vino para que bebiéndolo pudiéramos vivir de su vida y compartir sus sufrimientos. El que quiera hacer mi voluntad, que tome cada día su cruz. El que me sigue tiene la luz de la vida. Soy el camino. Os di ejemplo con el fin de que vosotros también hagáis lo que yo hice por vosotros. Y como sus discípulos no comprendían que su camino debía ser un camino de sufrimiento, se lo explicaba diciendo: ¿No hacía falta que Cristo sufriera todo esto para entrar en su gloria?

Entonces el corazón de los discípulos ardía en su interior. La palabra de Dios los inflamaba. Y cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos, como una llama divina, para abrasarlos, se sentían felices de sufrir desprecio y persecución, porque así se parecían al que los había precedido en el camino del sufrimiento. Los profetas ya habían anunciado este camino de sufrimiento de Cristo, y los discípulos comprendían por fin que no lo había evitado. Había pasado su vida enseñándoles a los hombres que la mirada de Dios en el sufrimiento, la pobreza, la incomprensión humana es diferente de la loca sabiduría del mundo... En la cruz está la salvación. En la cruz está la victoria. Dios lo quiso así.